Seducido Por Mi Secretaria

Inca

Al estirar mi cuerpo la cama, siento como mis huesos truena y llena de pereza me levanto para dirigirme directo al baño. Luego de hacer mis necesidades básicas y tomar una deliciosa ducha, salgo hacia mi habitación para buscar en mi armario que ponerme.

Viendo los lindos conjuntos de vestidos, blusa, sayas, pantalones y zapatos que compré ayer junto con Cara. Me decido por un vestido sencillo color verde pastel. Este es sumamente hermoso porque tiene un diseño que resalta lo voluminoso de mi cuerpo y mi estrecha cintura, la cual había ocultado hasta el día de hoy.

Luego de terminar de vestirme combinando los zapatos junto con el bolso y los accesorios. Voy hacia la cocina para preparar el desayuno y para mi suerte Cara ya lo está haciendo.

_ Good morning my princess _ Me dice ella con una sonrisa.

_ Good morning beautiful lady _ Le respondo igual.

_ ¡Oh mierda! Inca te ves hermosa, si yo fuera hombre no dudaría en darte duro contra el muro _ Dijo y ambas reímos.

_ Si no es porque te conozco desde hace años, diría que eres lesbiana.

_ Ya lo sé, aun así debo de admitir que estás hermosa. Estoy segura de que ese Bruno Vólkov es un bombón y también creo que él caerá rendido a tus pies. Lo que si es una lástima que él no aparezca en fotos de revistas o en las redes sociales. Ya hubiéramos visto su rostro.

_ A mí la verdad no me interesa que no tenga redes sociales, ya que al no conocer su rostro. Eso me intriga, me emociona aún más y cada vez que lo escucho a través del teléfono me enamoro como una idiota de su voz.

...

Después de desayunar ambas salimos de nuestro departamento y me monté en el auto de Cara para que ellas nos llevara hacia la empresa. Una vez dentro, vemos cómo todo van de un lado a otro sin parar y me pregunto qué es lo que está pasando ¿Será que ya habrá llegado Bruno Vólkov y por eso todos están así?

Volteo para mirar hacia Cara y con un gesto me despido de ella para ir directo hacia el elevador. El cual me lleva hacia la última planta en dónde está la oficina de mi jefe, mi escritorio, los baños, una pequeña cocina y la sala de juntas.

Al llegar a mi destino veo que todo está tranquilo y me dirijo hacia mi escritorio para dejar mis pertenencias en él. Voy hacia la pequeña cocina y me pongo a preparar el café como a mi jefe le gusta, ya que solo faltan unos minutos para que él llegue. Una vez frente a la puerta de la oficina, entro al igual que siempre tarareando una canción y dejo la tasa sobre el escritorio. No obstante mi sorpresa mayor fue cuando al voltear un hermoso hombre, alto, rubio, de espalda ancha, ojos profundos y un perfecto traje enfundado en su fornido cuerpo. Me miraba desde el sofá en el que se encontraba y bajo su atenta mirada yo me sentía desnuda.

Siento unos pasos acercándose a la puerta y al mirar veo que es el señor Valdimir que ha acabado de llegar.

_ Buenos días ¿Inca eres tú? ¡Vaya! Te ves hermosa, te asienta el cambio _ Me saluda mi jefe, pero yo no digo nada _ ¿Qué pasa niña? Parece que hubieras visto a un fantasma.

El señor Valdimir sigue con su mirada hacia donde yo veo y al ver quien es, solo sonríe para luego acercarse a él.

_ Hijo mío, no sabías que habías llegado tan temprano.

Dios él era Bruno, él era el dueño de esa voz embriagadora.

_ No te preocupes padre, llegue hace poco. Sin embargo, creo que asuste a la señorita con mi presencia porque debí de esperar a que ella estuviera en su puesto de trabajo antes de entrar a tu oficina. Lamento haberla asustado señorita Inca, es un placer por fin conocerla y espero que podamos trabajar bien juntos.

¡Dios mío! Que vos y qué hombre, sin duda todo un ejemplar masculino de esos que estaban extintos. Su sola presencia me puso nerviosa y me había quedado en blanco sin saber qué contestar. Ahora estaba más segura que nunca de que este hombre debería ser para mí, ojalá y él se fijara en mí.