DEJARTE FUE MI ERROR

RICHARD

No sé exactamente cómo explicar la sensación que tengo, solo puedo expresar que me sobrepasa completamente, y es qué en definitiva Miranda, ella en un solo instante a borrado la tristeza que habitaba en mi corazón desde hace once largos años… ahora solo me falta su perdón para iniciar este nuevo camino, y si lo pudiera caminar con ella y mi hijo de la mano, sería el mejor regalo que Dios me daría antes de partir de esta tierra. ¡Y no moriré esta verlo materializado, así que por favor padre eterno, dame vida, sé que eres tú quien me está dando esta nueva oportunidad, entonces dame vida también Señor!

Por algo permitiste que nuestros destinos se cruzaran nuevamente, poniéndola en mi camino, y no creo que fuese

solo para saber la existencia de nuestro hijo, quiero creer que hay otro motivo, que espero descifrar. Noto que aún hay mucho dolor y resentimiento en su corazón, y no la juzgo por ello, no tendría moral para hacerlo… más bien, estoy agradecido de que, aun sintiéndose así, compartiera esta grata noticia conmigo. Cuanto quisiera que me perdonara y pudiéramos retomar lo que tuvimos antes y no supe valorar, y muy tarde me di cuenta, como bien dice el dicho, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde… Y tal vez, es mucho soñar, pero lo anhelo con todo mi débil corazón.

Así como noté su rencor hacia mí, y la tristeza que por momentos la embargaba, también percibí lo nerviosa que se

ponía cada vez que me acercaba a ella buscando algo que obstaculizara mi cercanía.  Me encantó sorprenderla

mirándome y la cara que puso al verse descubierta, jajaja tan hermosa y aun decorosa… ¡Igualmente me fascinó que continúa siendo tan directa y sarcástica, la misma de ayer, la que no supe amar... como menciona la canción de Luis Miguel!

Definitivamente lo inesperado, es lo que te cambia la vida, jamás me imaginé lo que hoy me está pasando, como dije antes, ya me había resignado a no ver materializado ese anhelo, y esto me hace cambiar cualquier actitud negativa que pude haber tenido escasamente unos minutos atrás cuando salí de la consulta, porque ahora tengo dos razones para luchar por la salud y una vida mejor… primero, por mi amado y siempre deseado hijo, y segundo; por su madre, que sin saberlo le ha dado un nuevo sentido a mi vida.

No puedo cambiar el pasado, pero si puedo mejorar el presente e imaginar un futuro con una hermosa familia, como la que me ofrecieron mis padres, junto a mis hermanos, a quienes sé esta noticia les alegrara tanto como a mi… con Miranda y mi hijo en la mente y mis planes, llegó a casa feliz, deseando contarles a todos lo que tengo atragantado desde que salí de la oficina de Miranda.

. – Familia, reunión grupal – grité nada más abrir la puerta, y a la primera que vi asomarse a la sala fue a mi mamá, que extrañada me observaba intrigada por el grito que di y por mi actitud, y yo me dirigí hasta ella para abrazarla fuerte.

. – Vas a asfixiarme hijo ¿Qué sucede? ¿Qué te dijo el médico? – Me preguntó reparando mi sonrisa de oreja a oreja, cosa no muy común en mi desde hace algún tiempo…

. – Mi felicidad no tiene nada que ver con eso mamá…

. - ¿Entonces? – Preguntó más curiosa aun

. – ¡Espera a los demás y lo sabrás! – volví a gritar para llamar la atención de los demás  y que se acercaran y en la medida que llegaban uno a uno, miraban tanto a mi como a mi mamá, pregúntenles con los ojos que me traía y ella en toda ocasión solo levanta los hombros en señal de no saber nada o estar peor que ellos.

. – Bien, ya estamos todos Richard, termina de decir que es lo que pasa… - pidió mi madre ya dominada por la curiosidad.

. -  Por favor, dime que vas a operarte… - fue el susurro de mi hermana, quien se vino de la clínica afectada porque me negué a seguir las recomendaciones del médico de operarme lo más pronto posible…

. – Sí lo haré, debes estar tranquila, pero no es eso lo que les vengo a contar… - Todos me miraban expectantes – ¡Familia, tengo un hijo! – les solté, dejando a todos en un silencio incomodo, mirándome y luego entre ellos como si estuviera loco, bueno, creo que me falta poco ¡porque me siento loco, pero de la dicha! Voltee los ojos ante su falta de reacción - Me acabo de enterar que tengo un hijo… - les muestro la foto de Jonathan que Miranda me permitió quedarme, y todos se acercaron a verla, allí si asimilaron las palabras que antes les dije…

. – ¡Incrédulos! – los acuse sonriendo por sus caras de asombro – ¡Sí, es idéntico a mi ¿Verdad? ¡Es mi hijo! ¡Mi hijo mamá!

Ella se vino a mis brazos y llorando me abrazaba fuerte, provocando que todos los demás se le unieran… ¡Como lo predije, se pusieron tan felices como yo por tal notición!

. – Hermano ¿Qué fue lo que hiciste? – Me pregunta bromeando Patrick

 . – Fue Miranda, siempre Miranda, mi chiquilla, fue ella quien me dio un hijo… - Miro la foto de mi muchacho con ternura – Se llama Jonathan y tiene 10 años…

. – Dios mío Richard, esto es un milagro, un hermoso regalo, esa chica si ha sabido dejar huellas en tu vida… - Me dice mi padre con lágrimas en sus ojos y a quien abrazo.

. – Dios es bueno hijo, y si esto esta ocurriendo es por algo… el destino no juega en vano – Sentencia mi sabia madre – Estoy segura, que esta es tu otra oportunidad Richard…

. – También lo creo Richi, esta mañana cuando la vi noté lo impresionada que estaba de verte… - Expresó su

opinión al respecto mi hermana – ¡Tal vez aun siente algo por ti!

. – ¿O tal vez me odie? – Le digo, pero luego sonrió, me siento dichoso, y no me voy a resignar solo a su odio – Pero me merezco cualquier sentimiento de su parte, yo le rompí el corazón, y yo mismo se lo curaré… ¡porque su corazón es bueno!

. – Si que es especial esa Miranda… ¿cuándo la conoceremos?

. – Lo es papá, y bueno, no hay que ir tan rápido, esa mujer es dura, no creo que vaya a ser tan fácil traerla

aquí…

. – Pues entonces debes empezar a trabajar en ello, porque la quiero como nuera…

Todos reímos ante el comentario de mi mamá… ¡Y pensé en lo mucho que yo la quería como esposa!