En un mundo muy distinto al nuestro, en el que los seres humanos se han expandido por toda la galaxia y criaturas extrañas conviven con nosotros, vive Olivia Temple.
Su vida es perfecta, tiene un novio maravilloso y el trabajo que siempre quiso.
Pero una noche todo cambia para ella.
Alberto la deja y Olivia, despechada, se emborracha y pasa la noche con un desconocido.
Unos días después empieza a sentirse mal y, siguiendo un presentimiento, se hace una prueba de embarazo que resulta positiva.
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Extras 03
Culpa~Nick.
La vi marcharse con el corazón encogido.
Olivia Temple. La futura madre de mi hijo.
Pero ella no me conoce.
Me toqué la cara donde me golpeó.
Todavía picaba.
No pude evitar sentirme un poco orgulloso por su actitud.
Sabía cuando la conocí esa noche que era una mujer diferente.
Pero ahora no puedo estar con ella, aunque quisiera.
Camino hacia mi casa y, una vez allí, saco la foto de Laura.
Me duele el pecho al ver su carita sonriente agarrada a mi cintura.
Descubriré quién me arruinó la vida.
Después de todo fue por mi culpa.
Confusión~Alberto.
No entiendo nada.
¿Porqué estoy detenido? Era una
mañana normal.
Estábamos desayunando, mi madre lanzándole insultos apenas velado a Rebecca como siempre.
Mencionando a Olivia cada vez que podía.
Rebecca me miraba de vez en cuando.
Supongo que quiere que la defienda.
Pero no me atrevo.
Mi madre tiene razón.
Olivia es mil veces mejor que Rebecca.
Pero ella es la madre de mi hijo, y debo asumir mi responsabilidad.
Entonces llegaron los agentes y me detuvieron acusándome de cosas que no entendía.
Acoso. Intento de asesinato.
¿Era una especie de burla?
Sentado en mi celda, contengo las ganas de exigir respuestas. Soy inocente y esta confusión se arreglará por si sola.
Posesión~???
¿Qué haces Olivia?
Estás equivocada, Daniel no es el adecuado para ti.
Pero supongo que es normal.
Estás sola y confundida, y él se hace el inocente muy bien.
Al igual que con ese detective de pacotilla.
No te fíes de él, querida.
No es un buen hombre.
Estoy perdiendo la paciencia.
Quiero poder tocarte, abrazarte, hacerte sentir que mereces la pena.
Ambos, tú y el bebé.
Pero primero te daré un pequeño aviso.
No toleraré más competencia.
Después de todo, eres mía.