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Plata

Plata

Status: En proceso
Genre:Amor-odio / Apoyo mutuo / Amor en la guerra / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad / Viaje a un mundo de fantasía
Popularitas:32.5k
Nilai: 5
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Noveno libro de saga colores.

El reino se tambalea con la llegada de la nueva reina proveniente de una tierra desconocida, Sir Levi, ayudante del rey, emprenderá un viaje para hacer un trato con el gobernante, Eudora, la aspirante espía, insistirá en acompañarle, una tentación a la que el sir no podrá resistirse.

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15. Los secretos del sir

...LEVI:...

Me preocupaba que supieran mi origen, si fui una pieza en su juego de guerra, entonces lo más probable es que estuvieran al tanto de mi pasado.

Las casualidades estaban de más.

Jamás conté a nadie sobre mi verdadera procedencia, la única persona que me ayudó cuando llegué a Hilaria fue quien estuvo al tanto de quien era realmente, pero esa persona estaba muerta y yo siempre cuidé de mantenerlo en secreto.

Ahora, estaba en una disyuntiva.

No creía en la palabra de Barnaby, pero sonaba tan convincente.

Mi viaje al parecer fue solo una distracción, pero lo que no me convencía del todo era que me enviaron a Floris para ganarme la confianza del Rey Adrian y luego perderla.

Así él no tendría más mano derecha que la princesa Freya.

El rey Archibald era estricto y le gustaba imponer, pero no era un conspirador o eso creí, todo lo que aprendí bajo su mando fue de ayuda en mis momentos de mano derecha de su hijo.

¿Tanto esfuerzo solo para llegar a este punto? ¿Reducido a solo ser una pieza para que el Rey Adrian aceptara unirse a la guerra?

¿Cómo podían saber que todo saldría tal cual pensaron?

Había algo más.

Tal vez el rey Barnaby estaba mintiendo, así buscaba que yo bajara la guardia y no llevara a cabo mi papel de ayudante del rey.

Necesitaba investigar.

Contaba con el apoyo de Eudora.

Ella opinaba igual que yo, había algo detrás de la guerra y era obvio.

Aunque, el punto de vista era diferente.

Yo actuaba según mi origen, permitir que el reino fuese conquistado por Barnaby me hacía sentir como si estuviese fallando a mi gente.

No podía permitir que los eliminaran, pero los tres reinos me señalarían como traidor, jamás comprenderían mis razones sin que revelara mi pasado y eso no garantizaba nada.

Sería ejecutado.

A sus ojos, un salvaje era lo peor que podía existir en el mundo, una plaga.

Ser civilizado me costó demasiado, me adapté a la sociedad, aprender el idioma, a tener modales, manejar dinero, a leer y escribir, a comprender como se manejaba el mundo de la realeza y la plebe, pero jamás pude despegarme de mis raíces.

En ocasiones, sentía el choque y quería liberarme de mis ataduras formales.

— ¿Qué sugiere hacer? — Preguntó Eudora, muy determinada.

Urge en mi bolsillo y lo saqué.

El rey lo confirmó, mi padre seguía encarcelado. Tenía que ser él.

Necesitaba liberarlo, desde hace años pensaba en una oportunidad para volver y rescatarlo.

Pensaba incluso en incendiar la fortaleza como venganza, pero ahora estaba en una posición difícil.

— Necesito que busque a esa persona — Dije, volviendo a entregarlo — Averigua donde está.

— No se si pueda, no hablo el idioma.

— Usa el interés del rey en ti, convence de que te enseñe los calabozos — Dijo y se tensó — No le enseñes el medallón, ni hables de él.

— ¿Voy a buscar a un preso?

— Es el jefe de la tribu de la que habló el rey.

Me encargué de hacer el medallón antes de que mi memoria borrara los detalles de su rostro.

— ¿Y cómo es que sabe esto? — Me preguntó, muy sorprendida, con los ojos muy abiertos.

— Te prometo que te lo diré — Dije, para tranquilizarla — Solo necesito saber en que parte se encuentra.

— ¿Cómo convenzo al rey?

— Usa tus encantos.

— No voy a seducir a ese viejo decrépito — Frunció su ceño.

— Eudora, no harás nada sucio, usa la persuasión femenina, tranquila, no permitiré que ese infeliz te ponga una mano encima — Dije, muy serio — Esto es parte del trabajo, convencer al enemigo de hacer lo que deseas.

— Pero... ¿El salvaje en que va a ayudarnos?

— Eudora, si haces esto, obtendrás tus respuestas, pero no antes de saber donde está. Confía en mí, por favor.

— Perdí un poco de confianza — Dijo y suspiré — Admito que siempre he tenido esa inquietud porque es un ser misterioso, pero se que no actuó en contra del Rey Adrian y que solo busca lo mejor para el reino.

— Es mi deber como ayudante, al igual que el Rey Adrian, yo no confío en que sea un buen acuerdo.

Pero, por mi gente era capaz de renunciar y traicionar a todos los reinos.

— ¿Usted piensa que aceptará ser parte de la guerra? — Preguntó.

— No lo sé, si la reina Freya es lo suficientemente persuasiva, puede que lleguemos a la Floris teniendo nuevas normas y alistando hombres para pelear por un reino que no les concierne.

Era una posibilidad.

— Entiendo, haré lo que dice — Dijo, guardando el medallón en su bolsillo — Volveré a la habitación, no quiero que descubran que no estoy y sospechen.

Se giró.

La tomé del brazo — Espera.

Me observó con desconcierto.

— Dígame.

— Por favor, continuemos con lo que dejamos sin terminar — Dije, realmente lo necesitaba.

Ella se sonrojó.

— Lo lamento, estaba dolida y molesta, aún lo estoy un poco, pero usted me entrenó con esmero, me gusta ser Escucha y quiero seguir trabajando por el reino.

— Me refería a lo que tenemos nosotros dos...

— Sí también me gusta eso, lo haré, volveré a ser su felina.

Solté un jadeo, emocionado.

Me incliné y alcancé su boca, besándola con hambre.

Se aferró a mi abrigo, temblando y jadeando.

Nuestras lenguas se rozaron.

Me aparté.

— Necesito domar a mi felina.

— Luego...

— Tiene que ser pronto — Encajé mis ojos en los suyos, mientras tocaba sus labios con mi pulgar — He esperado mucho.

— Soy tuya y no me opondré.

Mi miembro se endureció con fuerza.

— Iré a tu habitación en la noche — Respiró agitado y la volví a besar — Te domaré entera, te has rendido ante mí — Toqué sus mejillas.

— Lo necesito — Admitió.

— Nos concentraremos en la misión y por la noche te domaré.

Asintió con la cabeza y la dejé marcharse.

Suspiré pesadamente.

En realidad esto no era una fantasía o un juego perverso, venía de mi origen salvaje.

En mi tribu no existía la unión matrimonial, ni siquiera los enlaces simbólicos.

Era un ritual y una lucha.

Las mujeres esperaban arrodilladas dentro de las cuevas o carpas, siendo nómadas dormíamos donde pudiéramos hacerlo.

 Los hombres acudían con sus látigos de piel para elegir.

La mujer que mostrara más sumisión era la más elegida.

Si dos o más hombres la reclamaban, peleaban entre ellos por la dama, se golpeaban y herían con huesos hasta que quedaba uno en pie.

Tomaba a su hembra frente a todos. El resto debía esperar para demostrar su valía frente a las demás hembras.

Los dioses debían bendecir las uniones, la primera pareja era la elegida, un círculo de fuego se encendía, en medio permanecían los dos individuos.

Ella daba vueltas alrededor del hombre, postrada sobre sus rodillas y manos, él le daba de latigazos unas cinco veces hasta que la mujer se detenía, acostándose sobre su estómago.

El hombre empezaba a desnudarla y la embestía mientras la tribu presenciaba la bendición de la unión.

Después de eso, no había más unión entre las parejas, había que esperar el favor de los dioses, la nueva vida que se avecinaba era la que importaba.

Desde niño observé como se llevaba a cabo el ritual de posesión.

Para mí, eso era normal, era lo que necesitaba, por eso busqué alivio en mis cadenas, mis fustas y mis ataduras, mis felinas que me recordaban a las mujeres de la tribu y a su rendición voluntaria.

Pero, a diferencia de mi tribu, yo fui corrompido por el placer que la posesión me producía, era esclavo de ello y no podía dejarlo de lado por mucho tiempo.

No lo usaba para concebir, ni siquiera recitaba las plegarias a los dioses para que hicieran el milagro de engendrar, no era mi intención, era puro deseo de domar.

Era mi lado salvaje saliendo a flote.

Me sentía decepcionado de mí mismo.

Abandoné todo lo que creía correcto, oculté todo sobre mi origen y me volví un ser manejable, dependente de riquezas y poder.

No conocía nada de eso, no lo necesitaba, pero me volví un civilizado y dejé al mundo regir mi forma de ser, ahora estaba atrapado entre reglas y normas, estaba manchado por la sociedad y sus sucias acciones.

No era ese salvaje libre.

Solo podía ser yo mismo siendo el domador de pequeñas criaturas como Eudora.

O mejor dicho, siendo el domador de Eudora.

Porque ella se había vuelto lo único que necesito, deseaba verla caminando a mi alrededor como gata en celo, como las mujeres de mi tribu, solo que yo quería poseerla una y otra vez, domarla hasta estallar.

...****************...

La cena estaba aburrida, era un simple trozo de carne de lobo sobre un plato sucio, con un poco de tubérculo de dudosa procedencia.

Comí el tubérculo por obligación.

No toqué la carne.

Eudora comía en silencio.

Albert también.

El resto de la tripulación estaban en otra área, no tenían el privilegio de comer con el rey Barnaby, al fin sentía algo de envidia hacia ellos.

— ¿La carne no le apetece? Sir Levi — Dijo el rey.

— Prefiero el pescado.

— Un mes aquí y su refinada lengua se volverá menos quisquillosa.

— No me quedaré un mes — Elevé una ceja.

La carne roja me traía desagradables recuerdos.

— Ciertamente, pero su gente parece menos exigente con la comida y muestran más respeto ante mi generosidad — Dijo, observando hacia Eudora y Albert.

— Gracias por la comida, majestad — Eudora sonrió.

— Está deliciosa...

— Son porciones que pudieron darse a mi gente — El rey interrumpió a Albert.

— Dele mi carne a uno de los suyos — Dije, alejando el plato.

— Por supuesto, no se va a desperdiciar.

— Me llama la atención que el resto de sus hijos no este presente — Comenté, observando las sillas vacías.

— ¿Cómo sabe qué tengo varios hijos?

— Comentó que la princesa Freya es la menor, es obvio que tiene más.

— Solo tengo tres hijos, una marchó con Freya como su sirvienta y mi hijo mayor está custodiando las murallas, a él le apasiona cazar salvajes — Dijo y no mostré nada en mi expresión.

Esperaba que su rostro siguiera marcado por el rasguño que le hice.

El hijo mayor de Barnaby era otro ser en mi lista de enemigos.

— ¿Por qué la otra princesa le hace de sirvienta?

— No tenemos recursos para tantos sirvientes, mi hija es algo revoltosa y la envié como castigo con Freya.

Tal vez la envió como espía.

— En Floris hay cierta inquietud con la princesa Freya, los súbditos están un poco nerviosos por su aspecto.

— ¿Aspecto? — El rey frunció el ceño — Mi hija es agraciada, es la más hermosa criatura de este reino, muchos desearían su belleza ¿Qué clase aspecto consideran bello en Floris?

— El problema no es su belleza.

— Entonces explíqueme — Ordenó con inquietud.

— Es su parecido con la reina Vanessa, la esposa anterior del Rey Adrian — Dije, bebiendo el agua caliente que me ofreció un sirviente, era asqueroso.

— ¿Un simple parecido les inquieta?

— No es un simple parecido, parece una copia exacta, solo que más joven y no se si este al tanto de lo que pasó con esa reina, ella era una tirana cuyos actos aberrantes mantuvieron al reino en desesperación y auxilio.

— No conozco esa historia, pero me parece absurdo que les dé miedo solo porque se parece a una reina loca — Dijo el rey —No es mi culpa que el Rey Adrian sea tan malo eligiendo.

— No fue una elección, también fue un acuerdo, el rey Archibald arregló el matrimonio, así que esto es tan similar que resulta bastante inquietante — Gruñí, con mis ojos estrechados.

— No tengo idea de a dónde quiere llegar.

— No creo que sea una casualidad — Elevé una ceja — Si quería un mensaje, está bastante claro.

— Ya que terminó de comer, debería retirarse y usted también capitán.

Albert tragó bocado — No he terminado de comer...

— La señorita Eudora se quedará un rato — Dijo el infeliz y observé a Eudora, ella se tensó — Me es más agradable la compañía femenina.

No me gustaba nada, pero era la oportunidad perfecta para que ella pudiera persuadir al rey.

— De acuerdo con usted, majestad, me siento cansado así que me retiraré, el capitán también lo hará — Dije y Albert soltó el tenedor de mala gana.

Nos levantamos y salimos del comedor.

— ¿Por qué dejas a Eudora con ese viejo? — Preguntó Albert, en el pasillo.

Caminamos hacia nuestras habitaciones.

— Es parte del trabajo.

— ¿Qué trabajo?

— Estoy investigando más sobre este rey, si quieres ayudar, entonces colabora.

— No confío en ti — Dijo y le lancé una mirada de reojo.

— Podría mencionar tus grandes hazañas al rey Adrian, pero ya que no necesitas nada...

— Lamento ser grosero, por supuesto que quiero ayudar, este lugar me da mal aspecto.

— Bien.

1
lu
obvio que escuchó, por eso se sintió más emocionado
lu
la saga es muy buena
Yise
Golozaaaaaaa aissshhh q calorrrchh q capitulo más intenso ufffffff mira q jiros más bruscos e inesperados dio, pero me encantó....... Eudora bb cosita rika debes estar agradecida q has atrapado a esa fiera solo para tí, así q ve con calma q ya ese macho pecho peludo espalada plateada es tuyo todo tuyo. Golozaaa /Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle/
Blacina Calvo Fernández
Excelente historia. Poco a poco Eudora ha ido enamorando a Levi.
Yilli Paola Soto Nuñez
claro que escucho y por eso se prendió más que no se resistió y sembró la semilla en ella cuando quieran regresar van llegar con un nuevo integrante en el barco
Sol
si escucho pero no sabe cm reaccionar a esa palabra q significa mucho
Marcela Lopez
está emocionante 🥰
Mary Ney
Escritora dele a Albert una buena esposa,, se la merece, har sir ya estas enamorado creo que escuchaste Eudo el Te Amo/Smile/
Laura Ojeda
me encanta autora gracias.. creo que Levi y Eudorita van a ser padres si siguen así....
𝓔𝓶𝓪𝓷𝓭𝓮𝓻 🖤
👁️👄👁️ yo al ver que Levi le dió como cajón que no cierra y le echó sus bendiciones a 10 meses de llegar a Floris 🤣🤣🤣 Probablemente haya bebé salvajito nuevo❤️💖
Nella Reyes
claro que te escucho sólo que no sabe como decir la palabra aún pero de que la siente la siente... sino no se hubiera derramado en ti.... apuesto a que deseo en silencio poner la semilla de un bebé en tu vientre
Daiana Ibarra
Albert de cada lugar quiere un recordatorio ahora quiere a l salvaje q le pida al rey como pago x su trabajo
Daiana Ibarra
cuando lleguen al rey van a llegar con un bebé recién nacido si siguen asi
Nella Reyes
Eudora eres una heroina, no sólo salvaste a la guerrera, también a las mujeres y niños que iban a ser asesinados y por último salvaste a tu suegro... tienes un corazón de oro puro así que Levi debe estar además de Enamorado, orgulloso que no cabe en su pecho la mujer fuerte que eres
Orozco Beatriz
si escuchó, solo que se emocionó y te dio como cajón de gabeta mal colocado 🤭🤭
Eliana Cardona
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Eliana Cardona
Que emocionante es esto 👋👋👋
Faveamny Calderon
naaaa si te escucho querida pero típico de los hombres hacerse los sordos para no te er que demostrar sus sentimientos o aceptar que cayeron en las garras de cupido 🤭🤭🤭🤭
Melissa Janeth Basilio Polo
gracias , gracias por actualizar ....moría de la impaciencia por leer otro capítulo 🥺
Ana Parra
uyyy sir Levi gota a gota se llena el cántaro y Eudora tiene paciencia de doncella
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