Luna Cáceres quedó embarazada por confundir su laxante con el afrodisíaco de su amiga. ¿Con quien estuvo? No tiene idea. Lo único que sabe es que fue un maldito español que se aprovechó de su predisposición cuánto quiso.
Aquel español es el hijo de su padrastro, a quien conocerá por la boda en que sus padres sellarán su amor.
Ellos no se reconocerán, pero el español tiene un gran problema que le impide relacionarse con cualquier mujer, pero que curiosamente no le impidió estar con Luna.
¿Qué ocurrirá cuando él sepa que aquella noche inolvidable fue con su hermanastra? ¿Cómo reaccionará ella al saber quién es el padre de su hija?
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¡NO LO SE! - ADN
NARRADOR
Luna entró a la habitación de su madre y creyó que ella le hablaría sobre algo referido al color o a querer agregar algún detalle en las paredes, pero se equivocaba.
-Cielo me preguntó por su padre- Luna palideció porque creyó que su hija no preguntaría hasta que fuera mayor
-¿Qué fue lo que le dijiste?
-Nada. ¿Qué podía decirle si yo tampoco lo sé?- Luna sintió la voz de su madre cargada de reproche e intentó salir de la habitación antes de que le hiciera preguntas
-Hiciste bien. Le daré respuestas cuando crezca
-Dime quien es el padre de mi nieta- Su voz parecía una exigencia
-No lo haré- Se negó en rotundo aún queriendo irse
-¡No te estoy preguntando, Luna. Te estoy pidiendo que me lo digas. Te apoyamos y te ayudamos sin cuestionar, pero pasaron años y merezco saberlo. ¡Soy tu madre!- Pablo escuchaba todo aguardando una respuesta. También le interesaba saber por qué había tanto misterio sobre eso
-¡NO LO SE!- Gritó y comenzó a llorar por tener que decirle eso a su madre- ¡NO SE QUIÉN ES ÉL. NO SE NI SU NOMBRE Y NO QUIERO SABERLO!
-Entonces...- Su madre no sabía que decir. Veía en su hija absoluta sinceridad
-Yo no estaba bien, todo fue mi culpa. No sé quién es él, estuve con un extraño. Cielo es mi responsabilidad y no necesita a su padre- Sentenció y se alejó
Pablo la vió pasar como alma que lleva el diablo secando sus lágrimas y minutos después su madrastra se fue a servir la comida.
-Que tengan buen provecho- Se fue a su habitación sin probar bocado. También se notaba que había llorado
Eduardo comió en silencio y Pablo hizo lo mismo. La única que habló sin parar fue Cielo.
-La llevaré con Luna- Pablo le habló a su padrastro
-No te metas. Lo mejor es dejar que Luna se calme- Aconsejó
Pablo llegó con la niña y entró a casa de su hermanastra sin golpear. Puso caricaturas para la niña y fue al cuarto de ella.
-¿Estás bien? Traje a Cielo, ya cenó con nosotros y tiene un poco de sueño
-Gracias- Salió del cuarto y fue a lavar su rostro
Cuando Luna salió del baño y vio a su hija le sonrió para que no se diera cuenta de lo mal que se sentía.
Pablo notó la tristeza de ella y volvió a casa. Luna no era una mujer que se mostrara vulnerable.
(......)
Varios días pasaron y todo pareció estar bien, aunque Luna se mantuvo tan alejada como pudo por vergüenza.
Pablo, por momentos pudo acercarse y compartir una cerveza.
-No le decía a mi madre porque no quería que me mirara diferente. Imagino que está desilusionada- Ella rompió el silencio. Sabía que él había escuchado todo
-No creo que tengas razón. Creo que debiste decirlo antes. Es natural que ahora se pregunten por qué no confiaste en ellos- Expuso con calma su punto de vista
-Es lo mismo. Todos se preguntan y todos cuestionan. No necesité un mes de locura para que llegara Cielo, con una noche fue suficiente y agradezco no recordar todo lo que pasó
-Ahora que saben la verdad dejarán de hacer preguntas. Deberías relajarte un poco- Aconsejó
Pablo pensó en esa conversación aún cuando Luna hacía horas que se había ido a dormir. ¿Sería por aquella noche que ella bebia muy poco? ¿Tanto se habría embriagado para estar con un extraño?
Todo volvió a la normalidad algunos días más tarde. La incomodidad de Luna parecía disminuir gradualmente y cuando su madre le preguntó por qué no recordaba nada, ella le había pedido que respetara su privacidad.
Lauren había pasado una noche ardiente con Manuel justo antes de que él volviera a España. Él le había dicho que le enviaría un boleto cuando tuviera tiempo libre para ser su guía turístico y ella había aceptado con gusto.
Pablo estaba considerando ir a trabajar con Mark. Creía que Luna era una muchacha bastante complicada y más aún con lo referente al padre de la niña. Él creía que tuvo una mala experiencia y que por eso no confiaba en nadie lo suficiente para permitirle acercarse. ¿Para que se mantendría cerca de ella? Se excitaba y sufría las consecuencias después. Además, nunca había podido ni besarla, así que no tenía sentido alguno estar sufriendo en vano.
Su plan de viajar para hablar con Mark cambió cuando Manuel lo llamó y le pidió que fuera a una dirección. No entendía por qué lo había dirigido a un laboratorio.
-Quiero que mires el resultado, es tuyo- Pablo lo llamó cuando tuvo en su poder el sobre y Manuel le pidió que lo abriera
-¿Mío?
-Mande a analizar dos muestras e hice un ADN. Mira el resultado y dime cuál es- Pablo lo abrió sin entender de quién podía ser la otra muestra
-99.9% de compatibilidad- Dijo desconcertado
-Mira de quién es la otra muestra- Pablo sintió que le faltaba el aire de repente
-Cielo no puede ser mi hija- Negó confundido
-¿No puede? Luna y su amiga estuvieron en el mismo hotel que tu en la noche que debiste recibir un masaje. El hombre con el que estuvo, es español y usa tu perfume, de allí su aversión a varias cosas. No volvió a viajar allí y esa noche quedó embarazada, ¿También creerás que todo fue una casualidad?- Cuestionó revelando todo lo que había descubierto gracias a Lauren
-Ella no me dijo nada
-No te recuerda, no te vio ni tu a ella. Tu hechicera estuvo contigo todo este tiempo y eso termina de explicar por qué con ella si y con otras no- Concluyó Manuel
-¿Que haré ahora?- Miró el resultado aún sorprendido
-Eso lo decidirás tu. No esperarás que además de descubrir lo que tu no, además tenga que solucionarlo- Pretendió bromear y luego colgó para que Pablo procesara la impactante noticia
Pablo volvió a casa y vio a Cielo. Ella tenía sus ojos, su misma alergia, algunos gestos. Comprendía por qué existían similitudes entre ellos.
Luna, su hechicera, con quién pasó la mejor noche de su vida. Su cuerpo la reconocía, pero su mente no había podido hacerlo. ¿Cómo le daría esa noticia? ¿Cómo le diría al nuevo matrimonio que el padre ausente de Cielo era él?