Casada por dos años con un hombre que pensaba que la amaba, pero luego este le fue infiel y decidida se divorció, se fue del país y comenzó otra vida lejos de ese mal recuerdo.
Sin imaginar que se encontraría con un problema...
Viviendo en otro país, lo primero que hizo fue ir a un bar, tomar quién sabe cuantos tragos de tequila y un par de margaritas, termina teniendo una aventura de una noche y luego se fue sin decir una sola palabra.
Después de ello su familia busca casarla, pero antes la hacen firmar a ella y futuro esposo un contrato el cual establece que sí alguno de los dos era infiel, el divorcio sería inmediato y además de tener que pagar una indemnización que era el equivalente al valor de ambas empresas familiares.
Firmaron. Ella trataba de olvidar aquella aventura, mientras que él buscaba con desesperación hacerle saber a ella que él era el hombre al que le había dado el mejor sexo de su vida y que su aventura no es un error, si no un perfecto error.
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Capítulo 18
SOFÍA
Había llegado a casa luego de haber terminado finalmente mi libro, estaba muy contenta por ello. No estaba Dmitri en casa, pero le había enviado un mensaje de camino a casa, no recibí respuesta y supuse que estaba ocupado. Entonces recibí otro mensaje, era un número desconocido.
"Tu prometido no es quien crees que es, sí dudas de mis palabras, ve estos documentos y fotos, incluí un video sí aún dudas de mi palabra..."
Me pareció extraño al principio y luego pensé que era otra nueva clase de estafa. Pero nuevamente volví a recibir el mismo mensaje, aunque ese segundo mensaje, que decía:
"¿No me crees? Entonces ve esto..."
Me envió un audio de Dmitri planeando todo, desde el momento en que mi Tío cometió el fraude, hasta el punto en que hizo que nos comprometiéramos, lo escuché todo, absolutamente todo. En ese momento no lo creía, no podía, simplemente no.
Me derrumbé, comencé a llorar desesperadamente rogando a dios porque aquello que acababa de oír era falso, pero luego de un rato dejé de llorar y vi los primeros mensajes que había recibido, abrí los archivos y al leer el contenido todo tuvo sentido.
Miré las fotos y fue entonces que me derrumbé nuevamente y comencé a llorar otra vez, era la segunda vez que me rompían el corazón, con la única diferencia en que fue de la peor forma posible.
—¡¡¡AAAHHH!!!—Grité. Grité tan fuerte que pensé que algún vecino vendría a ver qué estaba sucediendo. Pero eso no pasó y simplemente seguí llorando, gritando hasta que finalmente el cansancio me derrumbó por completo y eso me hizo sentir tan patética y miserable que ni siquiera pude darme cuenta de la mentira en la que estaba viviendo.
Por segunda vez me dejé engañar, manipular y sobre todo dejarme llevar por un hombre que creí que era honesto, incapaz de hacerme daño de la peor manera, que realmente me respetaba y, sin embargo, no fue así.
Me senté en el sofá pensando en cada palabra, cada gesto, acción por parte de Dmitri y luego de haberlo analizado durante varios minutos me di cuenta de que todo lo que había leído, visto en aquellas fotografías... me hizo caer en la cruda y triste realidad.
—Fui muy tonta, muy tonta...—Dije con deseos de volver a llorar, pero no lo hice. Decidí que no iba a llorar más por ningún otro hombre, estaba harta de llorar.
Cuando estaba a punto de irme a hacer mi maleta fue entonces que Dmitri llegó, temía tanto preguntar y aun así lo hice. Discutimos y al final me fui de la casa ignorando sus súplicas y gritos desesperados.
Estando en el auto con Elsa, ella no dijo nada y siguió conduciendo. Quería llorar, pero no podía llorar, ya no podía hacerlo más. Me había quedado sin lágrimas, llorar ya no servía de nada.
Luego de unos minutos aquel silencio incómodo e incesante, la voz de Elsa me sacó de mis pensamientos.
—¿Cómo te sientes?—Me preguntó tratando de sacarme de mi trance.
—Me siento peor que la primera vez que me divorcié. Nunca creí que volvería a sentir este dolor en mi corazón, no se compara a lo que me hizo Sebastián con Susana, para nada. Me duele tanto... que haya sido capaz de usar el delito de mi Tío a su favor para hacerme su esposa, con el pretexto de ayudar a la empresa de mi familia—. Elsa no dijo nada y simplemente tomó mi mano un momento para confortarme y luego siguió conduciendo.
—No puedo decirte que estuvo bien lo que hizo, es cierto. Pero... es innegable el hecho de que te ama y eso... no es algo que él haya planeado.
—Elsa, por favor..., ya no puedo con más mentiras, lo amo y al mismo tiempo lo odio por mentirme—. Expresé enojada y triste a la vez.—Lo peor es que... no fue honesto conmigo o por lo menos pudo haber hecho las cosas de forma diferente. Pero no fue así. Llamaré a mi abuelo mañana y le diré que se cancela la boda y todo lo que tenga que ver con ello—. Dije con decisión.
—Haz lo que creas que es mejor. Por el momento iremos a mi departamento y después de eso podrás pensar mejor las cosas, no te precipites—. Elsa tenía razón, pero debía decirle a mi abuelo la verdad antes de que se enterara por alguien más que no fuera yo.
Pronto sentí mucho sueño y me dormí sin darme cuenta, estaba muy cansada y deseaba que todo lo que me estaba sucediendo fuera un sueño o una pesadilla, sin embargo, eso no era posible porque la realidad siempre nos golpea desde lo más profundo hasta hacernos estallar y perder la razón, haciéndonos darnos cuenta de que el dolor del mundo real era realmente... cruel y despiadado a tal punto en que te hace reflexionar sobre tantas cosas hasta llegando a tomar decisiones nos hacen más fuertes o más vulnerables a situaciones más y más complicadas.
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