Reencarne En La Bruja Blanca

Dayana: (no solo me gusta, me encanta) si me gustas, pero creo que tú no estás acostumbrado a alguien como yo

Draco: ¿a qué te refieres mi hada?

Dayana: mira papucho yo no soy de esas mujeres que andan detrás de un hombre mendigando o rogando atención, soy más del tipo que si hablas y eres claro conmigo nos llevaremos excelente, si es todo lo contrario y siento que estoy sobrando pues fácil, agarro mis cositas y me voy

Draco: (¿irse? Está bien loca si cree que ella puede huir de mi) mi hada tienes que tenerme paciencia si, y no digas esas cosas de irte, no puedes ir a ningún lado sin mí, tu lugar es estar a mi lado hasta hacernos viejitos

Dayana: (mi papucho es de lo más tierno) de acuerdo, pero no te desvíes del tema, la verdad si me gustaría saber que paso con mis suegros para poder entenderte mejor

Draco: se escucha tan bien que de tu boquita preciosa salgan esas palabras

Dayana: concéntrate

Draco: mis padres al igual que yo siempre le han servido a la corona, pero eso iba a cambiar hasta que mis padres fallecieron, ellos fueron unos padres amorosos, en pocas palabras unos padres maravillosos, de cierta manera mis suegros me acuerdan un poco a mis padres por la manera en como te protegen y demuestran su amor, yo iba a cumplir los 16 años, mi padre se había encargado de ser mi maestro en la espada, él era un guerrero nato, tenía una fuerza brutal la cual yo le herede, también era un buen estratega.

Las cosas no se encontraban muy bien con el imperio de Celion, ya en ese entonces existían los rumores de una posible guerra, si eso ocurría nuestro ducado al estar en la frontera se vería bastante afectado, ese día recuerdo que íbamos rumbo a la capital, mis padres iban a recibir el nuevo decreto imperial, mi padre como un favor especial por sus servicios había solicitado su baja del ejército imperial, él quería dedicarse completamente a nosotros, de un momento a otro nos atacaron los bandidos, fueron muchos tantos que mi padre al verse acorralado me escondió, nuestro coche tiene un vagón especial para este caso de emergencias, y solo lo conocen pocas personas, el me obligo a entrar ahí y me hizo prometer que no saldria por nada del mundo, yo no quería pero a al final al ver las suplicas de mi madre tuve que aceptarlo, paso un rato y ya no se escuchaba alboroto así que decidí Salir, mis padres y todos los guardias que nos acompañaban ese día estaban muertos, los mataron de una manera salvaje y cruel, el dolor e impotencia que sentí fue mucha, tal vez si no me hubiese escondido ellos estuvieran vivos

Dayana: (siento que estoy olvidando una parte muy importante de la historia) lo siento tanto, pero eso no fue tu culpa, tu aun eras un niño

Draco: no era un niño, ya era un hombre el cual pudo haber defendido a su familia

Dayana: (se me olvida que acá después de los 14 ya se consideran adultos) ¿y luego que paso?

Draco: llegue a la capital a informar lo que paso, lleve algunos de los bandidos algo me resultaba inusual y es que ellos tenían un escudo de águila en la ropa que llevaban, cuando el emperador se enteró me dijo que esos eran soldados de Celion, seguramente se habían enterado que mi padre era un gran guerrero y sería una piedra en sus zapatos al declarar la guerra, yo estaba lleno de un odio que me cegaba, así que le pedí un año al emperador para terminar de prepararme e ir a la guerra en nombre de mi padre, el al principio se negó, luego de tanta insistencia de mi parte acepto, por esa razón me fui a la guerra para vengar a mi familia

Dayana: sé que perder a tus padres no fue fácil, ¿pero porque te dejaste consumir por el odio?

Draco: (unas lágrimas traicioneras rodaron por mis mejillas) mi madre, el... ella estaba embarazada