Diana, una joven de veintitrés años, se casa con el chico de sus sueños, pero él solo se casa con ella para recibir una herencia, ya que sus padres no aceptan a la mujer que ama y de paso está desapareció.
La boda se celebra y ellos deciden intentarlo y las cosas salen muy bien, ella sigue con su carrera de diseño que empezó a los 17 años por ser una excelente alumna, el tiempo pasa y la ex del joven regresa después de casi dos años, inventando una serie de mentiras para justificarse dejando a nuestra protagonista como la culpable de todo.
Allí empieza el sufrimiento de nuestra querida Diana, a quien el maltrato de su pareja la deja sin sueños ni ganas de superarse, termina a sus veinte años la universidad y de allí se lanza al abandono, hasta que su esposo le pide el divorcio, ya que el contrato de cinco años se venció, para poder casarse con la mujer que ama.
Podrá diana, unir los pedazos que quedan de ella e irse o luchará por el amor del hombre que ama ahora que está embaraza
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Dia entre amigos.
Diana
Volteamos a ver a Laila quien está molesta por qué Leandro quiere casarse ya en el registro civil y ella piensa que yo soy la reina de Inglaterra y necesito casarme como tal.
— Mi amor no es necesario la prisa y no porque quiera una gran boda, sino por qué confiaré en lo nuestro mi vida.— le digo tratando de evitar que Laila golpee a su hermano.
—Mi princesa, yo te prometo la boda más ostentosa de todas, pero cásate conmigo, casi me dejas, necesito atarte a mí.— Dice Leandro y yo me río.
— Estás loco, mi amor no hay prisa.— digo y lo abrazo.
— si ogro deja tus traumas solo mantén a tu amigo en tus pantalones y listo mi amiga jamás te dejará.— dice Leila.
— ¡Leila!— decimos los dos al unísono y está se ríe.
— Está bien, pero de que te ato a mí lo hago.— dice mi amor mu divertido.
— mejor salgamos hoy de paseo al campo, la playa, un lago que les parece.— Pregunta mi hermano feliz.
— Me parece genial, ahora vamos a arreglar todo amiga.— dice Laila jalándome con ella.
— Okay te amo amor, llamaré a mi amigo para ir.— dijo Leandro antes de que yo fuera llevada por Laila.
Al llegar a la habitación mi amiga me dice.
— Que te sucede Diana, mi hermano te ama, lo tienes en tu palma y vas a permitir que tu boda sea en un registro, ay no._ No pude evitar reír por su comentario.
Nos vestimos y preparamos todo para pasar un dos en una casa de playa de Leandro, sus padres no quisieron venir, solo fuimos la niñera, mi bebé, Leandro y yo.
Subimos al y llegamos a la casa de la playa, era hermosa, muy abierta y muy iluminada, ya que todo era de vidrio, grandes escaleras, una hermosa piscina y la maravillosa vista al mar era lo mejor.
La niñera lleva al niño su habitación por el hecho de que está profundo mientras Laila y yo caminamos hacia la casa, pero doy levantada por unos brazos divinos al ver quién es, Leandro me sonríe para entrar hasta la casa, llegar me baja y me besa a Laila le pasa exactamente igual solo que ya está adentro de la casa y quién la levanta es Danilo.
— Bájame idiota.— le grita mientras lo golpea y este con ella en brazos corre a la playa y la lanza.
Escucho los gritos de Laila y miro a Leandro para después besarlo.
— Creo que te quedarás sin amigo.— le digo sonriendo.
— Nah, más bien creo que me quedaré sin hermana.— Voltea a ver hacia la playa y no boca se abre en manera de sorpresa.
— qué...— fue lo que dije al ver a Laila besando a Danilo, pero eso, duro poco una cachetada, ese dejo escuchar y Leandro y yo reímos.
— Igual eres mi novia, ya abra más besos.— grito Leandro tras Leila, quien subía furiosa las escaleras.
— Sigue soñando neandertal.— dijo está y subió.
— Leila, a hola Diana con permiso.— Dijo corriendo detrás de Laila.
Leandro negó con su cabeza y sonrió para luego llevarme esta vez a mí en su hombro hasta la Playa.
— Ahora nos toca a nosotros.— Mascullo metiéndose conmigo en el mar.
Quede toda empapada, pero solo me reía, estaba feliz, estaba con el hombre que amaba y me sentía muy bien.
Pasamos un rato en el mar dándonos cariño y mucho amor hasta que me llevo a cambiar, tenía Muchas dudas, lo que pasó con Edgar me tenía a la defensiva pero debía superarlo.
Ahora estaba viviendo ese sueño que tenía con Edgar, solo que yo no sentía nada por él, ahora Leandro era mi presente y al parecer mi futuro.
Entramos la habitación y una vez vestidos salimos hacia el comedor y allí están Laila y Danilo ya sentados.
— Y cuando se casan.— Pregunta Leandro riendo.
— Idiota— escupe Laila
— si quieres la hacemos doble hermano, te parece mi amor.— le pregunta Danilo.
— verdad que eres digno amigo de Leandro, yo no he recibido ninguna propuesta.— espeta Laila alzando una ceja.
En eso entran unos mariachis y empiezan a cantar, miro a Leandro y este niega, veo a Danilo y esté se pone a cantar quitándole el sombrero a un mariachi y luego le pide de rodillas matrimonio a Leila.
— Mi mocosa odiosa te quieres casar conmigo.— Está de tapa la boca y asiente.
Danilo la carga y la gira y ella no para de llorar, luego me abraza y también empiezo a llorar.
Luego de eso los tortolitos fueron a pasear y yo subí con Leandro a la habitación de Rafita.