Obsesiones Y Tentaciones

...MARIELA MELLER...

Al acabo de unas cuantas noches trabajando pude ahorrar una buena suma de dinero, varios clientes comenzaron a pedir que les baile en privado y eso tiene un costo aparte, además de lo que ellos mismos me dejan como propina.

No es el trabajo que más me gusta, en resumidas palabras me estoy desnudando por dinero. Me he vestido de diversas formas y para cada show privado el cliente escoge qué es lo que quiere que la bailarina elegida use para él.

Hice diferentes shows, pero hubo uno en particular que me hizo sentir ese terrible presentimiento, no sé por qué. El cliente se quedó sentado en la parte más oscura del cuarto impidiendo que pudiera ver su rostro, no supe si era joven o no. Lo único que escuché fue su voz y eso me dio ganas de correr lo más lejos posible de él, me causó muchísimos más escalofríos de lo que había sentido antes y apenas si dijo unas pocas palabras.

-Volteate- fue lo que me pidió al acabar de bailar

Su voz era demasiado gruesa, no aparentaba tener muchos años pero seguramente tenía varios más que yo. Escuché sus pasos acercarse al lugar donde yo estaba y después alejarse.

-Ya puedes voltear- me dijo y pude ver que había dejado una buena suma de dinero donde antes estaba bailando

Creí que él por dejar tanto dinero me pediría algo más que un baile pero solamente se quedó en silencio esperando que yo hiciera algo.

-Es tú paga, puedes retirarte mariposa- mencionó y no necesité que me lo dijera dos veces, solo tomé el dinero sin siquiera contarlo y me fui rápidamente a donde debía de cambiarme

Me sorprendí al descubrir que me había dejado mil dólares como propina. Revisé el dinero y no había billetes falsos, no podía creer haber recaudado tanto en un solo baile, pero me alegraba demasiado.

Esa noche salí del club y pedí un taxi que me llevara a casa, no era seguro estar hasta altas horas en la calle y con una buena suma de dinero como la que yo tenía. Llegué agotada directamente a dormir, había planeado ir al día siguiente a almorzar con mis amigos y necesitaba descansar.

Escuché que golpearon varias veces la puerta y eso me hizo despertar. Cuando fui a ver quién era me encontré con Tiziano vestido casual, yo no comprendía qué hacía en casa.

-¿Dormías a esta hora?- yo solo bostecé en respuesta y me aparté para dejarlo pasar

-¿Que hora es? Si no venías te aseguro que seguiría durmiendo- volví a bostezar

-Es casi hora del almuerzo, ¿Así duermes?- me miró de arriba hacia abajo un poco sorprendido porque yo estaba usando una playera que me quedaba hasta la mitad de mis muslos

-Si pero no suelo abrir así, a menos que alguien esté muy insistente queriendo despertarme- respondí intentando no sentirme incómoda porque mi doctor me había encontrado prácticamente en bragas

-No deberías abrir así, si fuera un pervertido o peor, puedes imaginar lo que sucedería- tenía razón pero yo dormida no soy precisamente razonable y más si me dormí muy tarde

Entendí lo que él me estaba diciendo, tenía toda la razón.

-Empezaré a usar también un pantalón, voy a cambiarme- me dirigí al cuarto y maldije mi mala suerte, siempre con Tiziano me ocurren cosas muy embarazosas

-Lindo antifaz- me dijo sosteniendo entre sus manos el que había usado la noche anterior

Maldije hacia mis adentros, no debo dejar los antifaces en cualquier sitio porque en caso de que alguien venga y casualmente vaya a ese club podría descubrir que soy Mariposa y eso es algo que debe de quedarse en secreto solo para mí.

-Lo tenía hacía mucho tiempo, de una fiesta de disfraces a la que fui- justifiqué sacándosela de las manos

Agradezco que el no fuera alguien que frecuenta clubes nocturnos, sino no sabría como mirarlo a los ojos de nuevo. Seguro creería que vendo mí cuerpo por dinero sin que eso sucediera.

Nos fuimos después a casa de Ángeles y Jacob para almorzar. Al llegar allí me sentí más tranquila porque con Iker como centro de atención nadie preguntaría algo que pudiera ponerme incómoda. Mis amigos solo hablan de él y de como es de agotador y hermoso tenerlo en sus vidas.

Cuando mí amiga fue a cambiarle el pañal al niño me llegó un mensaje de Alejandro desde otro número preguntando si podíamos vernos y pidiendo saber que era lo que estaba haciendo.

-¿Te tomarías una foto conmigo?- le pregunté a Tiziano quien miró mi teléfono y vio el texto

Se me ocurrió hacer algo besándonos pero no quería traerle problemas a Tiziano sabiendo que está en una relación con alguien, así que me paré delante de él para que simplemente me abrazara desde atrás. Él no sólo me abrazó sino que me dió un beso en el cuello haciendo que en la foto saliera sonrojada.

Los besos en el cuello son una de mis debilidades y al hacer tango tiempo que no tengo un nombre en mi vida, no puedo evitar que algo dentro de mi se agite. Me alejé de él unos centímetros para que no se diera cuenta de cuánto podía afectarme algo así y tomé otra foto más para mandársela.

-Cuando quieras mi ayuda me lo dices- sonrió y fue a buscar su copa mientras que yo fui al baño comprobando que algo tan mínimo había provocado húmedas reacciones, necesitaba estar con alguien pronto