Ya No Más...

Ya ha pasado casi dos meses desde él enfrentamiento con Azrrael, pero los planes están siendo bien armados para no fallar, así que Karina decide ir a su ducado para hablar con Inés.

En la mañana temprano un carruaje se dirige hacia el ducado Valdier, en este iba Karina y su inseparable Akin pues era un meloso de primera sin contar que su nivel de celos y posesividad eran exagerados.

Ducado Valdier...

Ya Arkelius se había recuperado casi al cien por ciento, y más con la ayuda de Kleo, se encontraban en una pequeña sala hablando y disfrutando de una taza de café, porque para las brujas el café les era más agradable que el té solo que se lo reservaban, en un momento Kleo suspiro hondo se levantó de su asiento y acercándose a Arkelius y tomando su mano le dijo.

_Mi señor no es mi intención incomodarlo ni nada así,, pero no puedo callar más. Yo he estado enamorada de usted desde muy joven y nunca me atreví a decirlo por miedo, pues yo soy una simple plebeya qué no tiene nada que ofrecer, y por eso cuando el hermano del emperador me pretendió acepte su cortejo para ver si así me olvidaba de usted pero no lo logre aquí estoy más enamorada que nunca.

Arkelius estaba mirando atónito a Kleo pues aunque nunca a dicho nada el también ama a Kleo, pero el saber que es una mujer aún menor que su hija no se permite aceptar sus sentimientos y se repite una y otra vez, eres prohibida, pero esto solo empeora todo.

_Kleo hija que dices, creo que estas confundida_____no!!!!!! No soy su hija y no estoy confundida se lo que siento y el que no me pueda corresponder no significa que tenga derecho a decir que mis sentimientos son confusos hace mucho la confusión me abandono y se que es lo que siento.

Kleo abandonó la sala dejando a un pensativo Arkelius

En su cabeza solo surgía una pregunta. Podrá una mujer de apenas treinta y dos años amar a un viejo de cincuenta y seis años, pero se reprende el mismo pues como iba a decir que es una mujer cuando es una niña y una que está prohibida para él.

Mientras esto se daba en la entrada del ducado llegaba el carruaje en que iba Karina y Akin, ya Kleo había sido informada y estaba en la puerta para recibir a su niña, pero esta no bajaba cuando se dispuso a acercarse bajo Akin con una sonrisa de triunfo y más atrás una muy molesta Karina la cual aceleró su andar dejando atrás a Akin.

_amor no te enojes, amor______nana Kleo!!!

_oh mi amor al fin llegas, hija que te paso?

_por que lo dices

Kleo no le dijo nada sino que corrió hacia Akin y con total enojo dijo____tu serpiente lujurioso. Y moviendo sus manos hizo que una corriente de aire golpear a Akin.

_te atreviste a poner tus manos en mi niña, pagarás por esto ya lo verás. Y cuando se disponía a atacar nuevamente, de la tierra se formó un pequeño muro que le evitaba el paso a Kleo.

_detente nana Kleo. ¿Porque lo atacas?

_porque lo atacó? Deberás me vas a preguntar eso Karina Santos Valdier, este degenerado te robo tu pureza y te marca como ganado, te has visto el cuello

Karina tapo su cuello instintivamente, ___nana deja eso y pasemos tengo que hablarte.

Kleo por estar enojada olvido decir que Arkelius estaba vivo y en el ducado, ella y Akin entraron a la mansión cuando ven salir de una pequeña puerta a un afeitado y arreglado Arkelius

Los ojos de Arkelius y de Karina se encontraron, dos miradas totalmente doradas una mirada seria y profunda y una que solo se preguntaba quien eres, Kleo viendo atenta se iba a mover cuando Akin se para al frente de Karina y con voz de enojo dice

¿Quien eres tú y porque la miras así?

Rápidamente, Kleo reacciona y empieza a explicar quien era y porque estaba allí Karina solo podía mirar a su abuelo y esto molestaba a Akin y aunque trataba de controlarse pues no lo lograban del todo.

_así que eres mi abuelo, tus rasgos son inconfundible pero quien me dice que no es una trampa más de luisa.

_no se quien sea luisa pero lo que si te puedo decir es que todos estos años sufrí el no poder ayudar a mi hija y que por culpa de esa maldita de Nicoleta ella muriera y que mi esposa muriera odiándome. Y tu niño serpiente deja de mirarme así que no veo a tu mujer con esos ojos, es mi nieta no la vería como mujer, solo quiero tener la oportunidad de estar cerca de la pequeña que nació de mi niña.

Y así pasaron el resto del día entre pláticas Karina tratando de conocer un poco de su abuelo, todos comieron en familia incluida Inés y así llego la noche todos se fueron retirando a sus habitaciones y Arkelius aunque no estaba muy contento de saber que su nieta fuera a compartir habitación con ese niño pero el apenas estaba conociendo a su nieta como podría reclamar.

Arkelius estaba solo en el despacho mirando por la ventana y tratando de poner en orden sus ideas, cuando tocaron la puerta dio el pase y al mirar, no podía reaccionar era Kleo qué entró con una charola y en bata de dormir, a los ojos de Arkelius parecía una diosa la más bella. Ella al ver que el no se movía se acercó y colocó la charola en la mesita cercana y se acercó a Arkelius y con una mirada tierna le dijo, mi señor como vi que no había ido a descansar me permití traerle algo caliente hace frío, bueno creo que debo retirarme qué descanse, compermiso

Arkelius estaba fascinado con la belleza de Kleo y cuando ella se quiso retirar, el la tomo de la cintura y sin pesarlo la beso como si no hubiera un mañana, Kleo impresionada coloco sus manos en el fuerte pecho de Arkelius mientras que el beso se volvía más pasional más atrevido ya Arkelius estaba bajando sus manos hacia los glúteos de la chica y sus besos estaban en su cuello, perdido en lo que esto le provocaba alzó a la chica y la sentó en el escritorio y el se encontraba entre las piernas de la chica,

Kleo se sentía en la gloria el hombre que siempre amo la estaba besando sin ninguna restricción, Arkelius sin dejar de besarla quito la bata y bajo las tiras del transparente camisón de Kleo y sin vergüenza alguna y fuera de sí, comenzó a saborear sus senos arrancando gemidos de la chica y ya sus manos se estaban colando por la ropa interior de la chica cuando está entre jadeos y voz entre cortada le confíesa que es virgen aún, esto hizo que Arkelius entrará en razón de golpe dándose cuenta de lo que estaba apuntó de hacer.

_Kleo perdóname no sé que me paso esto no debió de pasar, soy un asco como pude tocarte perdóname.

_no pensé que le provocará tanta repulsión, le aseguro no volveré a acercarme para no incomodarlo. _____no Kleo no es así espera te explico.

No tiene que explicar nada. Y acomodando su ropa salió de la oficina con el corazón dolido nunca quiso darse una verdadera oportunidad con nadie por amar a alguien al cual le repugna. Kleo esa noche lloro como nunca lo había hecho aparte de cuando murió Mical, pero cuando sacó su dolor decidió no acercarse más a Arkelius, si el no podía amarla ella no se arrastraría por él.

Los siguientes días fueron totalmente incómodos Arkelius trataba de hablarle y ella se limitaba solo a responder e irse, Arkelius ya no aguantaba más esa situación y Kleo estaba dispuesta a poner distancia ya había sido lastimada y no pretendía que nada la dañara hasta quebrarla ciertamente ella lo amaba mucho pero más se amaba ella así fueron pasando los días. Hasta que Arkelius cansado vio a Kleo entrar a la biblioteca y la siguió.

_ya basta de ignorarme Kleo deja tu actitud de niña caprichosa y hablemos.

_y de que tendríamos que hablar usted es el duque Valdier y yo una sirvienta

Kleo vasta sabes que no eres una sirvienta eres alguien importante para esta familia. esa noche lo único que no sentí fue repulsión eres hermosa cualquier hombre estaría feliz de que lo amaras, eres la mujer perfecta, pero debes de ver que yo no te convengo soy veinte años mayor que tu un hombre que no supo cuidar a su familia el padre de la que fue tu mejor amiga y me siento asqueroso, soy un viejo de casi sesenta años deseando a una niña de la edad de mi hija. Un hombre que se está volviendo loco porque no sé cómo, pero me enamore de la mujer que para mi esta prohibida. Entiendes

ERES PROHIBIDA...