CREO EN MI

Alma se encuentra impaciente caminando de un lado a otro esperando a Marina, mientras que Rodolfo ruega a Dios que sea ella su nieta, aunque él sentía un extraño apego a la joven, que fue descubierto por Margarita, que se asombró mucho por el color de ojos de la joven.

_ Ya basta hija que me mareas, hasta parece que me harás una zanja en medio de la sala. _ Dice Rodolfo.

_ No entiendes papá, no sabes que dolor sentí, cuando me enteré de que mi hija había desaparecido y la reportaron como muerta al no encontrarla por más de un mes, eran dos veces que perdía a mi hija, ahora que hay la posibilidad de que esté con vida, es una necesidad profunda de querer verla y que por fin mi corazón deje de doler. _ Dice Alma ansiosa.

_ Lo sé, lo sé, hija Pero si ella te ve en esta situación la asustarás, recuerda que ella no sabe que eres su madre biológica, además ella está resentida porque tú no confiaste en ella. _ Dice Rodolfo.

_ Padre le mencionaste ¿Qué estaba embarazada? _ Dice triste Alma.

_ Se lo dije, porque así al igual que tú te encuentras en este momento, me emocioné cuando esa joven me dijo que te conocía e incluso que había crecido junto o a ti, le pregunté si conocía a tu hijo, ahí fue cuado ella se sorprende al enterarse de que tenías un hijo. _ Dice Rodolfo.

* Rodolfo y Alma continúan dialogando, ambos entran en controversia del que como lo tomara Marina de que Alma es su madre y el porqué no sé lo confeso cuando estaba en el internado, de pronto se escucha abrirse la puerta de la puerta principal, Alma se sienta en el mueble, porque ya no se puede mantener de pie, por la angustia y desesperación.

Es Marina y Thiago que ingresan con muchas cosas que compraron para que Marina tenga la comodidad y los equipos necesarios para su puesto de trabajo.

_ Don Rodolfo, mire todas las cosas que me compro Thiago, le dije que eran demasiados, Pero él no me quiso escuchar. _ Dice Marina.

_ Muy bien mi nieta querida, tú te mereces eso y más. _ Dice Rodolfo con lágrimas en los ojos, al confirmar que Marina es su nieta de sangre.

_ Cristina. _ Se escucha un murmullo, que apenas se escucha detrás de Rodolfo.

_ Don Rodolfo ¿quién está detrás de usted? _ Pregunta Marina.

_ Soy yo mi cielo, no sabes que alegría me da, verte a salvo. _ Dice Alma.

_ Marina corre para abrazar a Alma y lo hace con mucho amor, fuera que ella está resentida por la falta de confianza que tuvo Alama hacia ella, Marina ama a Alma, por el cariño y protección que demostró por ella durante todos esos años.

_ Alma sabía que eras tú la del retrato, que emoción siento al verte acá, al parecer Dios se acordó de mí y ahora tengo a mi lado a personas que en realidad me quieren. _ Dice emocionada Marina abrazando a Alma.

* La familia se sientan a la mesa para charlar, Marina le cuenta a Alma lo sucedido aquel día y como pudo sobrevivir, ambas agradecen a Melissa porque desde el cielo las siguen protegiendo.

Alma se encuentra nerviosa, porque llegó el momento de decirle que lazos las une, Rodolfo exige a su hija que sea sincera Y de una buena vez le diga a Marina que ella es su madre biológica y se deje de dar tantas vueltas al asunto.

_ Cristina te llamaste en el pasado, ahora con tu renacimiento y nueva vida, cambiaste tu nombre de Mariana la que viene del mar bueno, Marina ahora me toca ser sincera y decirte La verdad, en el pasado no te quise decir, no porque no tenga confianza en tí, si no por miedo a tu rechazo.

_ ¿Qué pasa Alama? ¿Por qué tanto misterio? Me asustas. _ Dice Marina mostrando miedo.

_ Desde que llegaste al orfanato, sentí un gran apego y cariño por ti, era algo que a mi misma me sorprendió, en ese orfanato alberga más de ciento cincuenta niños, Pero mi interés estaba en ti, Melissa y otras hermanas me decían que tú te parecías mucho en mí, no quise emocionarme en ese momento.

Pasaron los años y los rasgos tuyos y míos eran notorios, así que me propuse hacerte un examen de ADN, dónde los resultados dieron que en un 99.99% de compatibilidad eras mi hija. _ Dice en lágrimas Alma.

_ Marina se pone de pie por la impresión ¡Que! ¡Tú eres mi madre! ¡La persona que me abandono! _ Dice Marina, con lágrimas en los ojos.

* Thiago abraza a Marina, buscando de tranquilizarla y lo logra, ella lo abraza buscando refugio y poder pensar que va a hacer en el futuro.

_ Marina, te conté mi historia, que me pasó cuando fui o ligada a casarme con aquel hombre, mi único error fue que no te mencioné lo de mi embarazo, la familia de tu padre intentaron matarnos, si no fuera por el abuelo de Thiago, ambas hubiéramos muerto. _ Dice Alma tratando de hacer entender a Marina, que su intención no fue abandonarla a su suerte.

_ Cuéntame la historia que no te dio la gana de contarme, tú no sabes la falta que me hiciste, no sabes como te necesite cuando era maltratada por esa familia, cuando me menospreciada, por ser una mugre Huérfana. Dice entre lágrimas Marina.

_ Lo siento mucho hija, Pero quiero que te quede en claro, que nunca quise alejarte de mí, solo trataba de protegerte y alejar a esos asesinos.

_ Dice Alma ahogándose en llanto.

* Alma junto a los demás, relata el momento de desesperación que pasó, luego que Juan muriera, ella pasó cerca de tres días sin comer y perseguida por la gente de los Bianchi, también les contó como fue ella rescatada por la gente del Orfanato y luego se quedó como colaboradora.

Finalmente, Marina entendió que su madre no era culpable, ahora se siente más tranquila y protegida por su verdadera familia, Pero siente la necesidad de rendir cuentas con la gente que le hizo daño y se lo hizo saber a.su familia.

_ Familia he tomado la decisión de regresar a los Estados Unidos y demostrar a esa gente mediocre que con la familia Falco Daurella ¡Nadie se mete! _ Dice Rodolfo con rostro de ira y venganza.

_ Hija de mi corazón, te amo desde que me enteré de que estabas en mi vientre y cuando te perdí mi vida ya no tenía sentido, Pero mi sed de venganza era lo que me motiva a estar con vida, ahora que te encuentras bien y estás a mi lado, para mí es un milagro, mi vida está casi completa, Pero los Falco tenemos un lema, ¡Con los Falco nadie se mete! Y el que lo hace, pagan las consecuencias. _ Dice Alma.

_ Yo tampoco deseo perdonar a los que me hicieron daño, así que también los haré pagar. _ Dice Marina