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"Infancia Robada, Poder Sellado"

"Infancia Robada, Poder Sellado"

Status: En proceso
Genre:Venganza / Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Mundo mágico
Popularitas:4k
Nilai: 5
nombre de autor: Vic82728

En las tierras frías del Reino de Belfast, un niño fue arrancado de los brazos del amor y lanzado al abismo del desprecio. Victor, de apenas ocho años, sobrevive bajo el techo de sus propios enemigos, el Rey y la Reina que arrasaron su pasado. Lo llaman débil, lo humillan, lo marcan con su odio… sin imaginar lo que realmente duerme en su interior.

Esta no es la historia de un héroe elegido. Es la travesía de un alma quebrada que se arrastra por los escombros del trauma, el dolor y la soledad. Cada mirada de desprecio, cada palabra cruel, cada herida invisible es una chispa que alimenta una tormenta silente. Y cuando el momento llegue… ni el trono ni la sangre real podrán detener lo que ha nacido del silencio.

Un cuento oscuro donde no hay luz sin sombras, ni infancia sin cicatrices. Un viaje que transforma al niño temeroso en la incógnita más temida por todos.

NovelToon tiene autorización de Vic82728 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 18 – El susurro del filo imposible

El alba aún no había despertado del todo cuando el silencio fue quebrado por el sonido metálico de herramientas y pasos apresurados. El aire olía a ceniza, sangre y escamas calcinadas. Toda la aldea estaba en movimiento.

Los aldeanos, aún con el miedo en sus ojos, salieron en grupos organizados. Guerreros, sabios, incluso niños ayudaban a recoger los enormes cadáveres de los wyverns negros. Era un espectáculo casi ritual: las bestias, tan temidas, ahora eran trofeos de algo inexplicable.

Los cuerpos fueron arrastrados con cuerdas gruesas, otros con hechizos de levitación rudimentarios, y todos fueron llevados hacia el interior del pueblo. Los ancianos ordenaron que se resguardaran en la zona de almacenamiento sagrado, donde se estudiaban las criaturas extranjeras que amenazaban la región.

Pero entre todos esos movimientos, entre las órdenes y los murmullos, nadie se acercaba a Víctor.

Él estaba sentado en una roca, con la espada aún manchada de sangre seca apoyada a su lado. Su rostro pálido. Sus ojos fijos en sus propias manos, como si estuviera buscando una respuesta en la forma de sus dedos.

—¿Cómo… carajos… hice eso?

La pregunta se repetía en su mente como un eco torturante.

No recordaba invocar nada. No sintió haber usado magia.

Solo fue… un impulso. Una reacción. Una sensación ardiente que lo llenó por un instante y luego desapareció.

Un sudor frío bajó por su cuello.

¿Había sido él?

¿O la espada?

¿O algo que lo controla desde dentro?

Se levantó lentamente. Caminó unos pasos alejándose del caos de la recolección. Nadie lo detenía, pero todos lo observaban. Algunas miradas eran de temor, otras de respeto… y algunas de simple sospecha.

Víctor sintió ese vacío familiar otra vez. Esa soledad que lo había acompañado desde que fue secuestrado. Pero ahora… se mezclaba con algo más.

Incertidumbre.

---

—Está cambiando —dijo uno de los ancianos del Consejo, observando desde lo alto del edificio del Senado.

—Demasiado rápido para un niño de su edad —respondió otro, con voz grave—. La energía que liberó… no era humana.

Dryas estaba ahí también, en silencio. Su mirada seguía fija en Víctor, como si tratara de leerlo más allá de la carne.

—Él no lo sabe —dijo finalmente—. No tiene idea de lo que hizo.

—¿Y eso te tranquiliza, Dryas?

—No. Me asusta más —respondió ella—. Porque si un niño es capaz de liberar ese tipo de poder sin siquiera ser consciente… entonces el mundo debería temerle.

---

Esa noche, Víctor no durmió.

La imagen de los wyverns cayendo una y otra vez lo perseguía como un castigo.

El silencio posterior. Las miradas. La sangre.

La luz.

Esa extraña luz blanca… no parecía malvada.

Pero tampoco se sentía suya.

Cerró los ojos, apretó los dientes.

—No entiendo nada…

Y en lo profundo de su alma…

Algo, una chispa, una voz enterrada…

Pareció susurrarle:

"Aún no es tiempo… pero pronto lo sabrás todo."

Capítulo 18 – El susurro del filo imposible (parte 2)

La noche había caído completamente, pero el cielo seguía encendido por las brasas de la batalla. Las estrellas brillaban con una intensidad inusual, como si observaran a Víctor desde lo alto… juzgándolo.

Él seguía inquieto. A pesar de las miradas, del silencio tenso en la aldea, caminó solo hacia el gran árbol. Ese que había visto antes de caer dormido por el cansancio.

Ese que parecía… vivo.

Las raíces respiraban, la corteza pulsaba como si tuviera sangre. Había algo ahí dentro. Algo antiguo. Algo que no debía ser perturbado… y sin embargo, él sentía una conexión.

—¿Qué eres tú…? —murmuró, apoyando una mano en la madera.

—¿Y tú, pequeño humano, qué eres? —respondió una voz suave pero poderosa detrás de él.

Víctor dio un salto, girando de inmediato. Frente a él, emergiendo desde el tronco del árbol como si fuera parte de él, una figura femenina se materializó en medio de una danza de luces verdes y azules.

Era hermosa y etérea. No caminaba, flotaba levemente. Su piel parecía hecha de corteza fina, su cabello largo caía como hojas de otoño, y sus ojos eran profundos, brillando como cristales húmedos de esmeralda.

Víctor se quedó paralizado. Tartamudeó:

—Tú… ¿qué eres tú?

La figura sonrió, no con burla, sino con una tristeza antigua.

—Soy Dryas. Un espíritu… una manifestación viva de este árbol. Su esencia. Su guardiana. Su voz.

—¿Un espíritu? ¿Eso… eso significa que estás viva?

—Más o menos —respondió Dryas, girando suavemente en el aire—. No como tú, no como ellos. Soy la memoria de este bosque. Nací cuando el árbol despertó, y moriré cuando él caiga. Somos uno.

Víctor tragó saliva. Su corazón latía con fuerza. No sabía si era miedo o fascinación.

—¿Y por qué te muestras ahora? —preguntó.

Dryas se acercó un poco más, sin tocar el suelo.

—Porque lo que hiciste hoy… alteró algo en el equilibrio natural. Algo antiguo se movió dentro de ti. Algo que yo sentí.

Víctor bajó la cabeza. Sus dedos temblaban.

—No lo hice a propósito… sólo… sólo quería proteger a las personas…

Dryas lo observó en silencio por unos segundos, como si pudiera ver a través de su piel, dentro de su alma.

—Eso es lo que te hace diferente, Víctor. A pesar de todo el dolor, de todo lo que te arrebataron… tu primer instinto fue proteger.

—¿Entonces… qué soy yo?

Dryas no respondió de inmediato. Sus ojos se tornaron más oscuros, más densos.

—Aún no lo sabes. Aún no debes saberlo. Pero hay algo dentro de ti… que no debería estar dormido tanto tiempo.

Víctor dio un paso atrás.

—¿Y si no quiero despertar eso?

—No será tu elección —dijo Dryas, sin cambiar su tono calmado—. El mundo ya te eligió, aunque tú no lo entiendas todavía.

Un viento cálido sopló entre las hojas del árbol, como un suspiro largo. Dryas comenzó a desvanecerse de nuevo en la corteza, como si regresara a su lugar natural.

—Ven a verme mañana. Debemos hablar con los Ancianos. Tienes mucho por entender… y muy poco tiempo.

Víctor no dijo nada. Se quedó solo bajo el árbol, mirando la forma en que Dryas desaparecía como una sombra entre raíces.

El silencio volvió.

Pero ahora, pesaba más.

1
Rubi Cuerbo
mui bien
Vic
No se preocupen ya subí el capítulo 36 y 37 mañana a la 7am se sube el capítulo 38
Rubi Cuerbo
quiero ver más capitulos
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