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Azabache

Azabache

Status: Terminada
Genre:Juego del gato y el ratón / Edad media / Intrigante / Amor-odio / Romance / Mundo de fantasía / Completas
Popularitas:178.6k
Nilai: 5
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Séptimo libro de la saga colores.

Lord Leandro Mercier ha regresado a la sociedad aristócrata después de muchos años desaparecido, nadie lo reconocerá, ya no es el joven gordito que era objeto de mofas en las celebraciones, ahora es el soltero codiciado de la capital de Floris, pero el destino lo pondrá frente a una ladrona que intentará robarle todo, sin esperarlo, también su tesoro más preciado, su corazón.

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18. Cubriendo las espaldas

...MAUDE:...

No quería detenerlo, no podía, la sensación que me estaba atravesando era exquisita, sus dedos hacían movimientos suaves y lentos, en círculos.

Mis piernas no dejaban de temblar, el cosquilleo, los espasmos, su boca en la mía.

— Está muy empapada — Jadeó contra mi boca, mientras yo enterraba las manos en su cabello, tan suave y liso.

Deslizó hacia abajo, ahí donde todo se acumulaba.

Frotó y gemí.

Me abracé a su cuerpo cuando sentí como introducía un dedo, me dolió un poco.

— Ooh, se siente estrecho, mucho — Suspiró y me tensé ¿Y si me descubría? — Que delicia, me exprime — Lo movió y me estremecí, hundió hasta el fondo, arrancando otro gemido de mi garganta.

— Mi lord... — No podía hablar, no mientras me poseía con su dedo, acarició arriba con el pulgar.

Pegó su dureza a mi costado.

No aguanté y bajé mi mano, la posé por encima del calzón, estaba muy duro y grande.

— Adelante, también puede tocarme — Jadeó contra la piel de mi cuello.

Introduje mi mano dentro de los calzones y me tensé al tomarlo, lo recorrí con la mano entero, era largo.

Soltó un gruñido y me volví a sobresaltar cuando introdujo un segundo dedo, los movió y se me doblaron las rodillas.

No lo esperaba, me levantó, tomándome por los muslos, me aferre a sus hombros.

— Me muero por tomarla contra la pared.

Me tensé — ¿Ahora?

— Ambos queremos... No hay nada de malo, además, no hay nadie — Me observó.

Bajó una mano a sus calzones y me frotó con su miembro.

— Mi lord... Espere...

¿Cómo iba a salir de esto?

Me iba a desflorar en medio del pasillo.

¿Sería doloroso? Claro que sí, sentirlo rozarme ya era algo inquietante, me hacía jadear.

— Demasiada tentación, necesito hacerla mía.

Lo abracé, buscando una distracción, había un adorno colgando en la pared.

Lo besé y estiré una mano hasta dar con el adorno, tomé el objeto y lo aventé hacia un lado.

El sonido le hizo sobresaltarse en el momento oportuno.

Se aportó y logré bajarme.

— ¿Qué fue eso? — Pregunté, fingiendo nervios y observó hacia el pasillo.

— Algo debió caerse — Intentó aproximarse pero retrocedí.

— ¿Y si fue alguien que se tropezó? — Abrí mis ojos de par en par.

Lord Leandro elevó una comisura — Entonces le dimos un buen espectáculo.

— Usted no parece tener vergüenza.

— Es mi mansión, puedo hacerlo en cualquier parte...

— No me gusta ¿Y si fue su madre? ¿No le da vergüenza? — Arqueé las cejas.

Se aclaró la garganta — Por supuesto que me dará algo de vergüenza, pero será momentáneo — Me tomó de la cintura.

— No... Mejor dejemos esto hasta aquí... — Me zafé de su agarre.

— Espere, no me deje así.

— Buenas noches, mi lord.

Corrí por el pasillo y abrí la puerta de mi habitación, le coloqué el pestillo por si se le ocurría entrar.

Salté sobre la cama y observé al techo.

No podía calmar mi respiración.

...****************...

Me levanté temprano tomé el vestido del maniquí, me presentaría con la prenda en el desayuno, volví a mi habitación para vestirme.

Todavía sentía las caricias dentro de mí.

Empecé a vestirme frente al espejo, orgullosa de lo que diseñé, mi sueño era ser una modista prestigiosa y de la emoción sentía mi corazón latir apresuradamente.

Pasé mis manos por la falda, el corset y las mangas, sonreí ante mi reflejo.

Por primera vez, lucía como una señorita decente.

Hice una reverencia y me reí.

— Por supuesto que acepto concederle esta pieza, mi lord — Dije, imaginándome en un baile.

Caminé por el pasillo, levantando la pesada falda y entré en el comedor.

— Buenos días...

No había nadie en el comedor, pero los platos estaban servidos.

Tomé mi lugar y esperé.

Los sirvientes entraron y empezaron a recoger los platos.

— ¿Dónde se encuentran los señores de la casa? — Pregunté, la sirvienta me observó como si no tuviera derecho a hablarle, sentía un poco de desdén por parte de ellas, tal vez me creían con privilegios por estar sentada allí comiendo con los nobles.

— Comerán en el salón.

— ¿Por qué?

— Tienen una invitada — Dijo la sirvienta.

— ¿Se puede saber quién es?

— No, no se puede saber.

Se alejó, la otra sirvienta me observó.

— La Señorita Pepper Jones con una chaperona — Dijo, más fiel a la cotilla.

Me tensé, la hija del duque.

¿Debería ir a espiar?

No podía quedarme allí, me inquietaba que la señorita Pepper estuviese aquí, cerca de Leandro, que él aceptara el compromiso.

Me dije a mí misma que solo disfrutaría de mi tiempo con él, así que tenía que cumplirlo, tarde o temprano tendría que enfrentar que el lord se casara.

Comí en el comedor, en total soledad.

Al terminar, me levanté y llegué al vestíbulo.

La señorita Pepper apareció junto con una sirvienta.

Se detuvo frente a mí y me evaluó con desdén.

— Mujerzuela.

— Oh, vaya, me dolió tanto — Me burlé con drama, llevando una mano a mi pecho.

— No te hagas la mosca muerta, rompiste mi vestido.

— Sí, lo hice, no trato de fingir que no.

— Vas a pagar por eso — Me advirtió antes de caminar hacia la puerta — Solo eres una calienta camas del lord, yo en cambio, muy pronto, seré su esposa.

Por un momento deseé que mi hermano la raptara al salir por esa puerta.

Caminé rápidamente hacia la habitación, me quité el vestido y me coloqué mi ropas de cuero.

Salí discretamente por la ventana y empece a saltar tejados.

Observé las calles, divisé el carruaje con los escudos del ducado, donde iba la hija del duque.

Lo seguía, saltando por muros y techos.

Estaba tan cerca del castillo, la propiedad del lord parecía estar cerca, en una zona privada con grandes muros y puertas de reja con púas al final.

Los guardias abrieron las puertas.

Había un palacio enorme con jardines y muchos sirvientes.

Observé desde un edificio grande como la señorita Pepper salía del carruaje para entrar al palacio.

Ese era el palacio del duque.

Vaya, su riqueza rebosaba.

Me agaché, acostada sobre el tejado, observando por el borde elevado.

Empecé a vigilar hasta que el duque y subió a otro carruaje más lujoso.

Los guardias abrieron las puertas.

Seguí el carruaje, corriendo y saltando, sin quitarle la vista de encima.

Recorrió tanto la ciudad que me sentía agotada, pero mis sospechas crecieron cuando bajó del carruaje y empezó a caminar las calles hacia una zona solitaria, cerca de los barrios bajos.

Se detuvo en una callejón.

Había dos hombres con capuchas ocultando su rostro.

Salté discretamente por un balcón, bajando lentamente para aproximarme lo suficiente para escuchar.

Observé como le entregaba un saco pesado con piezas, me aproximé más, ocultando mi presencia tras una columna.

— Quemen su empresa, hagan cenizas su maldito lugar.

— Por supuesto, es pan comido — Dijeron los rufianes.

— No dejen nada sin quemar.

— Si, Su Excelencia.

La furia me poseyó, imaginando al duque pagando por quemar la tienda de mis padres.

No volvería a pasar, no iba a permitirlo.

El duque se marchó y seguí a los rufianes, quienes tomaron otro rumbo discreto, pasaron por un mercado y luego por callejones desiertos.

Esperé el momento y subí a un muro.

Salté cuando pasaron, golpeando sus nucas con mis botas.

Cayeron al suelo, aturdidos.

— ¡Maldita sea! — Gruñó uno, intentando levantarse — ¡Mierda!

Lo golpeé en el estómago y luego le dí un puñetazo en el rostro.

Trastabilló, saqué una daga y la deslicé por su garganta.

La sangre me salpicó las manos y la máscara y los párpados.

El otro me atacó por detrás, pero me aparté a tiempo y le dí una patada en la mandíbula.

Lo tomé del cabello mugriento cuando cayó arrodillado y también hice un corte en su cuello.

Dejé los cuerpos y me marché rápidamente después de vaciar sus bolsillos, llevándome el pago.

De ahora en adelante, seguiría al duque y me encargaría de arruinar sus planes.

...LEANDRO:...

Liseth escapó de mí, pero no por mucho, le encantaba jugar conmigo, tentarme y eso me estaba enloqueciendo, todavía sentía su interior apretado en mis dedos, el olor, la humedad.

Tuve que aliviarme con mi mano después de que me dejara en medio del pasillo con un lío entre las piernas.

Al día siguiente, me moría por encontrarme nuevamente con ella.

Lucía más guapo que de costumbre, me había peinado hacia atrás, tenía un traje color plata con pañuelo de bordados dorados en el cuello, pantalones del mismo tono gris y botas pulidas.

Solo quería probarla tanto como ella a mí.

Bajé las escaleras, pero el mayordomo me interceptó.

— Mi lord, disculpe, tiene visita.

— No estoy disponible sino hasta después del desayuno — Gruñí para caminar hacia el comedor.

— Es la señorita Pepper.

Me detuve en seco y me giré — ¿Qué hace esa señorita aquí?

— Tiene un asunto que hablar, lady Celia está con ella, ha venido con una chaperona.

Eso no me aliviaba, la presencia de la hija del duque solo podía significar más problemas.

— Iré de inmediato.

— Me tomé las molestias de ordenar servir el desayuno en el salón.

Me dirigí allí y entré.

La señorita Pepper se levantó del sillón y mi madre hizo lo mismo. Estaban desayunando.

Una sirvienta se hallaba de pie cerca, era la chaperona que vigilaba el encuentro.

La hija del duque hizo una reverencia y me incliné en respuesta.

— Señorita Jones.

— Mi lord — Saludó, llevaba un vestido floreado y el cabello completamente recogido, era demasiado joven, no parecía pasar de los veinte.

— ¿A qué debo su presencia? ¿Por qué ha venido sola? — Pregunté, mi madre se hallaba con expresión neutral.

— Me he sentido en la obligación de venir — Dijo, sacudiendo su abanico — A tratar un asunto con usted.

— Tome asiento — Le indiqué.

Volvió a sentarse e hice lo mismo en el sillón del frente, junto a mi madre.

— Mi lord, mi padre no sabe que estoy aquí.

— Entonces le sugiero marchar, no quiero más problemas — Corté, haciendo ademán de levantarme.

— No, espere — Elevó una mano — Déjeme hablar. Mi sirvienta está aquí para cerciorarse de que no estamos haciendo nada indebido.

— Eso no da tranquilidad, del duque puedo esperar cualquier cosa y usted es su hija.

— Solo vine a brindarle una solución a los problemas — Dijo, sacudiendo su abanico, elevé una ceja — Mi padre no se detendrá a menos que usted deje de provocarlo.

— No lo he provocado en lo absoluto.

— Al retarlo y desafiar sus designios lo provocó.

— Por no doblegarme me culpa — Gruñí y se tensó.

— Mi padre solo acepta lo que le conviene, creeme, si sigue en esto, usted terminará mal.

— Gracias por las advertencias, pero no me hace falta.

— Solo intento ayudarle, si nos casamos, todo esto terminará — Dijo, la hija era igual al padre — La única forma de detener esta guerra entre nobles, lo adecuado es que nos casemos.

— No veo una solución en eso — Comentó mi madre — El duque solo busca dejarlo atrapado con ese matrimonio.

— No si pone sus condiciones — Recogió su abanico — Debería sentarse a platicar con él.

— No después de que me acusara de criminal y me amenazara — Gruñí y se estremeció.

— Arranques de ira por lo sucedido, por favor, dele una oportunidad — Insistió la señorita y negué con la cabeza — Sé que usted no hizo tal acto, es un hombre respetable, no cometería tan vil crimen, así que yo puedo abogar para que mi padre no haga nada en su contra, solo si acepta el compromiso.

— Aprendí que no debo aceptar nada si son con condiciones impuestas — Gruñí, cruzando mis brazos y apretó su boca.

— A veces las condiciones son necesarias.

— Al igual que su padre, busca un beneficio propio — Dijo mi madre y la señorita se estremeció.

— No quiero verlo perjudicado, es mi único motivo.

— Gracias por tomarse las molestias, pero las ofensas del duque no pasarán por alto — Me levanté de inmediato — Que tenga buen día.

— Terminarás tomando mi proposición, es el único remedio, mi padre no terminará con esto hasta dejarte en las calles — Gruñó como advertencia.

— Adelante, veamos que tan poderoso es.

— Está siendo tonto si cree que puede ganarle.

— No se preocupe, es mi asunto.

— Hasta luego, mi lord, va a casarse conmigo, eso sucederá, tarde o temprano.

Se alejó, caminando con afán.

No aceptaría otra condición.

Además, no me apetecía casarme con la señorita Pepper, no después de sentir el interior de Liseth con mis dedos.

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Karlite
Excelente historia la amé también me encantas los chocolates 🤤
Luz Maria Rodriguez
Muy buena novela, felicidades sutora👍
Luz Maria Rodriguez
Se está reuniendo la familia y faltan más para que se conozcan y entonces si cuando estén todos juntos va a ser un gran alboroto
Luz Maria Rodriguez
Muy bien Lord Leandro su sueño se va a cumplir, casarse con Maude es lo mejor que le puede suceder, independientemente de lo que venga después, su hijo estará seguro con su padre y eso es lo mejor no andará como huérfano como su mamá 👍
Luz Maria Rodriguez
Al fin Leandro le dijo a Maude el por qué de las pesadillas. Ojalá Roquer se arrepienta y regrese a Pepper
Luz Maria Rodriguez
Bueno ya se resolvió parte del problema con el duque puesto en prisión mientras sigan las averiguaciones y que traigan al baron de Marla pobre hombre también le va a tocar algo por lo que hicieron pues trataron a la bebé 🚼 como si fuera mercancía haz de cuenta que hicieron un trueque
Luz Maria Rodriguez
Esto se está poniendo mejor, haber que va a decir el duque cuando Leandro le saque sus trapitos al sol, de que manera se va a defender el duque, se me hace que cuando lo empiece a cuestionar Leandro va a cometer un error que va a ser que a El también lo enjuicien, debe ser muy cuidadoso Lord con el cuestionamientos que le haga póngale una zancadilla para que caiga
Luz Maria Rodriguez
Espero que el capitán le crea al Lord de que El no sabe nada y que sólo Maude y su hermano son los que raptaron a Pepper aunque ella le tocará a su hermano que no lo hiciera Roquer no la escuchó y lo hizo
Luz Maria Rodriguez
Sin duda alguna los tiempos no han cambiado, se fijan sólo en la apariencia y desprecian a la gente de color y hasta nuestros días lo siguen haciendo, se creen mucho porque pertenecen a la nobleza 🙈🙈🙈
Luz Maria Rodriguez
El rey 👑 sigue con la mala fama de su hermana Vanessa, aunque su vida es otra historia, pero la gente no olvida tan fácilmente y como están pasando los años y el 👑 Rey no se ha casado por eso siguen con los comentarios
Luz Maria Rodriguez
Lo bueno que Maude y Leandro lograron salir del palacio del duque sin que los encontrarán pero si se arriesgaron mucho y no encontraron nada que pueda perjudicar al duque pero llegaron muy agotados por el ejercicio que hicieron al brincar por los tejados.
Ahora llegaron Chester y Tiffany será sólo visita de cortesía ya veremos
Enith😊
Pobrecito Leandro, quedó marcado por el bullying
Luz Maria Rodriguez
Por lo menos Roquer no se quedó con las ganas de darle su merecido porque ese duque es muy fanfarrón y altanero pero con unos golpes lo descontaron y lo dejaron semiinconciente por burlarse de los padres de ellos y todavía enfrente de ellos les dice que murieron dejándolos a ellos huérfanos siendo unos niños que no se podían valer por ellos mismos, no tenían familia y los amigos tampoco quisieron hacerse cargo de ellos por eso se convirtieron en ladronzuelos de algo tenían que sobrevivir para salir adelante
Luz Maria Rodriguez
Roquer, lo mejor que puedes hacer es huir y dejar a la muchacha al final de la ciudad y tu continúa tu camino, lo que debes de hacer es huir antes de que te atrapen y seas muerto pues te pueden ahorcar por ese delito, además es la hija del duque, no tientes tu suerte, hazle caso a Maude, desde un principio deberías de haberlo hecho pero tú sed de venganza te está llevando al matadero
Enith😊
Jajajajajajaja, que pecao, es un tragon
Enith😊
Cómo??? Ñercoles, la vaina tomó otro giro, esto si no lo vi venir.
Enith😊
Será que pepper encuentre o la atropelle el amor con Roger?
Enith😊
Ay no sea mentiroso, sin depilarse y sin bañarse pues llego de la calle y de una se puso el vestido para ir a verlo, gass😂
Enith😊
Depilate, por favor🤭
Luz Maria Rodriguez
Ni modo Liseth ya te descubrió Leandro y sabe que eres una asesina y te quiere entregar sin que tú le expliques el por qué de las cosas, aunque viéndolo bien el tampoco es una perita en dulces el también tiene cola que le pisen, haber cual va a ser su excusa
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