El Hermano De Mi Mejor Amiga

Pasada la velada entre comida exclusiva, bastante deliciosa y una que otra copa de vino, terminamos hablando de todos los proyectos que tenían planeados mi madre y Jhon. Entre todo eso entendí porque Julián conocía a mi madre, Resulta que el chico había comprado un apartamento y quién lo asesoro y se lo vendió fue ella.

Casualmente en el momento en que estaban cerrando el negoció Jhon llegó a visitar a mi madre, con ramo de rosas en mano y se llevó la sorpresa de que su hijo, estaba en aquel lugar, ¡Con su novia!, cerrando un negocio. Se oía demasiado gracioso cuando los dos lo contaban. Según Julián su padre casi se desmaya al verlo porque no sabía ni como reaccionar.

Jhon perdió a su esposa cuando Julián tenía 9 años a causa de un cáncer y desde entonces nunca había salido con nadie, o por lo menos Julián nunca le había conocido a nadie..

!como son las cosas, en menos de dos horas ya me habían contado casi toda su vida!. Son bastante habladores.

Salimos del restaurante y mi madre se fue a despedir de Jhon y Julián. Era evidente que los dos no se querían separar.

- Ma' yo me voy en taxi, tu vé a disfrutar un rato de tu novio ¿Si?.-

- Cariño se supone que estaríamos juntas todo el día.- Dijo con algo de tristeza.

- ¡Ay ma'! despreocupate, la pasé muy bien. Yo me voy para la casa, debo hacer algunas cosas y tú ve con tu hombre, mira que este es tu descansó. Además debo acostumbrarme a esto ¿No?.-

- Luisa, vé con papá. Mira que Majo tiene mucha razón, ¡Están que se mueren por estar solitos!.- reímos al tiempo. - Yo llevaré a tu hija a casa, es más si quieres te la cuido mientras llegas.- En ese momento deje de reír.

- ¡Oye! no necesito que nadie me cuide, y no te preocupes yo sé llegar sola a mi casa.- Dije en tono molesto.

- ¡Ey! cálmate, igual te llevaré.- Se despidió de Jhon quién estaba muy divertido escuchando la conversación, luego de mamá y se subió al auto.

- Cariño, se amable, mira que es buen chico. Te quiero ¡Oye! y gracias por seder un poco a tu madre.- Me guiño un ojo y se subió sonriente al auto.

Desde lejos nos despedimos y ellos se fueron.

- ¿Te vas a subir?.- Dijo Julián sonriendo.

- ¡Bien!.- Me subí al auto y el arranco.

Durante el camino, ninguno dijo nada. realmente era un chico muy guapo pero extraño.

Al llegar a casa me fui a bajar del auto y el no me dejó. En un segundo había bloqueado las puertas.

¿Y ahora que querrá este imbecil? ¿Porque no me deja bajar?.

- ¿Que hace? Déjeme bajar del auto ahora mismo.- Dije con mucha rabia.-

- ¡Cálmate! dime una cosa. ¿Porque estás tan a la defensiva?. Yo no te voy a hacer nada, solo quiero conocerte, saber más sobre ti, llevarnos como... Amigos.- Dijo sonriendo.

- De acuerdo, es solo que no confío en nadie. Pero bueno, empecemos de cero.-

- ¡Perfecto!.-

- Ahora abre el auto por favor.-

Desbloqueo el auto y se bajó rápidamente para abrirme la puerta. Baje y saqué las llaves, Al verlo ahí de pie me sentí como algo culpable, creo que lo juzgue mal.

- ¿Quieres pasar a beber algo?- Dije.

No se en que estaba pensando. Pero dicho esto, ya no hay vuelta de hoja.

- ¿Estás segura de que quieres invitarme a tu casa?.-

- ¡Claro! acaso es muy extraño que yo te invite. a beber algo, total, ya somos "familia".-

- Mmmm si verdad.-

Entramos a la casa y el quedó asombrado con los cuadros que habían en la sala.

- ¿Esos cuadros son increíbles?, no sabía que Luisa tuviera esos gustos, pensé que era más...-

- Esos cuadros los escogí yo, en si la decoración de la casa corrió por mi cuenta. Mi madre me lo dejo a mi ya que soy yo quien permanece más tiempo en casa.-

- Contigo si van a juego.- Dijo sonriente.

Los cuadros que escogí son abstractos, sin ninguna figura definida, unos muy coloridos y otros simplemente a blanco y negro.

- Toma.- Le entregué un vaso de jugó.

- Gracias.- y nos sentamos en la barra de la cocina. - Tienen una casa muy hermosa.-

- Gracias, Y tú ¿vives con Jhon o vives en el apartamento que compraste?.-

- Yo vivo en mi apartamento, vivo con un amigo que está terminando la carrera, es abogado, un poco mayor que yo.-

- Okay.-

- Escuche que este viernes es tu grado. ¿Ya pensaste que vas a estudiar después?.-

- Sí, quiero estudiar diseño gráfico, Me encanta la fotografía, la publicidad, el entorno, soy feliz diseñando bocetos publicitarios y de más.-

- Que bien, tienes muy claro lo que quieres.-

- Hasta el momento sí.-

Terminó el jugo y se levantó de la silla, seguido me levanté yo.

- Gracias por el jugo, espero que nos veamos pronto. Dijo y salió.

Yo lo acompañe hasta la entrada.

- Que estés bien, fue grato conocerte.- Dije.

Se acercó y me dio un beso en la mejilla, subió al auto y se fue.

Bueno, no estuvo tan mal esta salida, aunque solo a mi me suceden las cosas malas, y riendo a carcajadas, acordándome de la carta del restaurante subí a mi cuarto.

Al entrar allí me he sabido llevar un susto, pero de locos.

- ¡Hola!.-

- ¿¡Que haces acá!?.-

- ¿Ya se fue tu visita?.-

- ¡Sí!, pero contéstame que haces acá, debo dejar esa puerta bien cerrada.-

- No lo hagas, no vez que si le pones seguro ya no podré venía a verte.-

Era Bernart. Al entras al cuarto estaba recostado en mi cama, muy tranquilo y campante.

Creo que se le volvió costumbre entrar por mi balcón.

- Estás loco.- Dije sonriendo.

Era inevitable estar molesta. La verdad es que esa visita me alegraba muchísimo la tarde.

- ¿Quien es ese chico que salió de aquí?- pregunto muy tranquilo mientras se levantaba de mi cama y se acercaba a mi.

- Es... es mi... ¡ashhh no sé cómo decirlo!, es raro. Él es el hijo, del novio de mi mamá!. Me trajo a la casa, porque nuestros padres se fueron de party juntos.-

- Mmmm, ¿Osea que estarás sola un buen rato?.-

- ¡Pues eso pensé, pero mira que no!.-

Cuando detallé el momento estábamos frente a frente y el estaba agarrando mis manos.

- ¿Como te sientes? ¿aún te duele?.- Pregunto y tocó mi cadera.

¡Santo cielo! este hombre me pone muy nerviosa.

- Ya no tanto, aunque aún están las marcas.-

De repente me abrazó fuete.

Algo está pasando, porque él es tan cariñoso ó ¿está demasiado preocupado por mí?.

Claro que todo lo que vivimos anoche nos dejó bastante alterados a los dos, pero, no creí en ningún momento que aquel chico serio y frío tuviera en algún lado de su corazón ese sentimiento de... ¿De Amor, cariño? noooo... de pronto es compasión.

Al pensar en eso último sentí algo de dolor en mi pecho. Prefiero creer que es todo menos compasión.