MIO ANGELO (Omegaverse)

El fin de semana había terminado, aunque Gael pudo descansar, se sentía agotado, sobre todo después de su platica con el secretario Ricci.

Hoy llegó a la tienda más temprano que de costumbre, limpió el piso y organizó las cosas, los empleados fueron llegando y el día transcurrió normalmente.

Cuando llegó la noche, Gael recibió un mensaje de texto de Jerson, en el mensaje decía que viniera de inmediato.

Gael cerró la tienda rápidamente y fue en dirección al edificio donde vivía Jerson.

Después de pasar por recepción, Gael subió al ascensor hasta el último piso donde estaba el penthouse, cuando llamó a la puerta una señora abrió rápidamente, al ver a Gael la señora sonrió y lo recibió calidamente.

"Bienvenido joven Gael"

"Buenas noches Señora Julia"

Gael sonrió igualmente, la Señora Julia era alguien a quien conocía desde que era muy joven, ella se encargaba de cuidar de Jerson desde hace mucho tiempo, aunque solo estaba a cargo del cuidado de Jerson la Señora Julia también cuidaba de Gael, si no fuera por ella, Gael hubiera muerto de hambre cuando era un niño.

"¿Cómo estas?"

"Estoy bien"

Gael tomó las manos de la Señora y las sostuvo, sus manos seguían siendo cálidas como antes pero el paso de los años podía sentirse en ellas.

Mientras hablaban en la entrada de repente se oyó unas risas fuertes, la señora Julia miró a Gael con lástima y lo llevó adentro rápidamente, cuando llegaron a la sala había un grupo de jóvenes charlando animadamente.

Como Gael lo había imaginado esos jóvenes eran los amigos de Jerson, Jerson organizaba estas reuniones regularmente y llamaba a Gael.

Gael se acercó y los saludo.

"Buenas noches"

Al escuchar su voz todos lo miraron, Jerson levantó la mano e hizo una señal a la Señora Julia.

"Llévalo a la cocina"

La señora Julia asintió y se dirigieron hacia la cocina, mientras se alejaban el sonido de las risas se hizo más fuerte.

Gael fue hacia la mesa y comenzó a preparar los aperitivos.

"No tienes que hacerlo, ya esta todo listo"

Antes de que Gael tomara el cuchillo para cortar algunas frutas la Señora Julia lo detuvo y señaló hacia la otra mesa, había todo tipo de aperitivos ya listos.

"Oh, no lo había visto"

Gael dejó el cuchillo y quiso limpiar la cocina pero todo ya estaba limpio y ordenado, al verlo la Señora Julia sonrió y acercó una silla.

"Siéntate, debes estar cansado"

Al ver que no había nada que hacer, Gael se sentó.

"Gracias"

"¿Cómo has estado estos días?"

"Bien, muy bien"

Aunque le preguntara muchas veces, Gael siempre respondía de la misma manera, la Señora Julia suspiró y trajo un vaso de leche con unas galletas y se las dio a Gael.

Gael le agradeció, tomó el vaso de leche y lo bebió junto con las galletas, desde que era pequeño, Gael comía cualquier cosa sin quejarse pero siempre le ha gustado tomar un vaso de leche con galletas de almendras y la Señora Julia lo sabía, así que siempre que tenía oportunidad horneaba las galletas y se las daba a Gael.

Mientras lo miraba comer recordó al pequeño niño que había visto en aquella casa, siempre tan tranquilo y amable, aunque ahora había crecido aún tenía ese semblante tan hermoso que lo caracterizaba.

"Te has vuelto más hermoso"

Gael levantó la vista y vio a la Señora Julia sonriendole, siempre que se encontraban la Señora le decía esas palabras, Gael pensó que sus palabras eran por amabilidad y siempre le agradecía.

"Gracias"

"Es la verdad, no tomes mis palabras como amabilidad si no fuera cierto no te lo diría"

"¿Es así?"

"Por supuesto, desde niño siempre has sido tan bonito"

Había escuchado decir a algunas personas que era bonito y hermoso pero Gael no lo tomaba en serio, incluso cuando sentía algunas miradas pensaba que eran solo por ser omega.

"Yo no creo que sea así"

Después de hablar, Gael volvió a comer las galletas, la Señora Julia podía entender porque Gael pensaba de esa manera, cuando creces desde niño escuchando palabras crueles y burlas sobre tu apariencia es difícil de olvidarlas y eso genera inseguridad, ella conocía perfectamente a esas personas que habían generado esa inseguridad en Gael.

"A veces es bueno dejar los recuerdos atrás y más si son dolorosos"

Gael dejo las galletas y miró a la Señora Julia.

"A veces es difícil"

"Nada puede ser fácil al principio pero debes intentarlo, la distancia es importante, necesitas alejarte de quienes te hacen daño y tener tiempo para sanar"

"Estoy en deuda con ellos, no puedo alejarme tan fácilmente"

La Señora Julia negó con la cabeza.

"No, no tienes nada que pagarle a tu tía ya la has ayudado lo suficiente, tienes que vivir tu vida, estar aquí solo te deja atrapado y no puedes avanzar hacia tu futuro que estoy segura que será grandioso, estas dejando tus sueños atrás y alejando a las personas de tu vida"

En el fondo de su corazón Gael lo sabía, pero era difícil para él poder hacerlo.

"No es fácil aceptar mi realidad, lo sé, se que puede ser frustrante verme así pero para mí lo es aún más, soy tan patético"

Gael se apoyó sobre la mesa y cubrió su rostro con sus manos, tenía tantas ganas de llorar pero no quería hacer una escena.

La Señora Julia extendió la mano y le dio unas palmaditas en la espalda para tranquilizarlo.

"No eres patético, todos tenemos que luchar en la vida, aunque algunas luchas son más difíciles siempre llega la victoria"

Gael asintió y tomó el vaso de leche.

Después de terminar de beber la leche, Gael tomó algunos platos con aperitivos y salió hacia la sala junto con la Señora Julia, dejaron los platos sobre una pequeña mesa que estaba en el centro y se retiraron, cuando estaban alejándose, uno de los invitados levantó su vaso y lo agitó.

"Sirveme más"

La Señora Julia se acercó y quiso tomar el vaso pero el joven lo apartó.

"Que lo haga él"

Con una sonrisa señaló hacia Gael, Gael se acercó, tomó el vaso, lo lleno y se lo entregó al joven.

"Señora puede retirarse que se quede él"

Dijo Jerson, la Señora Julia observó a Gael preocupada pero como no podía hacer nada, se retiró.

Gael se quedó de pie un poco lejos para no molestarlos, siempre que Jerson lo llamaba sucedían estas cosas.

Pronto la charla volvió a comenzar, uno de los jóvenes miró a Jerson y preguntó.

"¿Cómo van las cosas con ese Alfa?"

Jerson dejó el vaso sobre la mesa y sonrió confiadamente.

"Todo avanza muy bien, creo que pronto habrán buenas noticias"

Al escuchar sus palabras, todos los jóvenes vitorearon.

"Entonces, ¿ya lo probaste?"

Uno de los jóvenes que tenía el pelo rubio levantó ambas manos e hizo una señal obscena con sus dedos, todos empezaron a reír como si estuvieran acostumbrados a hablar de esas cosas, solamente Gael se sintió avergonzado.

"¿Es grande?"

La platica sucia seguía y parecían divertirse.

"Debe serlo porque es dominante, aunque todos los alfas son grandes"

Las risas seguían, Jerson tomó el vaso y dio un sorbo.

"Todo a su tiempo"

"No deberías esperar tanto o alguien podría quitartelo"

Dijo uno de los amigos.

"Quién se atrevería, si alguien se acerca a él tendrá que enfrentarse conmigo primero"

Dijo Jerson con mucha confianza, aunque Gael había escuchado que Jerson iba a la oficina de Dante, no habían rumores sobre ellos saliendo juntos, si fuera así lo hubiera sabido porque todas las noticias se saben en la tienda.

Pensando en ello, Gael recordó el rostro de aquel hombre, era difícil olvidar ese rostro sonriente, mientras pensaba en ello Gael recordó que había recibido una tarjeta de Dante con su numero de celular.

"Bueno, supongo que lo conseguirás de alguna manera, no existe ningún Alfa que se resista a un omega"

"Aunque las feromonas son de gran ayuda, para algunos omegas no les sirve de nada"

"Y más si eres horrible y un mendigo"

Las risas se hicieron más fuertes, claramente esas burlas iban hacia Gael.

Después de calmar su risa, un joven que tenía varias perforaciones en las orejas dijo.

"Jerson, sería bueno que te hicieras una prueba para estar más seguro"

"¿Qué prueba?"

"Escuché que hay una prueba para saber si puedes dar a luz bebés Alfa, tener un bebé Alfa es un seguro de vida"

La conversación siguió hasta tarde y Gael se encargó de atenderlos.

Cuando llegó la hora de irse, la Señora Julia le dio a Gael unos recipientes con comida y algunas cosas para que pueda almacenar en su cocina.

La larga noche había terminado.