Ahora Soy Una Maga Sanadora

Dylan y Susan llegaron al puerto, cerca de la medianoche, cuando fueron interceptados por dos guardias al servicio del conde… ellos no trabajaban en la mansión, por lo que, no conocían mucho a Susan, a diferencia de los otros guardias o trabajadores de la casa, que si tenían mayor cercanía.

- Lady Susan, debe acompañarnos a la mansión Kelly…

Susan: No, no voy a ir… me voy de la Gran Isla…

- Por favor, coopere, no nos haga usar la fuerza…

Dylan: ¿Qué? Están locos… ¡SUELTENLA!

Dylan empujo a un guardia y empezó un forcejeo entre ellos… llegaron dos vigilantes del puerto y se acercaron a ayudar…

- ¡Oiga! No puede atacar a los guardias del conde Kelly…

Los dos vigilantes inmovilizaron a Dylan en el suelo…

Dylan: ¡suéltenme! No hemos hecho nada malo…

Susan: ¡déjenlo ir! Es a mí a quien se quieren llevar…

Dylan: ¡NO Lady Susan!

- Lo siento señorita, pero atacar a un guardia del conde es un delito, el joven estará aquí, hasta que se aclaren los hechos…

Susan: lo siento Dylan, de verdad, lo siento…

Los guardias del conde amarraron las manos de Susan y la subieron al carruaje…

Dylan: ¡iré por ti Susan! ¡esto no se quedará asi! ¡maldita sea!

Susan lloraba en el carruaje, nunca se había sentido tan humillada y vulnerable... una cosa era que el conde no la quisiera, eso ella lo podía entender, aun no eran novios… quizás, había algo más… pero… que la mandara a buscar asi… además ver a Dylan en el suelo, agrandaba aún más su tristeza.

[¡dioses! ¡no puede creer que el conde haga esto… de verdad… ¡santo cielo! Tengo tanto miedo, pena, rabia, ¡Ahhhhh! ¡Por primera vez, me gustaria que mi magia fuese de ataque… y poder darle un buen golpe!]

Cuando el carruaje con Susan llego, fue llevada directamente al calabozo…

- Lo siento señorita, son ordenes…

Susan asintió y se sentó en el suelo… recién ahí soltaron sus amarras de las manos, las cuales habían dejado una marca evidente.

Los guardias tocaron varias veces a la puerta del duque, pero no despertó… estaba completamente ebrio… dormido sobre el sofá abrazado a la bufanda de ella.

Al día siguiente, al amanecer, llegó al puerto Jay y se encontró con Dylan…

Jay: Dylan ¿Qué te paso?

Dylan: el loco del conde, se llevo arrestada ayer a Susan…

Jay: ¿QUÉ? ¡NO! El conde jamás haría algo en contra de lady Susan… eso es imposible…

Dylan: pregúntales a los vigilantes… ellos vieron cuando se la llevaron amarrada…

- Asi es señor Calloway, los guardias del ducado se la llevaron

Jay: ¿QUÉ? Me fui dos días… y ¿Por qué estas tu aquí?

- El joven Yard agredió a uno de los guardias.

Jay: libérenlo por favor… estoy seguro que esto es un mal entendido…

Jay y Dylan volvieron rápidamente a la mansión Kelly…

Dylan entro gritando, llamando a Susan…

Dylan: ¡Lady Susan! ¿Dónde está?

Jay: ¿Dónde está el conde?

- En su oficina

Jay: y lady Susan

- En el calabozo…

Dylan: ¿Qué? ¡Libérenla ahora!

Jay: si esta en el calabozo, solo lo puede autorizar el conde…

Jay abrió la puerta de la oficina y un fuerte olor a alcohol les llego a ambos…

Jay: ¡señor!

El conde no despertaba y Jay tomo una botella con agua y se la lanzo en el rostro…

Conde: ¡que mierda!

Jay: ¡señor! ¿Por qué esta lady Susan en el calabozo?

Conde: ¿QUÉ?

Dylan: ¡libérenla ahora! ella no haría nada malo como para estar encarcelada…

El conde sujetándose la cabeza por el dolor, se puso de pie…

Conde: ¿Qué dijiste?

Dylan: ayer sus guardias la capturaron y ahora ella está en el calabozo…

El conde sintió como si lo hubiesen golpeado…

Conde: no… eso… no…

Jay: señor, el joven Yard estaba detenido con los vigilantes del puerto, quienes afirmaron lo mismo…

El conde salió casi corriendo de la oficina, a pesar del dolor de sus piernas, avanzo lo más rápido que podía…