En un mundo donde los dioses caminan entre mortales, un pequeño de siete años, que es mucho más de lo que parece, ha encontrado su propósito. Con un corazón puro y un amor inquebrantable, este dios cuida de su amigo, un joven alfa de 18 años marcado por el dolor y el desprecio de su propia madre. A pesar de las sombras que lo persiguen, el joven anhela la felicidad y la libertad que solo el amor puede ofrecer.
El pequeño dios, con su apariencia inocente, es un faro de luz en la vida del alfa, ayudándolo a enfrentar sus traumas y a encontrar la valentía dentro de sí mismo. Juntos, desafían las expectativas del mundo que los rodea, creando un vínculo que trasciende el tiempo y la edad.
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Cap 17: Venganza
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Los jóvenes salieron de la academia con la idea de preparar un plan para vengarse de Haim. Cuando iban a mitad de camino, el carruaje se detuvo de forma abrupta haciéndolos golpear.
— (4) ¿Qué está sucediendo? — gritó con molestia al cochero
— Los caballos están inquietos y no se mueven— desconcertado por la actitud de los animales.
— (1) Entonces haz que se muevan.
El cochero intentó de todo, pero los caballos no se movieron del lugar, los jóvenes furiosos bajaron del carruaje para caminar y ver si alguien los llevaba al pueblo cercano.
— (2) malditos animales inútiles.
— (3) No pasa ningún carruaje, así que caminen más rápido. Está oscureciendo y es peligroso que estemos solos.
— No seas cobarde, los guardias vienen con nosotros.
En cuestión de minutos, todo quedó oscuro, el viento era helado y el canto de las aves parecían lamentos.
— (3) Este lugar se siente extraño.
Los chicos seguidos de sus guardias personales seguían su camino, cuando de repente fueron atacados con flechas sin saber de dónde. Al chico número uno, le incrustaron 3 flechas en la pierna, dónde una de estas le rompió el hueso, al número dos, le dispararon en la columna dejándolo tirado en el suelo gritando de dolor, al número tres le picó una serpiente haciendo que medio cuerpo se le paralizara y al último le cortaron una de sus piernas, Pero lo extraño era que sentían el inmenso dolor Pero no sangraban. Los jovencitos gritaban y lloraban de dolor mientras que los cuatro guardias trataban de ayudarlos y buscaban a los agresores.
— Es el castigo que se merecen por querer romper la pierna del niño y fracturar sus huesos— Resonó en el lugar una voz helada.
La oscuridad se dispersó y nadie más aparte de ellos estaban en ese camino, los guardias nerviosos cargaron a los jóvenes para regresar al carruaje, necesitaban llegar al pueblo y que los médicos atendieran a los jovencitos.
— Malditos infelices, cuando sepan quién fue, lo haré torturar— gritaba en medio del dolor el número 2
Pasado un tiempo, los guardias por fin lograron que los caballos andaran, de inmediato se dirigieron al pueblo. Al llegar allí, buscaron médicos para los jóvenes, todos estaban fuera de peligro pero no podrían caminar o no lo harían correctamente nunca más.
— Si vuelven a meterse con los inocentes, no solo perderán sus piernas, perderán su insignificante vida y torturaré sus almas día y noche— Dijo Apolo con voz grave y amenazante en la mente de los jóvenes.
Después de ocuparse de esos tipos, el dios se dirigió a su reino ya que allí era donde quedaba el marquesado del padre de Liorán.
— “ ¿Que castigo le daré a esa mujerzuela que se atrevió a atacar a un niño? Ella y su mocoso deben sufrir por querer dañar al hijo de mi hijo”— pensaba mientras veía a la mujer sonreír mientras hablaba con otras nobles.
Sin perder tiempo, el rubio hizo que tanto la madre como el hijo se desmayaran en los lugares donde estaban. Luego de desmayarse, sus cuerpos expedían un olor putrefacto, haciendo que los presentes se alejaran y murmuraran.
“ Que asco, la marquesa huele peor que una tumba”
“ Debe tener algún hechizo de muerte”
“ Debe ser un castigo por ser una amante y llevar a la marquesa anterior a la muerte”
El lugar donde estaba el hijo de la marquesa, también estaba lleno de murmuraciones, los jovencitos se alejaban mientras pedían a los guardias llevárselos de allí.
“ Esto se lo haré saber a mi madre, no puedo ser amigo de alguien maloliente”
“ El futuro marqués, huele a muerto”
“ Tan orgulloso y prepotente y huele a cadáver”
“ No volveré a acercarme a él, si es un hechizo es probable que quienes se acerquen a él, también se contagien”
Las dos personas fueron recogidas y llevadas a la mansión del marquesado e inmediatamente llamaron al médico para que las revisaran.
— ¿Que tienen mi esposa y mi hijo?— preguntó con desespero el marqués.
— Médicamente ellos están bien, no encuentro una explicación a su condición.
— Vuelvalos a revisar, no pueden estar bien, si huelen tan horrible.
— Marqués, ya los he revisado varias veces, lo mejor es que llame a un mago.
Mientras el marqués discutía con el médico, madre e hijo se despertaron sin poder mover su cuerpo. Ambos trataban de moverse y levantarse pero les era imposible, debido a esto se desesperaron y comenzaron a gritar pidiendo ayuda.
— “Los próximos 10 años deberán vivir así, cada día será peor que el anterior. Le deben una vida anterior y los sufrimientos de esta vida a mi nieto”— pensaba el rubio mientras veía a las personas desesperadas.
Con los castigos impuestos, volvió al palacio en busca de su esposo.
— Amor, quiero que me consientas.— abrazando al albino.
— ¿Te fuiste a hacer de las tuyas nuevamente?— sabiendo que este pedía ser mimado después de vengarse de algunos humanos.
— Solo castigo a los malos, esa mujer y su hijo en una vida anterior trataron muy mal a nuestro pequeño nieto, y pagaron a esos muchachitos para que lo asesinaran a golpes. En esta vida nuestro hijo lo adoptó, así que debemos cuidarlo y evitar que sea asesinado siendo tan pequeño.
— Está bien, te consentiré sólo porque ayudaste a nuestros niños y has vengado el sufrimiento de nuestro pequeño nieto.— respondió para darle un beso.
segundo y mas importante que paso con lorian como nos dejas con la incertidumbre no seas mala
creo que me perdí