Siempre Seras Mi Vida

Megan: Mira te quiero presentar a mi amiga Cariza.

Bella extendió su mano y de manera alegre le dijo, mucho gusto Isabella.

Cariza: El gusto es mío, Megan no deja de hablar de ti.

Bella: Ella suele ser un poco exagerada.

Las tres rieron y después Bella, se retiró para saludar a aquellas personas que no había visto durante la noche.

Mía se acercó con sus padres para despedirse.

-Bella, nos vamos, gracias por todo.

Bella: Gracias a ustedes por venir.

Margareth la abraza, y le dice:

-Bella, me alegra que hayas regresado, gracias por cuidar de Mía durante su estadía en Londres.

Bella: No hay de que Margareth, la verdad es que ambas nos cuidamos mutuamente.

Margareth le da un beso en la mejilla y al retirarse sintió ese peculiar olor a vainilla en el cabello de Bella, frunció el ceño y se retiró con su esposo e hija.

Max: Bueno ya llego la hora de retirarme, muchas gracias por todo, estuvo delicioso y la verdad tienes muchos familiares no alcance a saludarlos a todos.

Bella: Gracias a ti por venir y concuerdo contigo, la verdad no pensé que mi madre invitara a tantas personas.

Max le da un abrazo y al despedirse dejó un beso en la comisura de sus labios, por lo cual Bella se puso nerviosa.

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Los días pasaron y por fin era la cena entre Max y Bella, el llego a recogerla a su casa; quedo impactado al ver como estaba de hermosa. Ella Lucia un hermoso vestido color azul oscuro entallado, que le llegaba a la rodilla y con el cual se podían admirar sus hermosas curvas, llevaba unas sandalias de medio tacón golf, su cabello castaño lo traía peinado con una media cola, con las ondas que llegaban a su espalda.

Max: Enserió, estas preciosa.

Bella se sonrojo y les respondió:

- Gracias Max\, tú también estás muy guapo.

El llevaba un hermoso traje de color gris, combinado con una camisa blanca y una corbata de color negro.

Le abrió la puerta del carro para que ella ingresara; después de cerrar la puerta, dio media vuelta rodeando el vehículo para adentrarse en este.

Max: ¿Y bien? Dime ¿Qué quieres comer?

Bella: Lo que tu elijas por mi está bien.

Max: Perfecto; te voy a llevar a un sitio magnífico.

Llegaron a un elegante restaurante italiano, allí pidieron sus platos y Max pidió dos copas de vino tinto, estuvieron hablando sobre las experiencias de Bella y Mía en Londres.

Max: ¿Como te pareció la comida?

Bella: Exquisita, muchas gracias.

Max: Me alegra que te haya gustado. ¡Así que eso quiere decir, que volverás a salir conmigo! ¿Cierto?

Bella lo observo fijamente y respondió:

-No veo el por qué no.

Max tomó las manos de Bella por encima de la mesa.

- Bella\, gracias por aceptar mi invitación y por acepta nuestra próxima cita.

Bella separó sus manos de las de Max y le dijo.

- ¡Ah! ¿Con que esto es una cita?

Max se puso nervioso y le pregunto.

- ¿Te molesta que sea una cita?