Mi Mujer, Mi Esposa

Alejandra

Después de platicar un rato y jugar, me llevó a su recámara, subimos tomados de la mano como dos adolecentes con las hormonas aceleradas, su habitación es muy moderna y la cama es muy grande, ya estaban ahí mis maletas, las vi a un lado de la cama.

Solo cruzamos la puerta y me puso contra la pared besándose con desesperación lleno de deseo, apretando mis pechos y lamiendo mi cuello, tomó mi trasero en sus manos y lo acaricio, nunca había sentido ese deseo y tanta excitación me hacía sentir tan mujer que me dejaba hacer todo lo que el quisiera, me estaba acostumbrando a sus besos y a sentirme deseada, quitó mi vestido y mi sostén, bajó su mano hasta mis bragas rompiéndolas con desesperación y sin dudar metió un dedo dando círculos con otro era tan hábil que me hacía estremecer y soltar gemidos sin control, empecé a sentir como como iba llegando al máximo placer y me susurró al oído,- córrete en mi mano, no aguante más cuando sentí un delicioso placer vaciarse de mi intimidad temblaba de la sensación que quedó.

Quitó sus pantalones con sus trusas, le desabroche su camisa, esta tan bueno que me lo comería vivo, subió mis piernas para que rodeará su cintura y se introdujo de una embestida, empezamos a movernos como si estuviéramos hechos el uno para el otro aceleramos el ritmo cuando empecé a sentir que venía otra vez esa sensación tan deliciosa, el también lo sintió y me dijo, - termina conmigo hermosa sin pensarlo los dos terminamos al mismo tiempo, sin salirse de mi, me acostó en la cama, no dejaba de besarme – no se si era la abstinencia que había tenido o si era verdad que después de cierta edad lo disfrutas más pero era delicioso todo lo que me hacía, jamás sentí esto con Fernando, no pude evitar la comparación, ¿que haré cuando regrese a mi cuidad?

Robert

Esta mujer me va a volver loco no puedo dejar de besarla, de tocarla, la quiero tener siempre así entre mis brazos, la seguí besando y no pare de moverme mi miembro seguía despierto así que seguí sin parar, siempre me seguía el ritmo así que no pare y seguí, -eres especial hermosa, me encantas, estas tan bella y cada minuto me haces querer más de ti - acelere las embestidas   hasta que la sentí tensa, lista para estremecerse otra vez en mis brazos, es tan sexi y ardiente, lo disfruta al máximo no se limita y eso me hace disfrutarlo también, cuando sentí su parte intima apretar mi miembro sabía lo que venía seguí  mis embestidas y nos volvimos a envolver en el placer juntos, es una Diosa.

Moriría feliz al lado de ella, de mi hermosa, quería hacerla feliz tanto que se quedara a mi lado, toda ella me encanta, escuché varias veces que cuando encuentras a la persona ideal no necesitas mucho tiempo para saberlo, ahora lo estoy creyendo, ella es mi persona ideal, jamás he deseado a alguien como a ella.

Se acostó al lado mío y no dudé en abrazarla de la cintura, se quedó dormida y yo no podía dejar de verla, de admirarla, ese aroma tan rico, su perfume era tan suave que me volvía loco, me sentía tan relajado a su lado como hace mucho no lo hacia.

Me dio sed y bajé a tomar agua, solo me puse una bata encima, llegue a la cocina y me di tremendo susto que brinque

Nana, ¿que haces tan noche despierta?- pregunté

Lo mismo te digo yo a ti ¿Qué haces despierto a esta hora? – lo sentí como regaño.

Me dio sed y bajé por agua ¿y tu? – le volví a preguntar.

Pues también me dio sed y vine por agua.

La abracé y le di un beso en su cabeza.

Estas bien mi niño? Cuando haces eso es que algo me quieres decir, desembucha soy toda oidos.

Me separé de mi nana y fui al refrigerador por dos botellas de agua, destape una y se la entregue, tomé la otra y también la abrí, di un sorbo de la botella y le dije:

Ay, nana creo que llegó la indicada.

Pero? – preguntó

Se irá en un tiempo, tiene a su familia y no creo que quiera quedarse conmigo.

Y la dejaras irse?

Que puedo hacer?

Se acercó a mi con una mirada tierna y sin darme cuenta me dio un golpe en la cabeza que me movió las ideas.

Que bruto eres pues conquistarla antes de que se vaya y siguela al fin del mundo si es la indicada.

Me sobe el golpe y reí – tenías mucho que no me pegabas.

a ver si así despiertas zonso.

Gracias nana – le dije riendo

De nada cuando quieras te doy otro

No gracias así estoy bien, todavía pegas duro, pero te amo.

Le di un beso y me subí corriendo, me acosté a su lado y la abracé, haría todo porque se enamorara de mi.