NovelToon NovelToon
EN OTRO TIEMPO 2: El Regreso De Ana

EN OTRO TIEMPO 2: El Regreso De Ana

Status: Terminada
Genre:Malentendidos / Reencuentro / Dejar escapar al amor / Amor-odio / Viaje a un mundo de fantasía / Viaje a un juego / Completas
Popularitas:1.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Cecilia Ruiz Diaz

En el 2010, dos años después de su receso a su tiempo, Anastasia, lleva una vida muy tranquila. De su casa a la universidad, en dónde daba clases, y de ahí de regreso.
todo se moviliza cuando recibe un sobre proveniente de florida, firmado por su hermana, en tiempo presente. Ana se siente un poco extraña con este hecho, sumado a un accidente, por el cual, vuelve a viajar, Pero está vez a 1989.

NovelToon tiene autorización de Cecilia Ruiz Diaz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capitulo 16: VOLVER A CAER.

Capítulo 16 – VOLVER A CAER

Anastasia se sobresaltó cuando oyó que alguien entraba al camarín. Con la carta aún en la mano se volteó para ver quién era.

—¡Mira quién vino de visita! —dijo Yoli con la pequeña Alex en brazos y su hermana al lado.

Ana se relajó, aunque Val la miraba con desconfianza.

—¿Qué te pasa? —preguntó.

Ana dudó, bajó la mirada hacia la carta y murmuró:

—Nada… yo…

—¿Qué es eso? —insistió Val, acercándose.

—¡Nada!

—Dame eso… —dijo su hermana con rapidez, quitándosela de las manos—. ¡Anastasia! Esto es una carta de Clare… Muy mal de tu parte.

—Bueno… es que…

—¡No hay excusas!

—¿Quién es Clare? —preguntó Yoli sin entender nada.

—La prometida de Chris —respondió Val con severidad.

—Val… —intentó defenderse Ana.

—¡Ay, Ana! —la reprendió su tía.

—Ya sé que estuve mal… Pero me pudo la intriga —se excusó ella, arrepentida, y estiró los brazos—. Dame a mi bella sobrina.

Tomó a la bebé con ternura y la acunó entre sus brazos.

—Vamos a sentarnos —propuso.

Todas se acomodaron en unos sillones del camarín.

—Ana… ¿qué ocurre últimamente con vos? —preguntó Val.

—No entiendo a qué te referís.

—A veces hay que aceptar que las relaciones se terminan… y dar vuelta la página.

—Hay páginas difíciles de dar vuelta —replicó ella, con un dejo de dolor.

Val la miró fijo.

—Hay algo que yo no sé, ¿verdad?

Ana divagó un momento antes de responder, incómoda.

—Bueno, hubo… intercambio de fluidos.

Las otras dos se quedaron boquiabiertas.

—Ese “intercambio de fluidos” ¿fue apenas… o todo lo que eso implica? —insistió Val.

—A… todo lo que eso… —admitió ella, nerviosa.

—Esperen, no entiendo —intervino Yoli.

Las dos sobrinas la miraron, y al instante comprendió.

—¡Ay, no! ¡Qué asco! —gritó la chica, tapándose la cara.

—Tía, por favor… vas a tener dos hijos. En el futuro no te parecerá tan asqueroso —bromeó Val.

—¡Basta! No quiero escuchar más —dijo Yoli, cubriéndose los oídos.

Ana y Val soltaron una carcajada. Esa tía adolescente era un personaje lleno de ocurrencias.

Los días siguientes transcurrieron en silencio. Nadie mencionó la carta, pero Chris seguía igual de distante. Ana ya estaba resignada: su relación con él parecía destinada a quedarse en ese punto muerto. Cansada de insistir, prefirió enfocarse en su familia.

Ese fin de semana todos en casa de sus padres habían caído con un virus, probablemente llevado por su padre desde el trabajo. Por la salud frágil de su abuelo decidieron no visitarlos. Para Ana fue un alivio: no tenía que inventar otra excusa para esquivar esos encuentros con sus padres... O con ella misma a los dos años... Por esta vez, estaba salvada.

Su abuela, sin embargo, quiso aprovechar la ocasión para invitar a Val y a su familia a comer empanadas. Cuando el timbre sonó, la mujer corrió a abrir.

—¡Pasen, pasen! Nuestra casa es humilde, pero acogedora.

—Señora Blanca, si conociera el departamento en donde vivíamos en California… ¿te acordás, Ana? —bromeó Val, entregándole la bebé a su hermana.

—Parecíamos sardinas embutidas —respondió Ana entre risas.

Luego se inclinó hacia Val, que observaba todo con atención.

—Está todo tal cual lo recuerdo —susurró su hermana.

Ana sonrió y le acarició el brazo, emocionada.

En la cocina los esperaba un banquete de empanadas de distintos sabores.

—Ana me dijo que no te gustaban con pasas de uva, así que hice de las dos clases. a mí viejito sí le gustan —explicó Blanca.

—¡Muchísimas gracias! —respondió Val, sentándose.

—¿Toma vino, señor Ralf? —preguntó el abuelo.

—Por favor, dígame Rafael —contestó él con amabilidad.

El timbre volvió a sonar y Yoli pegó un salto.

—¡Debe ser Rolo! Voy a abrir.

Al rato regresó con el chico, mientras Ana miraba a la pequeña dormida en sus brazos. Suspiró: deseaba congelar ese momento. ¿Y si se quedaba? ¿Y si esa vida era el destino que realmente debía elegir?... Ese tiempo.

La semana siguiente las grabaciones se intensificaron. Tocaba una escena peligrosa: un grupo de ganado escapaba y embestía a los protagonistas. Ana y su equipo debieron maquillar rasguños y moretones en Chris y Ralf, repitiendo el trabajo cada vez que la escena se rodaba de nuevo.

Cuando Ana se acercó con la esponja para retocar a Chris, él le sujetó la mano con brusquedad.

Ella lo miró desconcertada.

—¿Esto también lo puedes hacer solo?

—¡Que lo haga otra! —replicó él, cortante.

—¡Ya basta! —exclamó Ana, arrojando la esponja a la mesa.

Ralf se levantó de golpe, enfadado.

—¡Ya basta, idiota, con esa actitud infantil y estúpida!

—¡No, Ralf! Yo renuncio —dijo Ana con firmeza, en español.

—¿Qué? —preguntó su cuñado.

—¿What? —saltó Chris.

—Tradúcile —ordenó ella, alejándose con paso decidido.

Más tarde, en el camarín, Ana guardaba sus cosas. Estaba convencida: no volvería al día siguiente. Mientras doblaba unas camisas, oyó la puerta abrirse. Era Chris.

—Ana, por favor… ¿podemos hablar?

Ella suspiró y siguió con su tarea.

—¡Ah! ¿Ahora quieres hablar? —soltó con hostilidad.

—¿De verdad vas a renunciar?

—Completamente.

Dejó la pila de camisas en una estantería. Chris se acercó y le puso una mano en la cintura para detenerla.

—Tienes que entender…

—Desde que te volví a ver estoy tratando de entender. Pero no puedo comprender lo que nunca me explicaste.

Él vaciló antes de responder.

—Llevo dos años enojado, queriendo olvidarte… odiarte.

—Que me odias, ya me quedó claro.

—Pero no lo hago. Al volver a verte… sólo pienso en ti.

Ana lo miró, todavía reacia. Chris le apartó un mechón de cabello de la cara, con suavidad.

—Al volver a verte quise… juro que quise odiarte. Pero la verdad es que… te amo.

El corazón de Anastasia dio un vuelco. Sus labios temblaron, incapaces de pronunciar palabra. Esa confesión derribaba de un golpe las murallas que había levantado durante todo ese tiempo.

Lentamente, Chris, se inclino hacia ella y la beso, dulcemente, apenas en los labios, al ver que Ana no puso resistencia, la beso de nuevo, pero está vez le rodeo la cintura con los brazos.

Ella respondio al beso y le rodeo el cuello con las manos, sabía que tal vez estaba mal, pero no podía evitar volver a caer

1
Jessica Ortega
me encantó, el reencuentro fue un poco triste pero el final estuvo bien.
Cecilia Lujan Ruiz Diaz
muchas gracias!!! ojalá hayas leído las dos partes!!! me emociona tu opinión 😍😍
Dana Gafe
Hermosa historia ... muy corta ... emocionante .
Cecilia Lujan Ruiz Diaz: hay dos partes, está es la segunda. muchas gracias!! 🙂 😘😘
total 1 replies
Dana Gafe
simplemente ¡fabulosa! está para una película o miniserie.
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play