LOS RUTTHERFORD - NATALIA RUTTHERFORD

Dimitri se veía colérico, Vasily tuvo que seguirlo como ya era costumbre hasta el despacho del hombre.

-          Seré directo – le dice Dimitri apenas entraron a la habitación – no me interesa si te le estas cogiendo, recuerda que no debes tener peso muerto en tu vida, además ya sé quién es esa mujer, si su amo la consigue, te harás responsable de todo – le dice molesto.

-          ¿Terminaste? – le dice con voz de tedio – si es así ya me retiro – le dice dándole la espalda al hombre

-          ¡Vasily! – le grita.

-          En el momento en que deba matarla, lo hare no te preocupes – le dice terminando de irse del lugar.

Aunque si bien era cierto que no se sentía apegado o atraído hacia la mujer y el jalar el gatillo no significaría algún problema, el motivo por el cual se estaba tomando todas esas molestias, era porque la mujer le recordó a su madre y la desesperación que mostro en su mirada antes de morir

La mujer comenzó a entrar en depresión por aquel embarazo, aunque siguió con él y se alimentaba cada que se le daba comida, tomaba sus pastillas y continuo con su vida de forma insípida y sin sentido, mientras observaba como su vientre crecía de forma regular sin poder detenerlo.

-          Vivo con desdicha y miedo – le dijo una noche a Vasily antes de que este se marchara para dejarla dormir – no tengo el coraje para acabar con esto y tú no puedes hacerlo tampoco, no quiero tener a este bebé producto de todo el mal trato que tuve en manos de ese hombre y que también posee su sangre, lo odio y odiare todo lo que sea parte de él, al igual que este niño – le dice entre llantos.

Vasily se mantuvo en silencio, termino de escucharla y salió del lugar.

En el centro de la ciudad, en un restaurante frecuentado para reuniones, Vasily se encontraba teniendo una charla con Enzo Ferrer.

-          Sé que mi propiedad se encuentra bajo su tutela desde hace más de siete meses y quiero que se me sea devuelta – le dice Enzo demandante.

-          ¿Qué le hace pensar que yo quiero tener bajo mi tutela alguna de sus porquerías? – le dice Vasily de forma tranquila.

-          Mi informante me confirmo y envió una fotografía de la mujer, no lo niegue – le dice molesto.

-          ¿Un informante? – le dice Vasily comenzando a molestarse, aunque su actitud aún seguía plausible

-          No cambie el tema Vanatori, traiga lo que es mío y aquí no ha pasado nada – le dice levantándose de la silla y retirándose.

Vasily respiro profundo, se levantó y salió del lugar, habiendo calmado su furia condujo hacia la mansión donde se había armado un revuelo ya que en su ausencia Bianca había entrado en labor de parto. Los sirvientes quienes sabían de la mujer y su estadía allí, se habían dado a la tarea de llamar al doctor que ahora atendía el parto de la mujer.

Largas horas de labor de parto hasta que por fin se escuchó el molesto llanto del bebé al nacer, enseguida Bianca comenzó a armar un alboroto en el momento en que la enfermera que asistió al doctor se lo coloco en el pecho.

Al ver al niño la mujer no pudo evitar querer matarlo y acabar con la sangre de Enzo, Vasily llego rápido hasta ella para detenerla y luego la mujer vio la cara del pequeño niño que al sentirla cerca calmo su llanto y tomo su dedo con su pequeña mano.

-          ¿Qué estoy haciendo? – dice llorando y soltando la aguja que se había sacado de su vía para clavársela al pequeño – no puedo más con esto, ¿en qué clase de monstruo me he convertido por culpa de ese maldito?, intente matar a esta pequeña criatura inocente de todo esto -  dice desesperada llorando

-          Fuera todos – les dice Vasily a todos los presentes que ayudaron con el parto.

-          Vasily – le dice la mujer mirándolo exasperada – Vasily, ya no puedo más con esto, ya no quiero seguir viviendo – coloca al niño a un lado y se le arrodilla al hombre – por favor, por favor acaba con este dolor, por favor Vasily – le dice caminando de rodillas hacia él.

Vasily miro a la mujer quien le rogaba por ponerle fin a su vida, luego volteo a ver al niño que yacía sobre la cama llorando por el abandono de su madre.

-          ¿Qué hay de él? – le pregunta señalándole al niño.

-          Sé que tu cuidaras de él mejor de lo que yo pudiera hacerlo – dice llorando – he cometido uno de los peores pecados, intenten matar a mi propio hijo, no podría vivir con eso – le dice resignada a querer morir – Por favor, te lo suplico, por favor – le dice aferrándose a él

Ese día todo debía terminar de una u otra forma, ya que su dueño la estaba pidiendo y él no tenía más opción hasta ese momento que la de entregarla, algo que sin duda sería peor que la misma muerte para ella. Vasily suspiro y sacó su arma, luego sonrió al percatarse que era la segunda vez en su vida que una mujer le suplicaba que la matara.

-          Ustedes las mujeres resultan ser una molestia – le dice a la mujer apuntándola a la cara, mientras esta cerró sus ojos y esbozo una sonrisa enorme, como si él fuera su salvador y esperanza.

Viendo la sonrisa de la mujer apretó el gatillo y la bala fue expulsada del disparador, entrando a alta velocidad en la frente de la mujer creando un desastre de sangre por todo el piso.

El bebé que aún se encontraba en la cama comenzó a llorar sin control, algo molesto para Vasily, quien se acercó para calmarlo y enseguida al sentir su calor el pequeño volvió a quedarse dormido plácidamente.

-          ¡Señor!, ¿Qué sucedió?, escuchamos un disparo – dice uno de los guardias entrando armado al lugar, luego observa la escena.

-          Necesito que consigan una mujer que pueda amamantar al niño – le dice al hombre sin prestar atención a su rostro sorprendido.

-          S… Sí, señor de inmediato – le dice volviendo en sí.

Dos días después de lo ocurrido, Enzo le solicito a Vasily otra reunión en el mismo restaurante en el centro de la ciudad, pero esta vez el hombre se encontraba molesto he impaciente, debido a que ya se había enterado de que su posesión había sido asesinada por Vasily.

-          Ya me ha sido notificado tu acto de barbaridad – le dice Enzo a Vasily- solo espero que pague por lo que ha roto – le dice molesto.

-          Su dinero será depositado y con eso saldare mi deuda – le dice tranquilo y sin prestarle importancia a la molestia del hombre – entonces, si eso era todo, me retiro – le dice.

-          Aún no he terminado – le dice Enzo antes de que Vasily se levantara de la silla – ya que todavía posee algo que es de mi propiedad, el niño que esa mujer tuvo también es de mi propiedad y exijo que lo devuelva – le dice de forma exigente

-          ¿Para qué querría usted un bastardo nacido de una esclava? – le dice con voz de tedio.

-          Pagan muy bien por los bebés, también podría vender sus órganos si no puedo venderlo completo – le dice de forma maliciosa.

-          Ya veo que será una piedra en el zapato hasta el final, ¿no es así? – Vasily suspiro y rápidamente saco su arma disparándole en la cabeza al hombre matándolo frente a todos los allí presentes.