ADICTOS A MENORES

RAVENNA

—¡Mierda!, ya son las 6: 00 am.

Me visto con:

Un abrigo rosa que parece ser elegante y moderno. Debajo, una blusa blanca que aporta un contraste claro con el abrigo. Los pantalones son de un tono azul claro, que complementan el conjunto. Y tacones de plataforma negros que añaden un toque de sofisticación a mi atuendo. Un reloj y anillos de oro puro en mi mano derecha y dedo medio. Escojo el carro Lamborghini de color rojo. Estaré de vuelta a la escuela y tengo que tener una entrada amazing.

Estoy lista, conduzco hasta la escuela que esta un poco lejos del apartamento.

Al llegar a la escuela, el sol brilla intensamente y el sonido de los murmullos de los estudiantes llena el aire. Al abrir la puerta del Lamborghini, una brisa suave juega con mi abrigo rosa, mientras me bajo con una confianza inigualable. Los chicos y chicas se giran, sus ojos se abren de asombro, y susurros de admiración recorren la entrada.

—¡Wow, ¿quién es?! —se escucha entre ellos. Mi presencia como siempre no pasa desapercibida, y siento cómo las miradas siguen cada paso que doy hacia la oficina de profesores.

Al entrar, la directora me recibe con una sonrisa. Es muy linda. Más alta que yo como por 5 cm, mide como 1,70. Rubia, cabellos corto y liso, ojos verdes y muy clara de piel.

—Bienvenida srta. Harper estamos encantados de tenerla aquí. Mucho gusto yo soy la directora Estefaní—se presenta extendiéndome la mano.

—Mucho gusto— le respondo con seriedad estrechando su mano.

—Ella es la miss tiffany, es la directora de grupo donde dará clases, ella la guiara al salón para que se presente y le dará el horario donde tiene que dar clases. —dice la directora con una sonrisa que le devuelvo.

Los recuerdos de mi escuela me envuelven mientras me llevan al salón. La maestra entra primero y yo espero afuera cuando hace un ademán con la mano el cual es mi pase de entrada. Entro Bien recta con una expresión seria que pasa asombro cuando miro justo al fondo de la clase al chico que me bese ayer en el puente con una expresión también de asombro pero cambia rápidamente su semblante cuando la chica a su lado le toca el hombro y se ríen de algo. Me quedo helada mientras escucho el murmullo de los chicos asombrados por mi.

¡Mierda! Menos mal solo fue un beso.

Siento que me tocan el hombro, la maestra quiere que me presente.

—¡Ah!, si. Hola todos soy harper smith tengo 23 años y sere su profesora de francés y chino. —todos aplauden menos el chico quien ahora me mira confundiendo el ceño confundido.

—Bueno, ya que se ha presentado, hoy tienen clases con la maestra a la 8:00.

Salgo del salón directo al baño de mujeres para recibir una llamada de mi padre.

—Jhon llegó a tu apartamento con todas las cosas que pediste traer de tu casa al igual que las de Dorian.

—¿Por qué me lo notifica usted y no él?.

—Es solo que quería conversar de otra cosa diferente a las misiones, aunque acaba de llegar tu próxima misión…Ya te mande la foto, solo tienes que mandarlo al otro mundo.

—Como ordene mi rey.

—Ya te he dich—cuelgo antes de que termine lo que iba a decir.

Abro el mensaje de mi padre para ver a mi víctima, pero 2 chicas entran, reacciono de inmediato apagando el teléfono, les sonrió y salgo.

Mientras camino por los pasillos, intentando disipar la tensión con las chicas del baño, mi mirada se detuvo en la figura del chico del beso. Está por pasar a mi lado y mis demonios se activan.

¿Me vio antes, debería matarlo para que no estorbe?.

¿Debería foll4ar y luego matarlo?

O quizás… ¿Ambas como lo hize anteriormente?

Venía caminando en mi dirección, con una pila de papeles en la mano, y al notar mi presencia en el lado derecho, se desvió instintivamente hacia el izquierdo, un gesto que intérprete como evasión.

Un destello de picardía cruzó mis ojos. Había algo en la timidez del chico que me intrigaba, una mezcla de inocencia y algo más profundo que aún no lograba descifrar. Decidí confrontarlo, impidiéndole el paso con un movimiento rápido, mi mano izquierda chocando contra la pared justo a mi lado.

—¿Estás tratando de evitarme?—musito, mi voz teñida de una seriedad que contrastaba con la ligereza del momento. —Me has engañado, eres un niño—Mis ojos se fijaron en los de él, buscando una reacción, un atisbo de culpabilidad o quizás de confusión. Intento proyectar enojo, pero la inocencia en su mirada, sus ojos esquivos, desarmaron mi intento.

—Nunca dije que no lo era—respondió él, su voz suave, desviando la mirada.

Sentí una extraña punzada. Había algo en su honestidad que me descoloco. —Tienes razón— dije, mi tono suavizándose, una sonrisa forzada asomando en mis labios. —Olvidemos lo que pasó—Me enderece, tratando de recuperar la compostura.

—Es lo que estaba haciendo, miss “Harper"—respondió él, haciendo un énfasis deliberado en Harper. La forma en que pronunció el nombre me hizo fruncir el ceño, una pregunta silenciosa flotando en el aire. Lo dejé pasar, la interacción dejándola con una sensación de ambigüedad, y continúe mi camino.

La búsqueda del "ojo que todo lo ve" se convirtió en mi siguiente prioridad. Sabía que, si quería completar la misión de mi madre, necesitaba encontrar esa pista crucial. Recorrí la escuela de arriba abajo, explorando cada rincón, abriendo armarios polvorientos, revisando libros antiguos en la biblioteca, escudriñando cada tablón de anuncios. Sin embargo, las pistas que buscaba parecían haberse desvanecido en el aire. El tiempo pasaba inexorablemente, y pronto, el sonido de las campanas anunció el inicio de mi próxima clase.

Al entrar al salón, la atmósfera era diferente a la de la mañana. El bullicio habitual de los estudiantes se había calmado, reemplazado por una expectación silenciosa. Me dirigí al frente, mi mirada buscando instintivamente al chico que me había dejado tan perpleja. Lo encontré sentado en la misma fila, pero esta vez, su atención estaba dividida. Reía, inclinándose hacia la chica a su lado, un gesto que mi demonio posesivo observa con cuidado.

Me obligué a concentrarme en la tarea que tenía entre manos. La clase de francés y chino comenzó, y mientras explicaba la conjugación de verbos y los caracteres de mandarín, mi mente divagaba. Cada vez que levantaba la vista, mis ojos se encontraban con la imagen de él, riendo con la otra chica. La frustración se mezclaba con una curiosidad persistente.

¿Quién era él realmente? ¿Y por qué su cercanía la afectaba de esa manera?

Con la clase terminada, la urgencia de la misión volvió a apoderarse de mi. Tenía que cumplir. La información que mi padre me había enviado era críptica, pero la imagen era clara: un hombre, rodeado de hombres corpulentos, en un entorno que sugería poder y peligro. El jefe de una organización criminal, sin duda. El siguiente paso era claro: debía eliminarlo.

Me dirigí a mi coche, el Lamborghini rojo rugiendo suavemente al encenderse. La escuela, con sus pasillos llenos de secretos y miradas esquivas, se quedó atrás. Ahora, mi camino me llevaba hacia las sombras, hacia el cumplimiento de su deber, hacia la eliminación de un objetivo. La noche prometía ser larga y peligrosa, un recordatorio más de que su vida era un delicado equilibrio entre la normalidad aparente y la oscuridad de sus misiones.

🌸Samara🌸

Estoy en clase pero mi mente está distraída en la mirada del hombre que disparó en mi fiesta de ayer «mi nuevo guardaespaldas», su mirada estaba llena de ira. Parecía que quería matar a todos allí pero…¿Por qué?. Me tenía super intrigada pero no pude preguntar nada, se encerró en su habitación en cuanto todos salieron y para evitarlo me desperté super temprano, llegue a la escuela cuando nadie había llegado aún.

Horas después*

Las clases terminan pero aun tengo que ir a las clases de arte salgo a las 6 pm.

Es hora de ir a casa, estoy en el carro en camino pero me detengo a comer en un restaurante que encuentro cerca a la escuela de arte el cual está muy lejos de la casa y de la escuela.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Me bajo, entro al restaurante y de entrada veo como unos hombre que al parecer son gángsters no es por juzgar pero sus ropas, sus miradas y joyas exageradas me lo indican fuertemente, pido la comida, la espero y rápidamente salgo cuando me la entregan mirando de reojo a los hombre.

Acelero mis pasos cuando veo que me siguen afuera. Mi corazón late con fuerza, mis manos sudan y tiemblan. Trato de abrir la puerta pero uno de ellos se interpone entre mí y el auto con una mirada perversa mientras los otros dos posan cada uno a mi lado formando una pirámide entre ellos.

—Eres la hija de Dalton. ¿Verdad? —me quedo horrorizada cuando escucho el nombre de mi padre.

—N-no—mi voz tiembla al igual que todo mi cuerpo. Me doy cuenta de que es muy tarde ya lo saben que si, decido correr pero mis esfuerzos son en vano pues me atrapan, me estrellan contra mi auto de cara y se me recuesta un hombre por detrás porel reflejo de la ventana puedo ver sus miradas lujurientas y con sed de venganza. Hay poca luz y detrás hay un callejón sucio donde yacen gente que vive en las calles, un lugar perfecto para cobrar venganza y matarme.

—Tu padre me las va apagar por desmantelar mi organización—musita en mi ido, estoy asqueada.

Me falta la respiración pero no suplicare, desde ayer juré que mi orgullo lo tendría por las nube…Mi padre me enseñó a defenderme, no lo he puesto en práctica con otras personas, ya que siempre estaba con él y guardaespaldas pero ha llegado la hora. Estoy a punto de golpear con mi talón al hombre que respira en mi nuca en sus pelotas pero entonces, una silueta de una persona aparece detrás de ellos. No puedo ver bien su cara pero los empieza a golpear dejándolos sin aliento tirados en el suelo.

Me doy la vuelta lentamente con temor a que sea otro enemigo y es…