Mi Condenada Suerte

Gabriel leyó y memorizo el cuaderno, le saco una copia por las dudas y le regreso el original a la esposa de Octavio.

Helen le dio varias indicaciones y si las cumplía podía estar con su hijo, Gabriel aceptó.

Lo primero fue no verlo por un año, y permitir que el joven fuera a New York a un tratamiento. Lo segundo le comprara una casa con jardín y fondo porque a Ricardo le gustaba, pero que no tuviera ni una flor al rededor. Y tercero fuera su heredero si le sucedía algo. Todo acepto y todo hizo.

Sin decir palabras sobre lo que arreglo con la madre, Gabriel entro a la habitación del joven y paso la tarde con él, hablando de sus vidas, de la diosa y viendo una película de amor, donde el protagonista todos los días enamoraba a su amada porque ella se olvidaba de él al dormirse. Ricardo se puso a llorar y tomo del brazo a Gabriel y le dijo, no me gustaría me pasará, te amo desde que te leí en un libro, y Gabriel sonrió y le dijo ósea soy un protagonista y dijo el muchacho, si eras el hermoso villano. Y ahora que piensas, no sé si es un libro o la vida, pero eres quien amo y amaré y no quiero separarme nunca de ti, lo abrazo y le dio un beso suave en los labios. Gabriel al escuchar eso se le hizo un nudo en la garganta y solo le acaricio la cabeza y le dio un beso en la frente, después de respirar profundo le dijo, todo lo que hago y haré siempre será por el ser más importante que tengo y eres tú, lo abrazó y salió de la habitación.

A la noche Helen lo mando a New York, Ricardo no se enteró por estar drogado con el té que la madre le sirvió.

Prefería que estuviera con los Cerberus a cargo de André a qué siguiera con el viejo Sincler.

Tenía un año para que su hijo se olvidará de él y se enamorara de otra persona, alguien mejor y más joven, ideal para su hijo.

Cuando Octavio se enteró ya era tarde, su hijo no estaba en Colombia, fue a hablar con Gabriel y el le contó el trato con Helen, eso disgusto al alfa que al regresar a la casa increpó a la esposa y ella le dijo todo lo que pensaba y ahora que su hijo estaba mejor no dejaría que un viejo se quedara con su niño.

Al llegar fue recibido por Josep la mano derecha de André y lo llevó a su casa, allí aprendió a ser mafioso, cosa que su padre nunca le enseñó, por ser un niño delicado de salud. De a poco aprendió artes marciales, uso de armas, y el arte de la seducción. Ricardo era hermoso, piel blanca como la nieve, un cuerpo delicado y una fragancia a flores que enloquecía a los alfas y deltas. Y eso le enseñaron a usar como arma letal. No era alérgico a nada, como el verdadero dueño del cuerpo pero disimulaba para que no sospecharan debido a que su madre vivía llamando por teléfono para saber si comió y que, si seguían las indicaciones para evitar que el niño se enfermara, etc. Sabia por su padre el trato de Gabriel con su madre y aunque su mamá le enviaba fotos y mensajes sobre Gabriel dónde se lo veía con omegas, alfas y gammas, el no creía eso, sabía cómo su madre era especialista en manejo de IA, y manipulación de todo lo que fuera digital. Por eso había optado por fingir que ya no le importaba ese enigma.

por su lado Gabriel hizo todo lo que la beta le pedía por tener la aceptación de ella para cortejar a su hijo, y aunque muchas cosas que pidió terminaron siendo para su uso, no le importaba pues sería su suegra.

Ricardo comenzó a hacer pequeños trabajos de infiltrado en otras organizaciones mafiosas para sacar información a favor del cartel de Cerberus, o de Medellin o de Málaga. Y así conoció a Miranda una alfa hermosa y fuerte con la que se hizo muy amigo y cuando cumplió el año de exiliado, regreso a Colombia con ella, pues decidió ser su guardaespaldas además de amiga.

Se despido de André y le agradeció todo lo que le enseñó, y el mayor lo despido diciendo que cuando lo necesitará ellos estarían, y lo querían como un hijo. Dejo ir a Miranda con él, así iba seguro.

Llegando al aeropuerto lo primero que vio fue un hombre hermoso y alto, musculoso de traje negro ceñido, que lo esperaba junto a un auto deportivo rojo, bajo rápidamente de desembarque y corrió a los brazos de Gabriel, ese año había sido insoportable y por más trabajos que hacía siempre había un momento que si mente no dejaba de volver a su amado, así era para los dos. Pero en ese momento todo se esfumó cuando sus cuerpos se encontraron en ese profundo abrazo e infinito beso. Era todo maravilloso, un segundo de un siglo, tanta espera concluida, estaban juntos y ya nada más importaba, hasta que Miranda habló, bueno bebé no me presentarás al señor, acaso es tu padre o tío. Al escuchar eso Gabriel soltó a Ricardo y tragó saliva, y dijo en forma irónica bebé no me presentarás a la señora y Ricardo sonrió y dijo, no soy tu bebé Miranda, recuerda bien eres mi guardaespaldas en primer lugar y te tengo algo de amistad, peor no cruces la línea, y él es Gabriel mi destinado. Feliz con la respuesta Gabriel beso a su Luna y le dijo guau sí que volviste cambiado mi vida, creo nos tendremos que volver a conocer, y el joven saltó a sus brazos y dijo aprendí muchas cosas que en mis dos vidas anteriores no sabía y seguro los dos juntos podemos practicar, y beso apasionadamente al enigma. Gabriel lo levanto en brazos y lo metió en el vehículo y se lo llevó a su nueva casa, la cual compro como pido Helen para Ricardo.

a Miranda no le gustó la respuesta y menos que un gamma tan simple estuviera con tremendo enigma que de solo verlo se sabía lo potente que podía ser, se mordió el labio inferior pensando en el mayor y dijo para sí, creo debo cuidar mejor del gamma no sea que termine consolando a ese monumento de traje. subió a un vehículo y siguió a su jefe.