Tengo Una Cita Todos Los Miércoles Con Mi Ex

Llegué a la casa de mi hijo y noté con alegría que entre él y Leticia existía una relación de mucha armonía, porque ambos se apoyaban mientras cocinaban y se hacían bromas entre sí y pensé en como Pili había criado tan bien a nuestro hijo el cual no era un machista que se negaba a hacer labores del hogar

-Bienvenido a nuestra casa – Me dijo Armando

Saludé con un fuerte abrazo a mi hijo y luego a Leticia, la cual por alguna razón me observaba con una expresión de cierta molestia en su rostro, la cual después de un par de segundos disimuló muy bien, aunque me hizo preguntarme si ella estaba ocultando algo

-Papá conversemos un rato a solas – Propuso Armando

Leticia con una amplia sonrisa nos entregó a cada uno un vaso que contenía té de flor de Jamaica y aunque lo que deseaba era una cerveza no quise contrariarla porque a pesar de su pequeña estatura comenzaba a creer que esta chica tenía un fuerte carácter

-Papá no es bueno para tu tratamiento que consumas alcohol – Me sugirió Leticia

Asentí y tomé el vaso que ella me entregaba porque después de todo no solo tenía una buena presentación, sino que también se notaba que ella se preocupaba por mi salud, aunque me preguntaba por qué me observó antes con esa expresión de enojo

-Gracias – Respondí mientras bebía un sorbo

Vi como Armando tomaba un sobre mientras le daba un par de instrucciones a Leticia

-Descuida cariño, te aviso cuando llegue mamá para servir la cena – Dijo Leticia

Leticia tenía una expresión aprehensiva en su rostro y me observaba atentamente mientras caminaba en compañía de mi hijo y no sé por qué razón dirigió su mirada a mi calzado mientras negaba con la cabeza

-¿Acaso no le agrado a tu novia? – Le pregunté a Armando

-¿Por qué preguntas eso papá? – Preguntó Armando de vuelta

-Es solo que a veces ella me observa como si estuviera enojada conmigo – Dije con preocupación

Armando esbozó una sonrisa y le restó importancia y me agrada que defienda a su mujer lo cual no aprendió de mí por qué en el pasado fui un cobarde y no protegí a su madre lo suficiente

-Papá, créeme cuando te digo que le caes bien a Leticia porque de lo contrario te darías cuenta de inmediato – Respondió Armando con diversión

-Tal vez son suposiciones mías – Murmuré con duda

-Leti es muy reservada, pero es una gran persona y nos cuida a todos con mucha dedicación – Dijo Armando con admiración

Me doy cuenta de que la relación de mi hijo con Leticia es tan profunda como la que una vez tuvimos Pili y yo, y espero que en su caso permanezcan juntos por siempre

-Sé que ambos son adultos y que no debo opinar – Murmuró Leticia con preocupación

Leticia a pesar de que apreciaba a su suegro, ella era consciente de cuanto sufrió su suegra por culpa de su debilidad ante sus parientes y entre ambos siempre escogería a Maripilly

-El problema es que no quiero que los dos nuevamente terminen lastimados – Se dijo Leticia a sí misma

Bernardo desconocía el motivo por el cual Leticia se llevaba tan bien con Maripilly porque él se fue del país hace 15 años, y para ese entonces Leticia aún no se había mudado a la urbanización de Maripilly, pero la verdad es que Leticia vivía con sus padres los cuales la ignoraban debido a sus exigentes trabajos siendo ella  apenas  una adolescente y encontró en Maripilly ese cariño de madre que tanto necesitaba en ese momento además de que la orientó para que no tomara malas decisiones que pudieran arruinar su vida, y por eso le estaba tan agradecida

-Estás siendo muy misterioso – Le dije a Armando en tono de broma

Me sentí un poco ansioso al notar la expresión tan seria en el rostro de Armando, y ambos con nuestras bebidas saludables en las manos nos dirigimos a la terraza desde la cual había una vista muy hermosa de la ciudad

-Eres un poco dramático papá – Respondió Armando

Armando soltó una carcajada y no pude evitar hacerlo también, y observando la hermosa vista me di cuenta de que por suerte mi hijo no tendría que vivir una vida tan difícil como la mía y eso me llenó de alivio

-Me dijiste que había una manera de solucionar mi situación con tu abuela – Le dije a Armando con curiosidad

Armando se aclaró su garganta y asintió, se notaba que estaba ansioso y tenía una expresión en su rostro que demostraba la confianza de saber de qué lo que me iba a decir sería bueno para mí

-Papá, si bien está obligado a ayudar a la abuela, esto debe ser acorde a tus ingresos – Dijo Armando en un tono de voz muy profesional

Comienzo a entender a qué se refiera a Armando porque el cuidado de los padres es muy similar a la manutención de los hijos y se trata de un porcentaje de tus ingresos

-Armando, eso hasta para alguien como yo que no sabe nada de leyes está muy claro – Dije con impaciencia

Armando con una expresión un poco maliciosa me mostró los documentos que traía en sus manos y se trataba del acta de registro de mi taller en los cuales no aparecía mi nombre, lo cual me causó mucho asombro

-¿Armando, que es esto? – Pregunté con curiosidad

-Papá no te asustes porque lo que estás viendo es totalmente legal – Me dijo Armando

Soy una persona con pocos conocimientos sobre las leyes de mi país, y, por eso, ante estas situaciones me siento un poco abrumado, aunque confío completamente en mi hijo.

-¿Armando, si mi nombre no está en este documento, entonces quién es el dueño del taller? – Pregunté con preocupación

Armando puso una mano sobre mi hombro y sonríe con confianza y me pregunto si es que quiere utilizar algún recurso legal para que en papel mis ingresos se reduzcan

-El taller formará parte de un fideicomiso, así que en teoría este es el verdadero dueño del taller – Dijo Armando con confianza

Sigo sin comprender sus palabras porque para mí armar un motor o graduar unos frenos es algo muy sencillo, sin embargo, para mí es muy complicado entender que demonios es un fideicomiso

-Armando Perdona mi ignorancia, pero no comprendo nada de lo que estás diciendo – Admití con honestidad

-Ya te explico de que se trata el fideicomiso – Dijo Armando con orgullo

Armando comenzó a explicarme que era un fideicomiso y las ventajas de que todos mis activos pertenecieran a este siendo yo el único beneficiario de este, y si todo era como él me lo explicaba no solo tenía el control de mis   finanzas, aunque eso en teoría reduciría mis ingresos porque me convertiría en un empleado y no en un dueño de un negocio

-Con esto tanto la abuela como mi tía no pueden reclamar nada de tus bienes porque solo vas a ser un simple empleado – Dijo Armando

Recordé mi condición médica y eso me estresó un poco pensando en que si algo me ocurría mi madre podía obtener todo por lo cual había trabajado a lo largo de los años

-¿Qué va a pasar en el caso de que algo me ocurra? – Pregunté con interés

La expresión en el rostro de Armando fue de tristeza por unos segundos, aunque luego negó con la cabeza y luego me sonrió

-Debido a que eres un hombre divorciado, cuando no estés la mayor parte de tus bienes pasarán a mi poder – Dijo con frialdad

Sus palabras no me molestaron porque era lo más justo después de todo la mayor parte de su vida, no pude estar a su lado, además de que era mi único hijo

-Eso va a enloquecer a tu abuela y a tu tía – Dije con resignación

-No tienen por qué molestarse porque no hay duda de que soy tu hijo – Respondió Armando con resentimiento

Bajé la cabeza sintiendo mucha vergüenza porque Armando nació prematuro debido a una confrontación entre Abigaíl y Pili cuando me encontraba de viaje, y debido a que lo acusaron de bastardo, Pili le hizo una prueba de ADN demostrando sin lugar a dudas que era mi hijo y destruyendo cualquier posibilidad de estar juntos a partir de ese momento

-Armando, yo nunca tuve dudas de que eres mi hijo – Le aseguré a mi hijo

Armando no me respondió y evitó mi mirada y por eso me di cuenta de que ese tema le afectaba mucho, y era muy triste para mí darme cuenta de que mi madre y mi hermana no solo me hicieron daño, sino también a mi familia debido a su codicia

-Tu abuela no va a aceptar esto tan fácilmente – Admití con preocupación