Calabozos Y Sueños

El galopar de unas patas blancas retiraba el polvo bajo sus pezuñas, quedando su mirada al descubierto, los cactus eran los únicos testigos de su caminata, prestando atención a la mirada de rabia del jinete, tomando su pecho con su brazo izquierdo con cólera al sentir la determinación del jinete. Quien desenreda un rollo arrugado que guardaba en la montura de Mauro para observar  a su primera víctima; Un Señor con apariencia de goblin enano, miro hacia abajo se dio cuenta con júbilo de la falta de cuero cabelludo en la cabeza del hombre con camisa negra con corbata morada, regreso hacia atrás para guardar su rollo en la montura de su caballo, le dio unas palmas en el hocico para dejar a Mauro descansar, lleno hacia adelante, presto atención al silencio que abrazaba con ternura al pueblo, continuo sus pasos hasta girar al primer balcón de un Saloon, algunos hombres jugando cartas o damas interrumpieron su juego para dirigir sus miradas al forastero, Aldrin solo se paró con altivez sin permitir al pavor entrar en su semblante, un escalofrío recorrido su antebrazo derecho, soltó aire por la boca resignado al no encontrar en esa cantina algo merecedor de su atención, el hedor de bebida conservada creo una mirada de repulsión en el rostro de Aldrin, los demás clientes al centro del Saloon al atender a los ruidos de Aldrin sintieron rabia con desprecio al ver a Aldrin sentirse mal por el simple aroma de una bebida alcohólica.

Silvano:

"¿Cómo ve compadre?, a ese man le hace daño el puritito olor de la cerveza."

Joshua:

"Pa mí que este pendejo no va a durar ni dos segundos en este pueblo."

Las puertas del Saloon le llevaron el chisme a los oídos de Aldrin, su pecho retrocedió exaltando su mirada empujando de una patada la puerta del Saloon la cual resonó con fuerza en los muros del Saloon, Los vaqueros sin inmutarse se levantaron de sus asientos, rechinando la madera debajo de sus suelas, clavaron su mirada en el extraño visitante de ropas negras con moradas, confundidos de que pese al calor abrasador no tuviera ni una sola gota de sudor, lo rodearon en círculo atrayendo en bucle a sus compañeros, clavando su sed de sangre en Aldrin, los demás habitantes del pueblo prestaron atención estupefactos ante el duelo frente a sus ojos, Aldrin busco con cuidado a su al rededor, se dio cuenta de una mirada tierna observando fijamente a la distancia, Aldrin alzo las manos lo que desconcertó y llamo la atención de los vaqueros.

Yago:

"¿Qué te traes tu morro?"

Aldrin al notar la angustia en la mirada del menor decide extender sus manos, abriendo un círculo bajo ellos, los Jinetes del Horizonte intercambian miradas extrañadas, notando el aroma a humedad que desprendía el suelo.

Aldrin:

"Vamos a hacer un desmadre, pero no frente a ellos."

El epicentro bajo ellos los devoro, miraron en perpendicular confundidos, cuestionando lo ocurrido uno de ellos, decide encender una lámpara oculta en su bolsillo para localizar algo, el hedor de hiedra venenosa los desconcertó, pero aun así siguieron avanzando, moviendo sus pies como podían entre la roca espesa, el bramido de las lianas los espanto, provocando nerviosismo entre ellos, uno de ropas rosas atemorizado por la situación no soporto más la presión de contener su miedo, tomo su arma del mango, tiro del gatillo disparando a diestra y siniestra en círculos buscando derribar a su presa, un grito de éxtasis lleno la jungla, Franco presto atención a los árboles que caían rendidos ante sus balas aterradas por su arma, tiro de del gatillo una vez más sin obtener respuesta su munición lo había abandonado, Silverio se acercó a él para colocar su palma en su hombro asintiendo con la cabeza, Franco comprendió la orden por lo que elevo su  arma, Joshua se agachó para tomar el mango de la linterna, de un momento a otro sus piernas se acostaron bruscamente en el suelo, intento aferrar sus uñas al suelo en vano, pues, algo o alguien misterioso arrastro a Joshua desapareciendo entre gritos, los árboles intercambiaron secretos entre ellos acordando guardar silencio pese a las miradas atemorizadas de sus huéspedes, Aldrin se abrazaba a la oscuridad sintió reciprocidad al rodear su cuerpo con la ternura de la noche viendo como sus presas de patrones de colores variados presas del pánico, atrapo con sus ojos verdes las miradas aterradas de sus contrincantes las pisadas poco a poco se hicieron notar entre la frialdad de la noche con dolor en su alma el bosque finalmente entrego al mago de ropas oscuras y verdes, su alma reposo aún ante las miradas clavadas en el uno de ellos se regocijó al notar la mirada de odio en el rostro de Aldrin, los 4 desenfundaron sus armas los cacillos en sus armas rompieron el silencio que había en el bosque, a pocos segundos de tirar del gatillo una risa de pena con risa interrumpió la tensión.

Joshua:

"Vamos amigo, no tenemos nada personal contra ti, es solo que nos fastidia un poco que la gente entre a una cantina pensando que es dueña del mundo, pero ¿Qué crees?, hoy amanecimos de buenas, así que cumpliremos tu último deseo antes de que te vayas de esta vida."

Aldrin permaneció inerte, no pronuncio palabra ni al mirar a la muerte a la cara en ese momento, uno perdió el control de su escopeta por unos instantes, pues, los huesos de sus manos se rebelaban contra el control de su calma, trago saliva asustada por la serenidad de su víctima.

Yago:

"¿Qué pasa amigo? ¿Te mordió la lengua el gato?"

Aldrin esbozó una sonrisa de dignidad, causando pavor en sus verdugos.

Aldrin:

"No les daré el gusto de oírme suplicar, además no tengo nada ni a nadie en esta vida, yo ya nací muerto en vida, así que pueden hacer lo que quieran conmigo, además de eso yo prefiero morir de pie que morir de rodillas."

Silverio, Yago, Joshua y Franco intercambiaron miradas cada una de las miradas de ellos con resignación señalaba al mago frente a ellos, todos asintieron con la cabeza estando de acuerdo en la ejecución los árboles se aterraron por los estruendos causados por los impactos de bala junto con el hedor a pólvora dejaban a su paso un aroma despreciable los codos de Aldrin se sacudieron rompiendo su formación al recibir plomo derecho al hombro, cuando las armas no respondían al apretar con fuerza los gatillos Silverio se acercó suavemente dando pasos lentos al supuesto cadáver, golpeo con la punta de su pie el hombro de Aldrin su cuerpo se movió ligeramente, de pronto los agujeros en su cuerpo comenzaron a cerrarse, el cuerpo de Aldrin extendió los brazos al elevarse poco a poco hacia la punta más alta del tronco, los 4 Jinetes del horizonte solo se limitaron a observar estupefactos el posible regreso de su víctima, en sus miradas se veía la ansiedad, pero pronta resignación, pues, soltaron sus armas, cayeron al suelo golpeando la tierra el tronco viendo a Aldrin frente al roble oscuro solo se limitó a prestar atención aguardando el desenlace.