La Alquimista Y El Alfa De La Manada

Al día siguiente, Karime despertó sola en la habitación…

Karime: ¡wow!, me duele todo mi maldit0 cuerpo… pero el dragoncito excelente servicio… tengo un año para recuperar energías… creo que nunca podré tener algún punto de comparación…

…

Azucena, se alistó para ir al desayuno y se puso un hermoso vestido negro con detalles en rosado, mas discreto que el del día anterior…

Cuando llego al comedor, Lucio, Javier y los magos, ya la estaban esperando…

Javier: Buen día princesa, ¿su acompañante ya se fue?

Azucena: Buen día, mi tío, digo el archiduque, seguramente, ya volvió a Forest

Lucio: [Asi que el hombre de ayer, era su tío, el dragón, entonces la leyenda es cierta, y a veces pueden convertirse en humanos]

Lucio le sonrió coquetamente a la princesa y ella se sonrojó, hasta que escucho que la llamaban…

Constantine: Princesa Azucena, ¡Que dicha verla! Me dirá que hoy aceptará mi propuesta de matrimonio… Llevo años esperando su respuesta, que mi corazón se rompe cada cierto tiempo…

Lucio notó que a diferencia de los otros jóvenes que la habían saludado, a este hombre, ella le sonreía…

Azucena: Príncipe Constantine, ¿Cómo esta?, Deje de decir eso…

Constantine: Es la verdad de mi corazón, la he imaginado como la reina del Gran reino de Oriente…

Azucena se acercó y le susurro… - Lo mismo le dices a mi hermano –

Constantine: (susurro) ¿Qué le puedo decir? soy sensible a los Forest… incluso un día se lo ofrecí a su madre…

Azucena: ¿Qué?

Constantine: (susurro) Si delante de tu padre, le pregunte si le gustaría tener un segundo esposo…

Azucena: ¡Qué! Pero ¿Cómo? ¿Qué te dijo mi padre?

Constantine: Fue egoísta, no la quiso compartir y me arrojo todos los adornos que tenía en la mesa… tu madre tuvo que sujetarlo…

Azucena: jajaja, pudiste morir ese día…

Constantine: Lo sé, sabes que me gusta vivir al límite

Mientras conversaban los príncipes, Lucio estaba furioso, veía como ella se reía de lo que él le decía… hasta que vio que el Gran Mago, se acercaba a los príncipes…

Gran Mago: Principe Constantine, ¿Cómo le fue con su búsqueda?

Constantine: Querido ancianito mágico, leí el reporte de alquimia, que hizo la hermosa princesa Azucena y es bastante es bueno, probablemente realicemos ese proyecto en el reino.

Azucena: En serio, lo leíste… ¿Te pareció bien?

Constantine: Hermosa alquimista, todo lo que tenga relación con el cuidado del agua, para un reino que tiene desiertos, es invaluable, solo me pregunto si después de hacer esa alquimia de la purificación del agua, se puede mantener por mucho tiempo almacenada…

Azucena: Bueno, lo ideal sería mantener el agua ya purificada no mas de dos estaciones… etiquetando los envases de agua para determinar su fecha de purificación.

Constantine: Bella alquimista y princesa de mi corazón, estoy seguro que esas fechas se podrían alterar, además si no se ocupan los envases, podríamos perder agua.

Azucena: Pero se puede, volver a purificar, aunque no es lo ideal, siempre es mejor que desechar el agua o simplemente usarla en su estado natural.

Constantine: Princesa ¿Te casarías conmigo?... no, mejor no me respondas, haré una mejor proposición en seis semanas, cuando sea tu cumpleaños de mayoría de edad…

Azucena: ¿lo recuerdas?

Constantine: Por supuesto… espero que a tu hermano también le guste mi regalo.

Azucena: jajaja solo espero que este año no te golpee…

Constantine: ¿Te vas hoy hermosa?

Azucena: No, ahora voy a pedir un permiso para recorrer los pueblos, quizás invierta en este reino…

Constantine: Bien, me voy… nuevamente con el corazón roto, te veo en tu cumpleaños…

Azucena se despidió del príncipe y fue a avisar que saldría con su delegación a recorrer los pueblos, buscando invertir en el reino, por lo que inmediatamente se le dio permiso para recorrer el reino.