EL DESPERTAR DE LA HEREDERA

Y "No tengas miedo de renunciar a lo bueno para ir a por lo mejor"

John D. Rockefeller. 

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El bosque ardía.

El humo corría como bestias grises entre los troncos, y los gritos de los cazadores se mezclaban con los gritos de las chicas. Natalie apenas podía respirar; cada movimiento era un recordatorio de que su poder recién nacido aún no estaba bajo control. A su alrededor, la tierra se quebraba con destellos de energía: grietas que brillaban como fuego lunar, pulsos de su herencia híbrida que nadie podía ignorar.

pero no era momento de mostrarlo, su loba se lo advierto déjalos que piensen que te tienen en sus manos aun no es el momento de mostrarnos y así lo hizo

Los enemigos avanzaban. Uno tras otro caían bajo las garras de Azul, Natalie luchaba como humana demostrando su entrenamiento, el cual asombraba a los cazadores

luchaba como una simple humana, pero eran demasiados. Ella sabía que no resistiría mucho más. Su aliada, sangrando de un costado, rugía como si un ejército entero habitara en su pecho. Aun así, la presión era insoportable.

De pronto, una sombra familiar se interpuso. Era él.

Kael Carver, el líder de la cacería.

El mismo que la miraba con rabia contenida, con una atracción que lo quemaba por dentro. Sus ojos se encontraron otra vez, y el tiempo pareció quebrarse. Podría haberla atrapado en ese instante. Podría haber terminado la misión. Pero no lo hizo.

Un cazador lo notó. ¡Se detuvo! ¡Está dudando!, chilló, levantando la espada.

Ella reaccionó antes que él. Con un rugido desgarrador, desató una oleada de poder que empujó a todos hacia atrás. El suelo explotó en un círculo de energía, lanzando cuerpos contra los árboles. Su respiración era un incendio, y sus ojos, por un instante, brillaron con dos colores a la vez: el dorado de la loba y un tono plateado imposible, herencia de lo que llevaba en la sangre.

Y entonces ocurrió.

Entre el humo, dos siluetas emergieron. Primero borrosas, luego cada vez más nítidas. Un hombre de hombros anchos, con un rostro hermoso y un porte de alfa indomable. Una mujer de cabellos oscuros, mirada intensa y manos que parecían traer la calma de un río y la furia de una tormenta.

Ella los miró, incrédula. Su corazón se detuvo. No podían ser. No debían estar allí. Pero lo estaban.

El hombre habló con voz profunda:

Hija.

El mundo entero se detuvo.

Los cazadores quedaron helados. Azul abrió los ojos con asombro. Él Kael el orgulloso líder que la había perseguido

 sintió cómo su misión se desmoronaba. Si eran quienes decían ser, si eran los padres de la heredera… entonces todo lo que sabía de esa guerra era mentira.

La protagonista dio un paso tembloroso hacia ellos, las lágrimas ardiéndole en los ojos.

¿Cómo…? susurró, la voz quebrada.

La mujer alzó la mano, con ternura y firmeza.

No hay tiempo para preguntas. Solo para protegerte.

Los cazadores, sacudiéndose del impacto, volvieron a cargar. Pero esta vez, la fuerza no venía de ella. Sus padres, aunque sin recuerdos plenos de su vida pasada, desataron el instinto de lo que habían sido: alfa y guardiana, guerreros que habían muerto una vez y vuelto para proteger lo que más amaban.

El choque fue devastador. El bosque rugió con cada golpe. Garras, fuego, acero y sombras chocaron bajo la luna, mientras la heredera comprendía que el destino la había colocado en el centro de una tormenta imposible de detener.

Él, en cambio, permanecía inmóvil entre el caos. Su pecho ardía con un dilema que lo rompía: traicionar a los suyos para protegerla, o cumplir su deber y perder lo único que había logrado sacudirlo por dentro.

Cuando el polvo comenzó a asentarse, ella estaba de pie junto a sus padres, Los cazadores retrocedían, derrotados pero no vencidos. Ella levantó la barbilla y, mirando directamente a su perseguidor, lanzó una sonrisa helada:

* Tendrán que intentarlo mejor la próxima vez

si, sabían que no seria la última vez que se verían, las cartas estaban hechadas, no eran amigos, ni confidentes, eran rivales

y así tendrían que verse

Él no dijo nada. Solo la miró. Y en ese silencio, ardió un deseo tan intenso como el odio. Ella había escapado de sus manos. Pero no de su obsesión.

La caza apenas comenzaba.

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La revelación de sus padres renacidos, luchando aunque sin recuerdos completos.

Natalie más fuerte que nunca, no sumisa, sino desafiante.

Kael dividido, deseándola más y más, lo que lo convierte en un rival peligroso para sí mismo.

"uf que intenso este capítulo, ya nuestra Natalie está despertando su poder"

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Hola ❤ 👋 mis querid@s lector@s ❤

Qué emocionante es escribir historias de fantasías 😊

Saludos desde mi linda Costa Caribe, donde el calor está en su mejor momento 😉