Luz De Mi Vida.

El doctor había ingresado para revisar que todo en la chica estuviera bien.

Para Luna era algo raro ahora que había podido observar bien al doctor, se trataba de un hombre de estatura prometió de ojos penetrantes llenoss de tatuajes y no contaba con una bata como los que se suele ver en el hospital y si miraba bien, era una habitación que parecía más un quirófano con una buena cama que una habitación normal de hospital.

Ninguno de los gestos de la chica estaban pasando desapercibidos por Maximiliano, que sabía que tendrían una larga conversación, y algo tenía muy en claro así ella estuviera en su casa en contra de su voluntad después del desvelarme la verdad no permitiría que ella se marchara en su estado a otro lugar.

Doctor: usted se encuentra bien, deberá permanecer en reposo al menos por unos cuantos días mientras nos aseguramos que su cuerpo ha eliminado por completo el sedante, necesito saber si deja de sentir al bebé, si presenta sangrados o salida de cualquier material.

Luna: que sedante.

Maximiliano: Luna estabas muy histérica si, no podías controlarte, te estabas lastimando y tienes un riesgo de abor.o, así que esperábamos que te tranquilizaras,, pero el bebé estaba sufriendo así que si la orden para que te pusieran el sedante, pero es muy fuerte para una mujer embarazada y podías correr.él.péligro de perder él bebé.

Luna: por qué hiciste eso, podía haber perdido a mi bebé.

Maximiliano: lo hubieras perdido igual si seguías en ese estado, que no estás escuchando, yo me hice responsable de todo okay, me quedé a vigilar que todo estuviera bien, yo no quiero tampoco que nada le pase, pero estabas fuera de sí.

Luna, :: por qué haces todo eso no eres su padre;grito Luna.

En ese momento el rostro de Maximiliano se endureció, no sabía por qué las palabras de la mujer le habían lastimado tanto, así que sin más se retiró del lugar, no era el momento de discutir con ella.

Luna se dio cuenta de que la había embarrado hasta el fondo, no pensó él lo que estaba diciendo estaba siendo injusta con un hombre que hacía más que ayudarle, intento pararse y seguirle, pero él. Doctor se lo impidió.

Maximiliano había salido al lugar donde estaba toda su familia, sentía un gran apoyo por parte de ellos, pero si tal ve ella tuviera razón y estaba entrometiéndose en su vida más de lo que ella necesitaba, había hecho lo que tenía que hacer, ella y su bebé estarían bien y así podría regresar a casa, pero tenía que poner distancia era lo mejor.

La familia miraba anonadada el cambio de humor del hombre, debería de estar feliz por qué estaban bien, pero al contrario se veía furioso y con ganas de comerse el mundo.

Maximiliano: ella está bien, yo me voy tengo muchas cosas que he aplazado, Demon nos vamos.

Demon: cuántas veces te he dicho que soy tu padre dime papá y si, si tú crees que es buen momento nos vamos, ese es mi muchacho.

Emiliano: los acompaño.

Isabella: y que pasará con ella.

Maximiliano: dile a alguno de los muchachos que las lleven a casa, ella debe de guardar reposo es todo está bien, solo vigila que coma bien y que no haga nada es todo.

Las mujeres se miraban estupefactas al cambio de humor del hombre, no lo podían creer, no era el mismo que no había salido de ese lugar desde que ella había ingresado a ese lugar, sabían que algo había pasado, pero nadie se atrevía a meterse en algo que solo les conciernen a ellos dos.

Luna se sentía vacía, dese que había hablado con Maximiliano ni lo había vuelto a ver, su madre,su tía y sus hermanas la habían llevado de vuelta a la casa y la habían puesto en la habitación que daba al frente de la de Maximiliano,era un poco más amplia de la que tenía anteriormente, pero igual de cómoda, parecía que fuera parte de esta familia, todos la hacían sentir tan bien aun cuando no compartían el que ella estuviera en casa.

Ella se había pasado mañana y la tarde esperando a que el hombre regresará, pero no había Sido así. No la dejaban salir de su habitación, prácticamente se sentía anclada a la cama y por raro que fuese estaba más preocupada por el hombre que ni por su encuentro con la familia, se había sentido tan mal por como lo había tratado que solo quería ofrecer una disculpa, pero no había manera de saber si estaba en la casa.

La señora de la casa estaba tan pendiente de ella, que se sentía como están en brazos de una madre que cuida a su hija cuando está enferma, Ella se encargaba de las. Comidas, las meriendas, su herma y ella platicaban con ella, y Le llevaron algunos hilos para enseñarle a tejer.

Isabella: créeme no ahí nada más hermoso que ver a tu propio hijo con una prenda que tú tejiste para él eso es único.

Juan: le puedo hacer una pregunta señora.

Isabella: primero que todo no me llames señora dime Isabella está bien.

Luna: está bien señ. Isabella, por qué es tan especial conmigo, por qué todos aquí lo son.

Isabella: te voy a decir algo mi niña, lo que vez como una familia feliz inicio como un caos, con discusiones, y yo como una embarazada errante sin un peso en el bolsillo que recorría las calles de Italia buscando empleo, y con una amiga que es como mi hermana que me acogió en su casa y así más o menos. Tu mi niña me traes recuerdos de cuando yo era esa embarazada que llegó a un lugar donde los extraños la acogieron.

Mis hijos son rudos con carácter, pero también son nobles, solo somos así una familia de gente loca, así que acostúmbrate.

Luna: gracias, y le puedo hacer otra pregunta.

Isabella: no ha llegado todavía .

Luna: como sabía que le preguntaría por el.

Isabella: tus ojos no miente mi niña, no se que haya sucedido, pero Max es un hombre rudo y algo sensible también así que dale tiempo.

Ahora descansa que ese bebé e necesita fuerte.