Mi Vecino, Mi Amor

Diego soltó del agarre a Monserrat sabía que ella tenía razón, ella ya no quiso escucharlo, se alejo de él por un momento Diego se quedó paralizado más está vez no iba a dejarla ir tan fácil volvió acercarse a ella la tomo entre sus brazos y la beso ella se negaba a recibir aquel beso pero la calidez de los labios de Diego Monserrat se negaba a sentir todo aquello más Diego se fue introduciendo cada vez más a la boca de Monserrat ella comenzó a dejarse llevar el beso fue suave era mucho mejor de lo que recordaba como podría olvidar aquellos besos si siempre los tuvo en su mente aunque trato de borrarlos con otros los de Diego eran imborrables era como un tatuaje que se había impregnado en todo su ser, para Diego ese beso lo hizo volver a sentirse vivo está vez no iba a rendirse está vez iba luchar por ella, Monserrat al darse cuenta que había correspondido el beso se soltó del agarré

—Olvida lo que ha pasado esto no se puedo volver a repetir, nuestro tiempo ya pasó los dos estamos con otras personas —

—Solo contéstame una cosa ¿Hubieras regresado a mi si hubiera dejado a María José?—

—El hubiera no existe ahora nuestro presente es muy distinto—

—Pero nuestro futuro puede cambiar y está vez no me voy acobardar voy a luchar por estar a tu lado —

—Que ironía antes era yo la que te seguía, incluso se podría decir que besaba el piso por dónde pasabas pero ya no es así —

—Que estúpido que fui, toda la vida trate de huir de eso que sentía y veme aquí suplicando el amor que algún día rechacé —

Diego volvió a tomar entre sus brazos volvió a reclamar aquellos labios con la exigencia de aquel amor frustrado está vez el ruido del teléfono los trajo a la realidad, María José había llamado a Diego este vio su teléfono y al ver qué se trataba de ella ignoro la llamada más Monserrat se dio cuenta

—Deberías de contestarle a tu esposa —

—La he dejado, me voy a divorciar de ella—

Volvió a sonar el teléfono pero está vez era un mensaje de María José donde decía: “La vida no tiene sentido sin ti, lo mejor será partir adiós amor”. Diego sabía que María José lo estaba haciendo por chantajearlo, pero también sabía que María José era capaz de cualquier locura para retenerlo a su lado, Monserrat leyó aquel texto vio la cara de preocupación de Diego y dijo:

—Vamos así será mejor y podrás salir de dudas si se trata de un chantaje —

Los dos subieron hasta el departamento de Diego todo parecía estar en calma, Diego entro a la habitación Monserrat lo seguía, el ruido del agua y el gran charco que salía de la bañera eran visibles así que Diego entro al baño para ver lo que había hecho María José ella había atentado contra su vida se había cortado las muñecas Monserrat le brindo los primeros auxilios, Monserrat se dio cuenta que eso solo era un chantaje ya que los cortes no eran profundas al parecer María José sabía cómo llamar la atención.