MATRIMONIO ARREGLADO.

'Sam'

La mañana de un nuevo dia llegó, pero no era un día cualquiera, en este día dejaríamos ir a el hombre más importante de mi vida y el de las mujeres que me acompañaran desde ahor, mi madre y esposa.

Hoy sería el entierro de mi padre, el último momento de mi vida en el cual podría decirle adiós y me dolía, como jamás nada en la vida llego a dolerme.

- ¡PADRINO! - El grito desesperado de mi esposa me trajo nuevamente a la realidad. hHabía decidido dejarla fuera de el entierro por miedo a que esto provoque una nueva recaída de la cual esta ves no podamos sacarla. Corrí con rapidez en su dirección y la abrace impidiéndole llegar hasta donde el ataúd estaba siendo enterrado*.* - ¡SUELTAME, SUELTAME! - *Gritó mientras lloraba con desesperación y al igual yo también lo hacia*.

- Mi amor por favor.- Pedí mientras trataba de consolarla.- *Ya no hay más que podamos hacer, es momento de dejarlo partir.

- ¡NO! ¡SI ÉL SE VA YO ME VOY CON ÉL*! - Gritó una ves más para luego empujarme y correr hasta llegar a el lugar. Agradecí a que uno de los socios de mi padre la sostuviera, porque de ser lo contrario.. terminaríamos en el hospital debido a las heridas que pueda provocarse al caer.- ¡*Déjeme por favor! ¡Quiero a mi padrino, quiero irme con él!

- Niña por favor, eso no puede ser posible*.- Habló el hombre mientras trataba de retenerla.- *Mario desearía que fueras feliz, que vivieras tu vida recordando los mejores momentos que te brindo de la suya.

- ¿¡Como podré vivir*!? - Dijo entre llanto.- Si era lo único que me quedaba luego de perder a mis padres.- Agregó cayendo de rodillas y seguir llorando. Por mi lado la observé y sentí aún más dolor por sus palabras, al parecer no significo tanto para ella, pues considera que sin mi padre.. esta sola.

- Diana, se cuanto adorabas a Mario y a su igual se cuanto él te adoro a ti, por ello estoy convencido de que si te viera de esta manera sufriría mucho.- volvió a decir el hombre mientras la envolvía envolvía sus brazos.- Tienes que ser fuerte, sabes que esto sucedería tarde o temprano y.. Mario siempre lo dijo ¿recuerdas?- preguntó y ella lo vio de la misma forma en que yo lo vi.- "*en esta vida solo estamos de pasada a todos nos llegará el momento de partir y para cuando mi momento llegue..solo quiero que sean felices en mi nombre"

- Pero no es lo mismo señor Steban, él no sabe lo que se siente estar en este lugar llorando por el hecho de saber que has perdido a la única persona que cuido de ti por tantos años, a la única persona que te conoce de los pies a la cabeza*.- respondió entre sollozos y me acerque a ellos.

- Amor..- Hablé mientras la abrazaba.- Créeme que me duele igual que a ti la partida de mi padre pero.. no podemos hacer nada.- comenté y podía sentir como poco a poco apagaba su llanto y solo sorbia por la nariz.- Desearía poder sacarlo de allí y hacerlo vivir más tiempo, poder disfrutar de él los años que no lo tuve pero la mentalmente no puedo, el momento de su descanso llego y.. debemos soltarlo para que pueda hacerlo.- Ella levanta su mirada a mi y siento mi corazón romperse aún más al ver la tristeza cargada en sus ojos.

- Tengo miedo.- Comentó y me sorprendí.

- ¿Ha que le tienes miedo, mi amor? nada puede pasarte, yo estoy a tu lado.- respondí acariciando su mejilla.

- Sam, mi padrino fue la única persona que tuve a mi lado desde que era una pequeña, fue el que me cuido como a un tesoro y el que me ayudó con respecto a mi enfermedad.- comentó mientras apretaba con fuerzas mi brazo.- ¿Y si luego de un tiempo te cansas de mi? ¿Y si luego de un tiempo desistes de quererme? Él ya no estará a mi lado para consolarme, para decirme que pese a todo lo tendré siempre. - sollozo. - *No puedo dejarlo partir, no mientras el miedo a la soledad siga presente en mi corazón.

- No te preocupes amor, yo te demostraré día a día que seré solo para ti y te acompañaré hasta mi último aliento*.- Respondí y besé su frente.

Comprendo el que la partida de mi padre le afecte más que a mi, pues el tiempo que no estuvo conmigo se lo dedico totalmente a Diana y.. estoy agradecido por ello.

Luego de que por fin se tranquilizara y decidiera ir con mi madre a esperarme en el carro, decido acercarme a la que ahora es la tumba de mi padre para luego dejar sobre esta un ramo de rosas.

- Papá, has partido sin darme la posibilidad de decirte adiós, pero dejando en mis manos tu mayor tesoro.- hablé mientras agachaba mi cabeza y dejaba fluir las lágrimas.- Siempre creí que una mujer fue la causa de tu distanciamiento y.. si lo fue, pero fue la mujer que estabas cuidando y criando para luego entregarmela como esposa. - Solloze.- Pa, no tuve tiempo de decírtelo antes y ahora no creo que cuente mucho pero.. Te amo papá y no hay nada en este mundo que deseara más que saber en que puedes oírme y sentirte orgulloso de mi, que puedas creer en que me he convertido en ese hombre que querías que fuera y que.. no guardará rencor en mi corazón.- limpié mis lágrimas.- Papá, no te odio, creo que jamás lo hice, solo estaba molesto contigo pero.. fue algo que desapareció al verte allí, postrado en esa cama pidiéndome que desposara a una desconocida a la cual ahora amo. En su momento sentí mucho coraje por el hecho de que creí en que no tenias derecho de pedirme nada al haber desaparecido de mi vida durante largos años pero.. ahora que te has ido puedo comprender lo, nunca es tarde para que un padre pueda corregir a su hijo y pese a mis palabras y estupideces.. tu jamás me has lastimado, me has recordado una y otra ves cuanto me amaste y hoy aquí.. luego de perder mi oportunidad debo de admitir que me arrepiento de no haberte dicho esto cuando estabas vivo, de no haberme hecho saber cuanto te admiraba y te amaba. Pa, pese a que los años sigan corriendo y a que mi vida no será la misma sin ti.. siempre te llevare en mi memoria y les haré saber a mis hijos cuan grandioso a sido su abuelo, un hombre puro y de buen corazón. - besé la fotografía que tenía en mi mano para luego dejarla sobre su tumba.- Hasta siempre, papá.

finalizando mi despedida y limpiando mis lágrimas, me puse de pie para luego girar y ver a mi amada esposa viéndome con tristeza.

Abrí mis brazos dándole a entender que allí estaba su refugio y ella corrió a mi para luego abrazarme y llorar sobre mi pecho.

- No se trata de decir adiós, mi amor, se trata de decir.. hasta que la vida nos vuelva a juntar. - dije acariciando su cabello.

- Es un hasta pronto.- contestó ella y asentí para luego dejar un beso en su mejilla y caminar abrazados rumbo a nuestro carro.

Las despedidas se ponen difíciles cuando creemos que todo se termina allí, pero algún día.. todos iremos a aquel lugar y nos reencontraremos con nuestros seres amados, aquellos que han parido primero.

Diana para en su lugar y vuelve su mirada a la tumba de mi padre.

- Mamá, Papá, cuíden mucho de mi padrino.- comentó para luego volver a girarse y seguir caminando a mi lado.

*No importa cuantos obstáculos tengas por delante, yo estaré contigo, mi hermoso ángel. Attm: Mario Evans, tu amado padrino.*