Era Ella

Se despidieron todos para ir a descansar y solo quedaban en la sala de la casa Christiph y Elizabeth, ninguno de los dos habla hasta que a ella le bajo sueño y decidió que mejor se iba a dormir, aunque sus padres estuvieran allí ella todavía debía ir a la universidad, y después debía ir a trabajar a la empresa de su ahora marido aunque ahora estaba casada con el nadie más que ello lo sabían y era mejor así, ya que una vez que sus padres y hermano se fueran ellos se divorciarían.

Elizabeth se dirigió hacia el cuarto de su esposo, el dormitorio no parecía ser de una pareja de casado sino más de un hombre soltero. Ella no podía cambiar el dormitorio por más que quisiera ponerle su toque, ya que solo estaría allí poco tiempo.

Ella ya estaba dormida cuando Christiph entra a su dormitorio, estaba cansado había tenido un día muy largo no solo por la empresa, sino también porque se había casado y aún no lo podía creer, siempre ha dicho que no se casaría jamás con ninguna mujer, ya que una lo había traicionado una vez dejándolo con el corazón roto y aún no sanaba.

Las luces del dormitorio estaba apagadas y él no prendió las luces solo se dirigió a su cama y se acostó en ella tapándose con las sabanas, cuando se gira siente algo en la cama enseguida enciende la lámpara que se encontraba en la mesa de luz y lo que ve es a una mujer en su cama y no era cualquier mujer era su mujer en un momento pensó tirarla de la cama, pero verla dormir así de tranquila le produjo ternura, apago la lámpara y se acercó a su mujer para abrazarla y una sonrisa se dibujó en su rostro, solo el sabia de ella ya que en la oscuridad nadie la podría ver.

A la mañana siguiente Elizabeth se despertó y Christiph ya no estaba en la cama, ella suspiró creyendo que su marido no había dormido allí, pero no se dio cuenta de que desde la puerta del baño alguien la estaba viendo.

Christiph: ¿Te has despertado?.— ella giró su cabeza y se podía ver lo nerviosa que estaba.-

Elizabeth: Tu, tu dormiste aquí.— en su voz se podía notar lo nerviosa que estaba.-

Christiph: Es mi dormitorio. ¿O me equivoco?.— su voz parecía despreocupada.-

Elizabeth: Si, si claro.— se levantó de la cama.— Lo siento, siento estar invadiendo tu espacio, pero será por poco tiempo.— pasó por su lado para ir al baño.

Él la agarró del brazo antes que ella pudiera seguir caminando la atrajo hacia él.

Christiph: ¿No piensa saludar a tu esposo?.— ella se quedó inmóvil mirándolo, y él se acerca a su boca y le deja un beso.— Ahora puedes seguir.— se alejó de ella y fue a cambiarse.-

Ella no dio ni un paso después de que él se alejara, se quedó allí viendo lo que él estaba haciendo, hasta que lo escucho decir “Te gusta lo que vez” ella reaccionó y salía corriendo hacia el baño y casi se cae.