La Tercera Es La Vencida

Narra, Raúl.

Estoy viajando con Maritza ver a mis padres, nos reciben con mucho gusto, pero la nonna ya está muy cansada, todo el tiempo se la pasa enferma, no me habían querido decir nada para no preocuparme, pero debido a su edad, tal vez no le quede mucho tiempo, en fin, les damos la noticia y todos se alegran, mis hermanitas hacen un gran alboroto por el embarazo, tratan de convencer nos de mudarnos para acá porque quieren estar cerca del bebé, pero Maritza no dejará a su familia por nada, más bien ustedes se van a Campeche, les responde, pero como Lía ya se casó, no puede disponer de su marido a su antojo, y no se ve viable un cambio de domicilio para toda la familia, total, que será un problema estar tan lejos.

Cenamos y le pedí a mi mamá que me dejara darle de cenar y sus medicinas a la nonna, como antes, aceptó y mi mujer se quedó platicando con las gemelas, le llamaba, mucho la atención el parecido físico, y quería saber como las distinguiamos, así que fui a darle de cenar a mi viejita, esta al verme repitió la broma del camarero, como si el tiempo volviera atrás, platicamos un momento y me dijo que mi novia era muy linda, pero no era Sonia, no nonna, ya se que no es ella, pero vamos a tener un hijo, por eso nos vamos a casar, le expliqué, y me repitió que la vida rara vez da segundas oportunidades, y si te la da? Pregunto, pues tendré que desaprovecharla, contesté. Sonrió y me dio un beso, eres un buen hombre, te mereces ser feliz, y con esas palabras se despidió para que la dejara descansar. No sé si soy bueno, pero si quisiera ser feliz, de momento la llegada de mi hijo me hace mucha ilusión.

Como que no quiere la cosa y ya con Sonia rondando en mi cabeza, pregunté por ella, solo me dijeron que tenía meses sin hablar con ellas, así que ha de estar en su mundo feliz jugando a la casita. Traté de disimular pero me molestó imaginará con Julián.

Él fin de semana se pasa volando y cuando regresamos a Campeche y no tengo a Maritza rondando día y noche, puedo sacar mi verdadero sentir estando solo, lloro de rabia y de impotencia porque no sé si volveré a verla, pero tampoco quiero dañar a Maritza y al bebé.

Unas semanas después Maritza me llama a media noche, entre llanto me dice que está sangrando, yo me apresuró a llegar a su departamento y la cargo para llevarla al hospital, ahí nos dicen que todo va a estar bien, que solo necesita reposo, la pérdida fue debido a algún esfuerzo, y si, seguro que se puso a limpiar a fondo como si no estuviera embarazada, me quedo cuidándola unos días y le contrato una persona que le ayude a limpiar, pienso que si hubiera perdido al bebé no me lo hubiera perdonado, ya lo quiero y aún no nace.

Todo vuele a la, normalidad y el embarazo evoluciona bien, solo ya no quiero sustos como ese, así que después de unas semanas me llama mi madre para decirme que mi nonna esta grave en el hospital, y decido ir solo, no expondré a mi mujer con un viaje tan pesado. Llego al hospital directo, y ahí esta mi viejita hermosa luchando por su vida, pero mucho más débil qué la última vez, la abrazo y la lleno de besos, pero apenas me sonríe, estoy un buen rato con ella y cuando una enfermera me pide salir para cambiarla, me encuentro con toda la, familia, que llegaron mientras estaba dentro. Nos dan el reporte médico, muy desalentador, su corazón está ya muy cansado y pronto dejará de latir. Es cuestión de días, y me piden que vaya a descansar después del viaje, 5 minutos más, les pido y me dejan pasar ese tiempo, le tomo su mano y bromeó qué soy su camarero, ella solo me ve y en un susurro casi imperceptible pronuncia "díselo" yo asiento con la cabeza, se a que se refiere, a Sonia, me despido para, ir a descansar a la casa y todos se quedan al pendiente en el hospital, cuando voy saliendo no puedo creer lo que ven mis ojos, es Sonia en persona. Mi nonna la trajo para que hablara con ella, pensé, así que no perdí tiempo y la salude con un beso en la mejilla y le suplique qué me acompañará a tomar un café, la vi dudosa, pero camino junto a mi, yo tome su mano y no la separo, y entramos en una cafetería cercana, como esta, me preguntó, y le respondí lo que nos acababan de explicar, después le pregunté por su esposo, estamos separados desde hace meses, y me quería morir, de haberlo sabido antes del embarazo, pero ahora es tarde, total, le confesé que la amaba locamente desde niños y que me fui porque no quería verla con otro, ella también dijo amarme, y que ahora era libre, la besé con mucha pasión y ella correspondió mi beso, pero inmediatamente le dije, pero yo ya no estoy solo, voy a tener un hijo, y aunque me muero por estar contigo, no soy tan desgraciado para dejar a mi hijo antes de nacer, y yo no te lo perdonaría, me contestó. Ahora que dejamos todo claro, añadió me dio gusto verte, voy a ver a la nonna y espero que nos veamos pronto, como amigos, como amigos repito. Y se fue mi segunda oportunidad. Pero por lo menos ya fuimos sinceros y pude aunque sea una vez probar sus labios. Nonna ya hice lo que me pediste. Me voy a casa y llamo a Maritza, le cuento lo que dijeron los doctores y me propone alcanzarme, yo me niego, su seguridad es primero, y con Sonia rondando, no es buena idea, aunque yo me mantenga alejado de ella, no quiero causarle un disgusto que dañe al bebé.