bienvenidos a la quinta parte de los decendientes YANKELEVICH.
Vamos a conocer la historia de Los hijos del pequeño Max: David, Hanna, willmar Alexander y Chantal.
también conoceremos a los hijas de Claudia y Kilian: Dolores, Lupita y Aurora.
tendremos también las historias de los hijos de Aisha y Bruno: Leo y Leonardo.
cada uno tendrá que enfrentar nuevos enemigos y también conocerán el amor, nuevas aventuras tendremos en esta quinta parte y tendrán que hacer uso de sus enseñanzas para poder mantenerse con vida.
espero les guste está quinta parte.
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CAPÍTULO 14
Willmar esperaba su respuesta, pero ella parecía algo confundida, insegura de lo que tenía que contestar y él no quería un sí solo por compromiso, si iba a estar a su lado tenía que ser porque tambien lo deseaba.
Deja un beso en sus manos, otro en sus labios, le sonríe, acaricia su cabello y en ese momento le dice. - No me contestes en este momento, te voy a dar tiempo para que lo pienses y tambien pienso respetarte hasta que no estes segura de lo que quieres.
Ahorita lo mejor va a ser que prepares una maleta y con ropa cómoda, mi padre me acaba de dar una orden de trabajo, vamos a tener que dejar la ciudad, nuestras vidas podrían estar en peligro, vamos a tratar de descubrir a los tratantes de personas y atraparlos o matarlos, ¿quieres venir ayudarme?
Vanessa rápido le contesto. – si voy contigo y gracias por darme tiempo, te prometo que lo pensare muy bien antes de darte una respuesta.
Ese día los dos iniciaron su recorrido por el país, al igual que Lupita tambien tuvo que crear su propio sistema para encontrar los enemigos; el organizó a los militares para que entraran a los pueblos o a las ciudades antes de que él con ropas de civiles, como si fueran turistas para que iniciaran a investigar.
Cuando él llegara a la ciudad ellos ya debían tener el reporte de los desaparecidos, de los posibles sospechosos; con ayuda del área cibernética y los hackers podían sacar la información de los sospechosos.
Cuando llegaron a la primera ciudad tuvieron que organizar un ataque para rescatar a unas víctimas de la trata de personas, pero llegaron algo tarde no pudieron rescatar a nadie vivo, esta parte se dedicaban al tráfico de órganos, cuando llegaron al hospital que era donde se escondían ya las víctimas estaban sin órganos.
Lograron detener el cargamento de los órganos, para Willmar fue un momento difícil termino matando a todos los responsables y de una manera cruel, al punto que como nunca termino bañado en sangre, pero al líder lo dejo vivo, después de interrogarlo, de sacarle toda la información que sabían, se lo dejo a su gente que estaban furiosos con lo que se encontraron, querían terminar con ese hombre.
Fue algo muy fuerte en la forma que lo mataron y Vanessa que estuvo al lado de Willmar le tocó ver todo; fue algo fuerte como lo mataron, sacaron sus órganos mientras estaba vivo, sus ojos, cortaron sus extremidades, a un estilo de Maritza, lo hicieron sufrir, suplicar para que lo mataran, pero esos hombres estaban tan llenos de ira, que solo querían que pagara por todo el daño que había hecho.
Vanessa se quedó mirando todo a pesar de que Willmar quiso sacarla, pero ella no miraba mal lo que estaban haciendo, estaba tan enojada como ellos, lo que miro en ese lugar era como estar en el infierno, niños, jóvenes, bebés, adultos, de todas las edades estaban en ese lugar frio y todos los cuerpos abiertos, sin órganos.
No se atrevió a decirles, pero ella quería ser parte de esa tortura, hacerlo pagar por lo que había hecho; no dijo nada, pero sabía que con el tiempo podría ser parte de eso y cuando todo termino, Willmar la llevo al hotel.
Como se lo había prometido, pensaba darle su espacio y la dejo en su propia habitación que estaba al lado de la de él; había sido un día largo, apenas llegaron al pueblo se pusieron a trabajar, los dos estaban cansados y con los ánimos por el suelo, encontrarse con tantos muertos no fue bueno para su primera misión juntos.
Vanessa no entro con él en el momento del ataque, pero sí estuvo preparada con algunos hombres para atrapar a todo el que quisiera escapar; cuando todo termino ella entro a pesar de que Willmar le decía que no, pero quería ver lo que se había encontrado y fue duro, pero era fuerte, eso solo la hizo ser más dura, pensar en su entrenamiento, ser mejor para atrapar a todos esos que hacían daño.
Mientras estaba en su habitación, estuvo pensando en los cuerpos de las victimas quería saber que iba a pasar con ellos; se estaba bañando cuando empezó a pensar en eso, sale rápido, toma su ropa interior, se la pone, una playera de manga corta y un short corto.
Una vez que estuvo cambiada fue a la habitación de Willmar toco la puerta más de una vez, estaba algo ansiosa; espero casi dos minutos y por fin la puerta se abrió, ahí estaba él parado solo llevaba puesto un pantalón.
Se le quedo mirando su cuerpo era tan hermoso y si ya lo había tocado, besado, pero eso no le quitaba la tentación, el deseo por volver a tenerlo; se hizo un pequeño silencio, aunque Willmar si se dio cuenta de la manera en que lo miraba, era algo tentador, hasta sentía que lo estaba invitando a faltarle el respeto.
Willmar tuvo que resistir la tentación, solo se dio media vuelta y le dijo que pasara, se sentó en el sofá grande de la sala que estaba en su cuarto; ella al ver que le daba la espalda reacciono y recordó porque estaba ahí, entro a la habitación cerrando la puerta, apenas se sentó a su lado empezó a decirle. - ¿Qué va a pasar con los cuerpos? ¿se los van a entregar a sus familias?
Vanessa se le quedo mirando, esperando una respuesta y después de un momento lo escucha decir. – la asociación de la familia se va a encargar de eso, buscara a las familias de las víctimas y le entregara los cuerpos, pero no todos tienen familias, algunos son huérfanos o los recogieron de las calles.
Los que no tienen familias los enterramos en el cementerio que está en la propiedad de la asociación, en cada país se hace lo mismo cuando algo así pasa; es todo lo que podemos hacer por los que no tienen familia, para no echarlos a una fosa común y en esos lugares a lo menos alguien les lleva flores o dependiendo de la creencia de cada país.
Vanessa sintió un poco de tristeza, pero al saber lo que hacían sintió un poco de alivio, por lo menos no eran cuerpos que desaparecerían en un pozo junto con otros cadáveres.
Dejo caer su espalda en el respaldo del sofá, suspiro profundamente y solo dijo. – Es bueno lo que hacen con las victimas que no tienen familia.
Tu familia piensa en todo, son increíbles, yo tambien pienso dar mi mejor esfuerzo, quiero ayudar para que no vuelva a pasar lo que encontramos hoy.
Willmar acerca su rostro al de ella, la acaricia y le dice. – Si realmente quieres ayudar dime tus ideas, estoy abierto a toda ayuda; mi familia me encargo este país, estoy solo, aunque aquí cuento con la ayuda del presidente, pero aun así no hay ningún apoyo de mi familia.
Ayuda a dejar este país limpio y sigue entrenando para que pronto podamos ser un equipo en los ataques.
Vanessa abre los ojos y se encuentra con la mirada de Willmar, estaba tan cerca de ella, que la hizo desear sus besos; muerde su labio inferior y le dice. – vamos a ser un buen equipo y no quiero perder más tiempo, quiero ser tuya, pasar mis noches en tus brazos.
Willmar le sonríe seductoramente, pasa las yemas de su dedo índice por sus labios y le dice. – No lo creo y tengo que corregirte…
Vanessa al escuchar lo que le dice frunce el ceño, no entendía a que se refería con ese no; su cabeza divago un poco pensando en que él ya no quería estar con ella, que tal vez había cambiado de opinión y no quería escuchar más, trata de levantarse, pero no la dejo.
Con su mano derecha la sujeta de la cintura, con la izquierda sujeta sus manos y las coloca arriba de su cabeza, en ese momento le dice. – Tranquila mi fierecita, aun no termino de hablar.
Tú dices que solo en la noche y eso no me parece, soy un hombre joven, con un apetito bastante bueno, creo que es un mal de familia; si me aceptas debes tener en cuenta que no solo será en la noche, será en el día o en cualquier momento que se requiera de tu atención, al igual que tú puedes demandar tus derechos sobre mí en el momento que lo necesites.
Me gustas demasiado y lo único que sé, es que no quiero que te alejes de mí, te necesito cerca; deseo tanto llevarte a Londres conmigo y poder tener un momento en el cuarto rojo que tengo ahí; me gusta mucho tenerte de la manera sencilla, pero tambien deseo tenerte en una sección del BDSM, disfrutarte de todas las maneras posibles.
Vanessa sonríe al escucharlo, su idea le agradaba y quería disfrutar de todo lo que le ofrecía, sentir la ilusión del amor, de poder tener su pareja perfecta; lo mira a los ojos y le dice. – Quiero todo de ti.
Willmar la beso con pasión y sin perder tiempo le quito la ropa, empezaron haciéndolo en ese sofá y terminaron en la cama; esta vez fue mucho más intenso, se disfrutaron tanto como su cuerpo se los permitió, hasta que se quedaron dormidos.
Para los dos fue una hermosa noche, Willmar fue el primero en despertar, aun no salía el sol cuando abrió sus ojos; el foco había quedado prendido, mira a su hermosa mujer recostada a su lado, ella dormía boca abajo.
Al abrir los ojos y ser a ella lo primero que miro fue algo lindo, algo que quería repetir todas las mañanas; toma su celular y mira que tenía llamadas perdidas de su padre, se levanta con cuidado, toma su bata de noche se la pone, de ahí sale de la habitación, se va a la sala.
Se sienta en el sofá grande, mira la hora eran las 5 am y en la isla ya eran las 7 am, sabía que sus padres para esa hora ya estaban despiertos; mira los numero en su celular, tenía que hablar con su padre, pero no era con él quien deseaba hablar en ese momento, quería contarle a su madre sobre Vanessa.
Lo pensó un poco y termino hablándole a su madre, necesitaba contarle sobre su relación, quería tener su apoyo y en el momento que la escucho le dijo. – Mamá, necesito contarte sobre Vanessa la mujer que amo.
Le pedí que se viniera a vivir conmigo y ella me acepto, ya somos una pareja, desde anoche empezamos a compartir nuestra habitación; madre tengo que decirte que ella me hace sentir muy bien, creo que me he enamorado y la me hace tan feliz tenerla a mi lado.
No pudo seguir hablando por que el pequeño Max dio un grito y le empezó a decir. - ¿crees estar enamorado? ¿Cómo que estas viviendo juntos?
Willmar como puedes ser tan irresponsable, empezar una relación es algo que no se puede tomar a la ligera; las relaciones no se toman por un creo y tu estas cometiendo un error, pero lo peor es que puedes lastimar a esa joven, no sería justo para ella.
Irma no se esperaba que su hijo le hablara sobre sus sentimientos y cuando entro su llamada pensando que solo era para saludarla, lo puso en alta voz, sabía que su adorable esposo quería hablar con él, pero Willmar empezó hablar ya no pudo decirle que su padre estaba escuchando.
Mira a al pequeño Max alterado, gritándole a su hijo, que rápido se puso de pie le quito el celular de las manos y le dijo. – Willmar, sigue con tu trabajo luego te hablamos.
Una vez que dijo eso corto la llamada, para su suerte estaban en su habitación y ella no tuvo que limitarse con sus palabras al momento de decir. – Pequeño Max, para ya y guarda silencio.
Creo que fuiste muy duro con nuestro hijo y no creo que tengas que poner en duda sus sentimientos, mucho menos decir que no puede pasar.
Recuerdas tú y yo como nos enamoramos, fue algo tan inesperado, que se dio de la noche a la mañana, pero no solo a nosotros nos pasó así, a la mayoría de nuestra familia le ha pasado así, a mí no me extraña que a nuestro hijo le esté pasando.
Tienes que calmarte, no juzguemos solo apoyemos a Willmar y dejemos que el tiempo pase; si nuestro hijo encontró a la indicada, solo nos va a quedar esperar a nuestros nietos, pero si él se equivoca, bueno entonces ocupara todo nuestro apoyo y tenemos que estar para poder apoyarlo, darle consuelo si es que lo llega a necesitar.
Quiero que estes calmado y que no hagas más escándalo por esto, porque mañana mismo nos vamos a Rusia, voy a conocer a mi nuera, a la joven que le robo el corazón a mi hijo.
El pequeño Max al ver a su esposa tan enojada y casi gritándole, se quedó callado, escuchando lo que le decía; el enojo no se le quito, pero sabía que su esposa tenía razón, tenía que apoyar a su hijo, aunque su decisión le pareciera una locura.
Bajaron a desayunar con la familia y una vez que terminaron hablaron con Nasir, Dulía, Lían, JEAN, Harry y Maritza, les dijeron que irían a Rusia para apoyar a Willmar con la limpia del país, no quisieron hablar sobre su relación hasta que su hijo lo hiciera, pero apenas hablaron de su viaje Lían dijo. – Van a conocer a la nueva sobrina, aunque claro para ustedes es nuera.
Tengo que decirles que es una joven encantadora, es de familia humilde, pero son honrados y ella había dejado la escuela, trabajaba en un hotel de la ciudad como recepcionista, al parecer tiene los mismos gustos que Willmar en eso del BDSM.
Fue secuestrada de un club de esos y tambien fue la que le salvo la vida en ese ataque, pero a pesar de lo que paso demostró ser una joven valiente, fuerte de mente; tambien me dijeron que en el entrenamiento que le puso Willmar fue muy buena, termino haciéndolo muy bien, en tan solo dos meses ya sabe lo básico y sigue entrenando.
La verdad creo que Willmar tuvo mucha suerte de conocer a esa joven, yo tambien deseo ir a conocerla y creo que me voy con ustedes, le diré a la pequeña Zuria para que nos acompañe.
Irma frunce el ceño y le dice. – Lían ¿Cómo sabes tanto sobre la joven?
Lían con una tranquilidad dijo. – Yo fui el encargado de recibir el reporte de Rusia, Paola y Joshua me informaron todo.
Todos estaban algo preocupados por el viaje de Adal y Dasha, por eso yo me encargue de todo lo demás; cuando ellos me hablaron de Vanessa quise saber más, así que le pedí a Joshua que la investigara y desde ese día a uno de mis hombres que está en Rusia le ordene que la siguiera de cerca solo por si acaso no era tan buena, pero realmente es una joven linda y me tiene sorprendido.
JEAN, Harry y Maritza tambien se pusieron feliz por Willmar, rápido les dieron el permiso para que fueran y Lían se les pego, aunque fue algo difícil convencer a la pequeña Zuria para que lo acompañara, pero al día siguiente, antes de que saliera el sol salieron de la isla para ir a Rusia.
Para su mala suerte no lo encontraron, ellos estaban viajando de pueblo en pueblo, buscando a los traidores, estaban haciéndolo muy bien y la estrategia de Willmar estaba dando buenos resultados.
Vanessa era una chica fuerte pero no era buena estratega, en esa parte no pudo ayudarle, aunque si le ayudó mucho en los ataques, siempre afuera lista para disparar a todo el que tratara de escapar.
Se la pasaban juntos las 24 horas del día, aunque siempre era trabajando, viajando de un lugar a otro, apenas les quedaba tiempo para disfrutarse; dos meses estuvieron viajando por el país e hicieron muy buen trabajo, ella cada vez era mejor, en el último ataque a una casa hogar de donde estaba uno de los traidores del país, Vanessa participo.
Aunque entro atrás de todos, siguiendo las ordenes de quien iba al frente de ella, tenía que empezar desde cero, pero lo hizo muy tenía buenos reflejos, acciono el arma en el momento que tuvo que hacerlo, protegió la espalda de sus compañeros y lograron proteger a los niños que tenían ahí, mientras que Willmar llegaba a la jefa del lugar, que termino siendo una buena amiga del presidente del país.
No era alguien de importancia, ni siquiera tenía información relevante, solo seguía operando por órdenes de alguien que le hablaba y le pedía una carga cada cierto tiempo, pero realmente no conocía a nadie, ni siquiera estaba marcada, lo hacía por dinero, realmente no conocía nada de lo que estaba pasando con la red que estaba haciendo el descendiente de Nathan.
El presidente al saber que su amiga estaba metida en eso se sintió algo triste, pero tambien sintió mucho desprecio por ella; le pidió a Willmar que la matara, no quería que quedara viva, su traición no pensaba perdonarla.
Vanessa se encargó de ella, quería torturarla por lo que les había hecho a los niños, estaba furiosa con esa mujer y solo quería desquitar un poco de su coraje; fue bastante intensa, uso la navaja que le dio Willmar, para hacerle cortes por todo el cuerpo, no sabía mucho sobre en qué parte provocar dolor, ella solo corto a como se le ocurría, le quito las uñas, los dientes y corto su lengua, para su primera vez hizo algo bien.
Lo mejor fue al momento de matarla, corto las venas de sus muñecas y solo dejo que se desangrara lentamente, cuando quedo inconsciente solo para asegurarse de que estuviera muerta, le disparo en la cabeza y en el pecho.
Una vez que termino sus hombres gritaron de la emoción, la felicitaron y para todos ella ya era parte de su equipo; terminaron de recorrer el país a los dos meses, era momento de regresar a Moscú, les tomo casi dos días de regreso, pero ya habían terminado con todo el problema.
El país estaba limpio, mataron a la mayoría de los aliados del descendiente de Nathan, aunque otros trataron de huir, no les valió mucho a donde llegaron ya gente del Willmar que era la gente de su padre el pequeño Max, los estaban esperando, los atraparon y ejecutaron en el momento.
Iban a llegar de noche a Moscú, Willmar estaba intenso con Vanessa solo quería llegar y hacerle el amor, aunque esta vez no pensaba hacerlo tan simple, la iba a llevar al hotel donde tenía algunos juguetes que pesaba usar con ella y se lo estaba susurrando al oído, le decía lo que pensaba hacerle.
Vanessa mojaba sus labios con su lengua lo que le susurraba al oído la estaba excitando, estaba rogando por llegar y aun le quedaban dos horas para llegar, las mismas donde él la torturo susurrándole al oído diciéndolo todo lo que pensaba hacerle.
Lo bueno era que ella tenía puesto el pantalón, sino el chofer hubiera tenido un viaje bastante incomodo; cuando llegaron al hotel, Willmar dio la orden de que todos fueran a descansar y él tomo de la mano a Vanessa, estaba ansioso por llegar a su habitación, donde pensaba tener su primera sección de BDSM.
Cruzaron la puerta del hotel, mientras caminaban él dejo unos besos en el cuello de ella y la abrazo por la cintura, estaba emocionado de por fin tener un poco de paz, de haber terminado con el peligro del país, cuando escucho la voz de su padre que le dijo. – Por fin llegaste, tenemos dos meses esperándote.
Willmar suelta a Vanessa y voltea al lado izquierdo donde estaba la sala de espera, pero sus padres ya estaban parados a unos pasos de donde estaban, junto con ellos estaba Lían y la pequeña Zuria.
No se esperaba encontrarse a todos ahí y menos después de lo alterado que se puso su padre al saber de la existencia de Vanessa, con todo lo que tenía que hacer después de que su mamá le corto la llamada, él prefirió no marcar hasta que terminara con su misión.
Había pensó que su padre no quería hablar con él, que iba ser difícil convencerlo de que aceptara a Vanessa, pero esperaba que su platica intensa fuera en la isla, en un lugar donde ella no pudiera escuchar, no quería lastimarla, pero eso ya no iba a pasar porque ya lo tenía frente a él y eso no parecía ser nada bueno, solo tenía que prepararse para que no la lastimara con sus palabras.