Esta historia nos adentrará a un mundo mágico dónde los vampiros y los lobos acompañados de seres mágicos se enfrentarán una vez más por recuperar el poder y el amor.
Belfegor y Liz han tomado la decisión de llevar una vida tranquila y lo más normal posible, ya que su hija la pequeña Gabriela no volvió a dar señas de poseer poder alguno y decidieron que viviría cómo un humano cualquiera sin preocuparse por demonios ni brujas.
Juntos partieron hacía Washington para dar inicio a una nueva vida sin imaginar que en ese lugar su hija conocerá a su gran amor el cual la llevará al extremo del bien y el mal
Acompáñame a descubrir los secretos de esta nueva historia.
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#14. ANGEL O DEMONIO.
Bashir no sabía cómo actuar pues aunque había intentado zafarse del fuerte agarre de Rashid no pudo y jamás en su vida le demostraría inferioridad ni miedo a su primo todo el mundo sabía que él era mucho más fuerte siempre lo había demostrado ante todos en cualquier batalla y en cualquier lugar.
¡¿Cómo era posible que no pudiera soltarse del agarre de Rashid?!
Trato de calmarse pues no quería que Rashid se diera cuenta de que no pudo safarse de su fuerte agarre.
¡Así que por fin te has alimentado de sangre humana primito!
Exclamó Bashir sorprendido pues Rashid siempre se había negado a beber sangre humana, decía que eso era de animales, el timbrar de su celular interrumpió a Rashid obligándolo a soltar el cuello de Bashir para contestar la llamada al ver la pantalla de su celular se dio cuenta de que era su padre, puso los ojos en blanco y contestó.
¡Bueno padre!
A qué horas piensas venir Rashid ya está todo listo, los invitados están esperando a que hagas tu entrada triunfal dijo Naim y colgó la llamada sin esperar la respuesta de su hijo.
Rashid siguió su camino sin responder más a las provocaciones de su primo, no sabía que había pasado, él jamás había perdido el control con nadie y mucho menos con alguien tan insignificante como su primo Bashir.
Al entrar en el gran salón se llevó una gran sorpresa pues su padre se había esmerado mucho en la decoración de aquel evento los aplausos no se hicieron esperar mientras su padre lo anunciaba por el micrófono.
Las mujeres estaban en primera fila en espera de que Rashid se tomará unas cuantas fotos con ellas, era tan incómodo para él pues las mujeres restregaban en su cuerpo sus voluptuosos pechos y se colgaban de su brazo como si fueran íntimos amigos eso le molestaba demasiado, y giro la vista hacia su padre y este le hizo un gesto con la mirada .
Rashid entendió al instante lo que quería su padre con ese gesto así que tenía que comportarse accesible con todos los invitados, el aroma que inundaba el lugar era bastante fuerte pues había varios jefes de diferentes clanes más que una fiesta era una reunión de negocios.
Al terminar de saludar a unas cuantas mujeres Rashid decidió irse a sentar en la mesa donde se encontraba su padre.
Hicieron un brindis por su cumpleaños número 300.
Bueno ha llegado la hora de los obsequios, dijo Naím mientras daba la orden a Willard para que diera el acceso a las chicas.
Naím se acercó a Rashid y le susurró al oído, más te vale que escojas a una de las chicas o te juro que yo mismo te arrancaré la cabeza.
Rashid no pudo evitar molestarse con el comentario de su padre pues no entendía cuál era su afán por amarrarlo a una mujer a la fuerza, ¿dónde quedaba el amor del cuál su madre le había hablado tanto y el compromiso de un matrimonio?.
Las luces del lugar se apagaron poco a poco dejando iluminado un pasillo en el centro del gran salón los invitados guardaron silencio pues sabían lo que estaba a punto de ocurrir, la gran mayoría de los invitados asistían a los eventos que su padre realizaba por las mujeres que subastaba en dichas fiestas decía que era su toque personal.
Bashir entró al sitio y se sentó al lado de su padre y aprovecho el momento para ofrecer un brindis por su querido primo.
Feliz cumpleaños primo, espero que está noche te vuelvas un hombre de verdad dijo mientras levantaba su copa de la cual estaba llena de sangre caliente.
Rashid ignoró las palabras de su primo pues sabía que disfrutaba de ponerlo en evidencia delante de Naím la noche avanzó amenamente para los invitados que gritaban al ver entrar a las jóvenes mujeres.
Se podía ver ojos brillantes en la oscuridad, ojos que desnudaban con la mirada a aquellas jovencitas que estaba en aquel trance en el cual las solía poner Willard para que no pusieran resistencia.
Una mujer de unos veintidós años era la que encabezaba la fila y detrás de ella estaban formadas las chicas de la subasta, los hombres y mujeres explotaron en aplausos y gritos al ver la juventud en todo su esplendor a ellos no les importaba como habían llegado a ese lugar todas aquellas chicas solo querían satisfacer sus bajos instintos con ellas.
Claudia estaba asqueada al ver cómo se saboreaban a esas jóvenes y pensaba si su hermanita también había corrido con la misma mala suerte que ellas.
Se hizo a un lado para que las chicas comenzarán a desfilar a lo largo de aquel pasillo iluminado.
Amelia estaba temblando al ver cómo a muchos de los invitados les cambiaban los rostros, y lamían sus grotescos labios con largas lenguas.
¡Eran monstruos!
Cerró los ojos por un momento, pero la palma de su mano comenzó a arder y enseguida busco con la mirada a Buer y en efecto esté la miraba amenazante.
Claudia le dio la orden de que se fuera hasta el fondo con Gabriela, ya que había decidido que ella sería la última en salir eso le daría la oportunidad de que muchos ya hubieran gastado su fortuna en las otras chicas.
Amelia asintió y camino hacia el fondo del gran salón y pocos minutos después Claudia se les unió ten Amelia ve a buscar a Jeque y entregarle esto, tienes que asegurarte de que Buer no te vea.
Amelia asintió y entro nuevamente al gran salón su presencia paso desapercibida pues el bullicio de los invitados tenían entretenido a Buer el cual pedía que ofrecieran un poco más por su mercancía de alta calidad.
Rashid estaba hastiado de tanta inmundicia y depravación necesitaba un respiro y se levantó a estirar las piernas se alejó de la mesa de su padre y salió a uno de los corredores aledaños al gran salón.
Estaba observando la quietud de la noche fuera de aquel lugar cuando escucho los pensamientos de una chiquilla al voltear se dio cuenta de que era Amelia, la otra jovencita del parque.
¿Qué estás haciendo tú aquí?
Preguntó sin pensarlo.
Amelia hizo una reverencia y le entrego una servilleta, su cuerpo temblaba al escuchar la pregunta de aquel hombre pues ella jamás lo había visto, pero el parecía conocerla de algún lado.
Le entrego aquello y dio la media vuelta y se alejó lo más rápido que pudo aprovechando que Rashid estaba leyendo aquel papel.
Rashid se sorprendió por lo que decía aquel recado, escoge a la última chica de la subasta ella es tuya.
Doblo aquella servilleta y la guardo en el bolsillo de su pantalón, se recargó por un momento en el muro tratando de darse ánimos para regresar ahí adentro odiaba todo aquello, pero no tenía más opción que aguantar después de todo era su fiesta.
Pensó que tal vez ese recado lo había mandado Bashir solo para molestarlo bebió la copa de sangre y regreso al lugar, su padre estaba muy contento charlando con Bashir ellos dos eran tal para cual, igual de asquerosos mujeriegos sin el más mínimo respeto por la mujer.
Buer se había dado cuenta de que faltaba una de las chicas y aprovecho para darle más suspenso a su entrada y puso el primer precio más alto que el de las chicas anteriores.
Claudia se sorprendió al escuchar su anunció eso no estaba dentro de sus planes pues estaba esperando a que el jeque regresará a su asiento.
¡Maldito seas!
Murmuró en voz baja y ayudo a Gabriela a salir al gran salón, la mirada de todos se clavaron en Gabriela, no solo los hombres la miraban también las mujeres se saboreaban a esa jovencita tan hermosa se hizo un gran silencio que llamó la atención de Rashid y al verla quedó hipnotizado por su belleza.
¡La quiero!
Grito Bashir ofreciendo una gran cantidad de dinero que triplicaba la cantidad que Buer había puesto.
Rashid sintió que su sangre hervía al imaginar las asquerosas manos de Bashir en el cuerpo de aquella chiquilla.
Rashid se levantó de su asiento instintivamente y gritó ¡Lo siento mucho primito, pero esa es mi mujer!
Naím y su hermano se quedaron helados al igual que Bashir, pero Rashid no les dio tiempo de reaccionar y con un ágil movimiento se acercó a Gabriela, la tomó entre sus brazos y dio la vuelta para ver a la cara de su padre.
Durante mucho tiempo me has estado pidiendo que eligiera a una mujer está noche padre y la elijo a ella como mi prometida, su nombre es Gabriela y ya te había hablado de ella
Naím intentó leer el pensamiento de Gabriela pero era como si no existiera, la podía ver pero no la podía oler ni escuchar.
Quiso hablar con su hijo, pero se contuvo al ver que todos los invitados comenzaron a aplaudir y a felicitar a Rashid por su próximo compromiso.
Rashid no estaba dispuesto a que su padre le pusiera una mano encima a Gabriela así que se despidió de sus invitados dando las gracias por asistir a su fiesta de cumpleaños y también por los cuantiosos obsequios que le habían dado.
Yo me retiro se quedan en su fiesta dijo Rashid y desapareció del lugar dejando atrás a su padre trabado pues no entendía qué era lo que acababa de ocurrir.
Rashid no estaba dispuesto a permanecer ni un minuto más en ese país necesitaba regresar a su hogar así que simplemente convirtió su cuerpo en una densa neblina y se deslizó como el viento rumbo a Dubai.
Naím trato de no perder el control delante de sus invitados y cuando estaba por dar por terminada aquella fiesta aparecieron de la nada y sin invitación un grupo personas que jamás había visto en su vida.
¡He vendido por mi hija!