Mi Dulce Venganza

Emily se realiza la prueba de embarazo. Abby y ella esperan pacientes el resultado. Antes soñaba con convertirse en madre, ahora ruega porque el resultado sea negativo. Hasta eso le arrebató Michael.

Ambas suspiran al ver aparecer solo una línea rosa en la ventanilla de la prueba.

- Te dije que no estoy embarazada.

- Y no es que dudará de ti, teníamos que confirmarlo. Un hijo en estas circunstancias cambiaría el panorama por completo.

- Lo sé. Él no se iba a arriesgar a tener un hijo conmigo, solo quería mi dinero- asegura con amargura.

- Dime la verdad, ¿alguna vez te maltrató?

Emily desvía la mirada, recuerda aquella primera vez que esperó con tanta ilusión y sus ojos se anegan de lágrimas otra vez. Molesta, las limpia bruscamente con el dorso de su mano.

- ¿Por qué no dijiste nada?

- Por tonta, justificaba cada una de sus acciones. No quiero hablar del tema.

- Entiendo.

- De hecho, no quiero dormir más en esta habitación.

- Yo te ayudo a cambiar tus cosas.

Entre las dos llevan la ropa a una de las habitaciones para visitas. El mobiliario de la otra habitación decide donarlo y dejarla vacía por el momento.

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Greg pasa la mañana redactando la demanda de divorcio. Se ha cansado de buscar algún vacío legal que le permita a Emily recuperar lo que es suyo, pero no hay nada.

En el acuerdo debe estipularse como serán divididos los bienes a excepción de la casa que perteneció a Doug y Kerry.

Greg está considerando ofrecerle una buena cantidad a Michael para que renuncie a la mitad de los bienes, aunque sabe bien que va a negarse.

Ya no tiene dudas de que enamoró a Emily con la única intención de aprovecharse y quedarse con la mitad de su fortuna.

Evita salir de su oficina para no toparse con ese parásito. Muchos empleados se quejan de él. No sabe nada del negocio y teme que entre más tiempo pase el frente lo lleve a la quiebra.

Al finalizar el día y una vez que se asegura de dejar todo en orden se marcha.

Decide pasar primero por la mansión con la finalidad de verificar que Emily y Clara se encuentran bien. Las encuentra en la sala de estar acompañadas de Abby.

- Buenas noches, ¿cómo están?

- Buenas noches- responden al unísono.

- Estamos bien, gracias.

- ¿Has tenido noticias de ese tipo?

- Nada.

- Tengo lista la demanda, ¿quieres leerla?

- Por supuesto.

- Vamos a la biblioteca.

Ahí le entrega los documentos que ella lee con detenimiento.

- He pensado en hacerle una oferta, una cantidad considerable a cambio de que renuncie a su cincuenta por ciento.

- No va a aceptar. Siempre estuvo detrás de mi dinero.

- No perdemos nada con intentarlo.

- ¿Existe alguna manera de llevar a cabo el proceso de divorcio sin mi presencia?

- Sí, nombrando a un apoderado.

- ¿Tú puedes ser mi apoderado?

- Sí.

- Haz los trámites necesarios. No quiero permanecer en Los Ángeles. Deseo irme lejos por un tiempo.

- Alguien debe quedarse a cargo de tu parte de la empresa sí él no acepta nuestra propuesta.

- Nadie mejor que tú para hacerse cargo. Tengo plena confianza en ti.

- ¿A dónde planeas ir?

- He pensado en Europa. Necesito poner tierra de por medio.

- Entiendo. Mañana comienzo los trámites necesarios. Esta es la cantidad que pienso ofrecerle- le muestra un cheque- ¿Lo autorizas?

- Sí, pero desde ya te digo que no va a aceptar. Sacrificó muchos años como para confirmarse con menos- dice con amargura.

- Deberías contactar a la terapeuta que te ayudo cuando fallecieron tus padres y tus abuelos.

- No, ya tengo las herramientas. Voy a superar esto yo sola. Después de todo fui yo quien se aferró a una fantasía.

- Él te engañó.

- Y yo me dejé engañar. ¿En cuánto tiempo crees que finalice el divorcio?

- Poco más de un mes.

- Qué rápido.

- Sí, mientras sea de mutuo acuerdo será bastante rápido. Descansa, nos vemos mañana.

- ¿Puedes quedarte? No quiero correr el riesgo de que Michael venga y nos encuentre solas.

- Me quedo, no te preocupes. Mañana enviaré a alguien para que cambie todas las cerraduras de la casa.

- Gracias, buenas noches.

Greg la ve marcharse, parece haber madurado más en un par de días que en los últimos cinco años. Ya no es la misma niña ingenua, ha perdido esa inocencia que la caracterizaba.

Siente mucha tristeza por ella, no quiere pensar en lo que ese tipo pudo haberle hecho. Comprende que no solo debió ejercer violencia psicológica en su contra y eso lo enfurece.

Falló en su encomienda. Él debía protegerla y no lo hizo. Se siente sumamente culpable. El remordimiento no lo deja dormir.

La mansión está en completo silencio, las luces apagadas. Él decide salir de su habitación y buscar un vaso con leche en la cocina.

Se encuentra subiendo las escaleras cuando escucha a Emily gritar aterrada. El vaso se escapa de sus manos y se estrella contra el piso haciéndose añicos.

- ¡No, Michael! ¡Por favor, no!- la escucha gritar nuevamente.

Intenta ubicar con rapidez de donde provienen los gritos y corre hacia allá. Abre la puerta preparado para enfrentar al agresor. Se sorprende al ver que no hay nadie. Emily está dormida y en sueños lucha y grita.

- Emily, despierta. Es una pesadilla.

La agita ligeramente para obligarla a despertar. Ella abre los ojos y de inmediato lo abraza sollozando.

- Tranquila, te juro que jamás volverá a hacerte daño- asegura mientras acaricia la espalda de la chica con ternura.

- Mi niña…

Clara cruza la puerta agitada, deja la frase inconclusa al comprobar que su niña está bien.

- Fue una pesadilla, nana- dice ella separándose de Greg avergonzada- Lamento haberlos despertado.

- No te disculpes. Me queda claro que ese desgraciado te violentó en más de una ocasión, podemos demandarlo por eso.

- Dejemos las cosas así, no tengo pruebas y no quiero alargar más el proceso.

- Insisto, no debe quedar impune.

- Por favor, no sigamos con el tema. Regresen a dormir.

- Será cómo tú quieras.

- ¿Necesitas algo, mi niña?

- Nada, nana. Gracias.

Greg es el último en abandonar la habitación y ve a Clara limpiando su desorden.

- Deja eso, Clara. Yo recojo, vete a descansar.

- Yo me encargo, señor Gregory.

- He dicho que te vayas a descansar.

- Está bien, buenas noches.

Greg recoge los vidrios y limpia el líquido derramado. Siente que la ira lo quema por dentro, quiere moler a golpes al Infeliz de Michael.

A pesar de la hora, decide sacar su furia en el gimnasio de la mansión. Esta vez se olvida de las pesas y pasa más de una hora tirando golpes al costal de boxeo que cuelga del techo.

Muy temprano realiza una llamada y da indicaciones claras y precisas. Nunca había tenido que recurrir a algo así, pero no puede dejar pasar lo sucedido.

Al medio día se dirige a la oficina de Michael para intentar llegar a un acuerdo con él. La secretaria pide autorización y al recibir la aprobación lo deja pasar.

- ¿Qué se te ofrece, Gregory?

- Como ya debes de imaginarte, Emily quiere el divorcio.

- Perfecto, mientras reciba lo que me corresponde estoy dispuesto a firmar de inmediato.

- Ambos sabemos que contigo al mando la productora corre peligro. Estamos dispuestos a darte esta cantidad- le entrega una hoja en donde está escrita la cantidad que recibirá si acepta- tú solo debes renunciar a tu 50 por ciento.

- Jajaja, esto no es ni la mitad de lo que vale mi 50 por ciento.

- Si llevas la productora a la quiebra te irás sin nada.

- Prefiero correr el riesgo. Dile a Emily que me ofrezca lo que me corresponde y obtendrá el divorcio inmediatamente.

Greg se contiene para no romperle la cara, se marcha sin decir nada más y le informa a Emily lo sucedido.

📲 Te advertí que no aceptaría. Hazle llegar la demanda y el acuerdo.

📲 Mañana se lo haré llegar.

📲 ¿Cuándo queda listo el poder para que me representes?

📲 Mañana por la tarde.

📲 Perfecto, después de firmar lo necesario haré los preparativos para mi viaje. Tú quedarás a cargo de mi 50 por ciento en la productora.

📲 ¿Ya sabes a dónde viajarás?

📲 Aún no lo defino.

📲 Mantenme informado.

📲 Así lo haré.

Una vez más la oportunidad de confesarle sus sentimientos se le escapa entre las manos. Ella se va por tiempo indefinido y con lo herida que ha quedado seguro se protegerá con una coraza imposible de atravesar.

El poder queda listo al día siguiente; la demanda y el acuerdo le son enviados a Michael, quien firma de inmediato y nada más resta esperar que se fije fecha para la Audiencia.