La Tercera Es La Vencida

Ya no vi a mi tía antes de que regresará, pues la cachetada me marcó la cara, y puse de pretexto que me había sentido mal y el doctor me mandó reposo, por tal motivo también me excuse con Arturo para no ir a verlo. Todos entendieron y creyeron que Julián me cuidaría, pero estuvo dos días con sus noches fuera, yo no lo reconocí, pero como siempre lo disculpé pensando que estaba en el trabajo. Como mi suegro tampoco vino a dormir, quisa tuvieron problemas y no quisieron preocuparme. Cuando regresó, me trajo flores, hacía mucho que no lo hacía, y se disculpó, diciendo que estaba arrepentido y necesitaba aclarar su cabeza, por eso se quedó con un amigo, que le ayudó a pensar.

Nos reconciliamos y hasta hicimos el amor, yo le creí sinceramente y continuamos como si nada hubiera pasado.

Las últimas semanas del embarazo cambió de actitud, mostrándose más atento, y llegó el día del nacimiento. Todo bajo control, pero me tuvieron que hacer una cesárea, ya que el bebé estaba en mala posición, el médico me regaño por no haber ido a las últimas dos consultas, pero al final todo salió bien.

Tuvimos una hermosa niña, cuando la tuve entre mis brazos, sentí que todo valió la pena, y como por instinto le dije Laura, Julián me vio con odio, y me dijo que su hija no iba a llamarse como la abuela de Raúl, yo le dije que no tenía nada que ver, solo el nombre me gustaba, pero me dijo que sabía que nosotros dos tuvimos algo que ver, y lo negué, pero al fin no quería una guerra qué empañara la llegada de mi princesa, así que le dije que él escogiera el nombre, y le puso Claudia, como su mamá. Cuando entraron a visitarnos nuestros padres, precia qué nada, hubiera pasado, el cuarto del hospital parecía una fiesta, llegaron todos a saludar a la pequeña y las gemelas se emocionaron tanto que no la querían soltar, pero se pasó la hora de visitas y mi mamá ofreció quedarse conmigo para ayudarme durante la noche, mi esposo le agradeció, pero dijo que él se haría cargo. Pero cuando todos se fueron, me volvió a decir que no tenía cara de idiota, que yo seguía queriendo a Raúl y que solo estaba seguro de que la niña era suya porque él se había ido antes de que Claudia fuera concebida, me dolió mucho que dudaría de mí, pero ya le demostraría que se equivocaba, tal vez estaba aún nervioso por lo del parto, que por cierto, le molestó que hubiera sido cesárea, ya que salió más caro, he tenido que pedirle prestado a mi papá, me dijo, pero eso implica que tenemos que apretar nos el cinturón para pagarle. Yo asentí, no le llevaría la contraria, ya no quería pelear, y en cuanto termino sus reclamos, se dio la vuelta y salió dejándome sola toda la noche.

Las cosas empeoraron con los meses siguientes, yo realmente quería tener una familia feliz, pero no lo estaba consiguiendo, él seguía llegando tarde, peleaba por todo, a veces no llegaba a dormir y le echaba la culpa a nuestra hija por despertar a media noche, como todos los bebés, en fin que yo fui haciéndome a la idea de dejarlo, pero el colmo fue un día que llegó de madrugada todo lleno de labial y apestando a alcohol, seco y perfume de mujer, lo confronte, y solo me miró y me dijo, te molesta porque tu querido Raúl no está aquí para que te lo cojas, si no estarías dándole con él no?

Le crucé una cachetada y me encerré con mi hija a llorar, no era posible que me ofendiera así, siendo él quien estaba siendo infiel, al otro día cuando salió, prepare nuestras cosas, me regresaría con mis papás, pero cuando casi estaba lista, entró mi suegro, para impedirme salir, llamó a su hijo y entre los dos me trataron de convencer, Julián decía que no podía vivir sin nosotras, y que si lo dejaba, terminaría con su vida, me juró que era la primera y la última vez que me había engañado, y le creí. Lo intentamos, pero ya no había confianza ni respeto entre nosotros, vivíamos como amigos solo por Claudia.

Así pasaron años, años en los que me fui apagando, solo vivía para mi hija, pero por dentro estaba vacía, las constantes dudas e infidelidades de Julián no ayudaban, siempre salía a relucir el nombre de Raúl, ya hasta me había alejado de las gemelas, porque el decía que me recadeaba con él atravez de ellas. Lía se casó dos años después que yo, y Lara se ha dedicado a su trabajo, a veces nos llamamos, pero ya no es lo mismo. Mi hermano Arturo si se volvió famoso después de todo, ahora se la pasa de gira todo el tiempo, le sobran las mujeres pero no piensa sentar cabeza con ninguna, mis papás se han enfocado en Cesar, que aun está estudiando, yo los veo cada fin de semana, a veces voy sola con Claudia, y algunas veces me acompaña Julián, como para, cubrir las apariencias, pero yo ya le he confiado a mi mamá que las cosas, no están muy bien con él, ella, me dice que solo hay una vida, que no debo estar donde no soy feliz, pero no puedo ser feliz viendo que mi hija no lo es, así que por ella estamos aún juntos, aunque solo de apariencias, pues ya, ni dormimos en la misma habitación, a todo esto a veces pienso que hubiera sido de mi vida si hubiera sido con Raúl en vez de Julián, y me imagino que hubiera sido feliz, yo no creo que él sería capaz de ser tan idiota como su amigo, si tan solo no nos hubiera presentado en aquella fiesta, tal vez hubiéramos terminado juntos, pero solo de ver a mi princesa cuando lo abraza feliz se me olvidan esos pensamientos, ahora antes de mujer soy mamá