En un mundo donde las mujeres están infravaloradas, Una Ceo que se aferra con todas las fuerzas a permanecer y ser la mejor en el ambiente llenos de hombres.
Lara Parisi lo tiene todo:juventud, belleza,una fortuna heredada y un imperio empresarial a sus pies. Pero detrás del lujo, hay una presión silenciosa que no la deja respirar: la obligación de tener un heredero para mantener su legado y complacer las expectativas de una familia que no perdona desvíos del plan.
Cuando un viaje de negocios la lleva a Italia, una noche de pasión con un desconocido lo cambia todo. Lo que parecía ser un escape sin consecuencias se convierte en el inicio de un torbellino emocional, cuando descubre que está embarazada.. de gemelos.
Y como si no fuera suficiente, Owen Bracco, el misterioso hombre que creyó haber dejado en el pasado, reaparece como asistente de su mayor rival.
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Miradas que despiertan secretos
Owen
Mi tía, como siempre, estaba en modo lento. Me desesperaba verla recogiendo cosas a último minuto, cuando ya íbamos contra el tiempo. Y como lo imaginé... llegamos tarde al vuelo.
Tuvimos que esperar el siguiente. Genial.
Horas después...
Apenas llego a la empresa, corro a la sala de juntas para presentarme. Abro la puerta, interrumpo sin querer y comienzo a disculparme, pero algo me detiene...
Al levantar la mirada, la veo.
Ella.
La misma mujer que no pude sacar de mi cabeza desde Italia. Está frente a mí, sentada, imponente… hasta que nuestras miradas se cruzan.
Se pone pálida y, de pronto, se desmaya.
—¡Lara! —grito, corriendo hacia ella.
Pero dos personas llegan antes que yo y la sacan del lugar. Me quedo ahí, helado, escuchando los murmullos a mi alrededor:
—¿Qué le habrá pasado a la jefa?
—¿Será que conoce al chico que entró?
Y entonces, como un martillo en la cabeza, me golpea la verdad.
¿¡Qué ella es la jefa!?
¿Ella es la dueña de todo esto?
Vicepresidente Aiden
Hoy es el día de la selección de personal. Estar al lado de Lara durante todo el proceso es lo que más me motiva. Aunque tengo una sospecha: creo que está saliendo con alguien. No sé quién, pero quiero averiguarlo y eliminarlo de su vida.
Esta vez quiero hacer las cosas bien... o al menos aparentarlo. Quiero conquistarla, que se enamore. Pero no solo por ella. Esta empresa debe ser mía.
Un imperio como este no puede estar en manos de una mujer.
Fue construido por un hombre, y así debe seguir. Ella dirige con emociones, impulsos… Yo usaré estrategia.
El momento se acerca. Y esta vez, no fallaré.
Asistente Kassy
Hoy es un día importante para la empresa. Nuevos candidatos llegarán y, como siempre, Lara lidera el proceso.
Mientras escuchamos los nombres de los seleccionados, alguien entra inesperadamente. Un chico guapo, debo admitir. Interrumpe a Lara justo cuando hablaba, pero algo extraño ocurre...
Ella lo mira y, sin decir palabra, se desploma al suelo.
Corro hacia ella, pero Aiden llega antes, la toma en brazos y salimos corriendo del edificio. La metemos en una ambulancia. Estoy confundida. Lara es fuerte, nunca había sufrido un desmayo así. ¿Será estrés? ¿Cansancio?
Aiden quiso subir a la ambulancia con ella, pero no lo dejé. Alguien debía quedarse en la empresa, y él es el vicepresidente. Ese es su lugar.
En el hospital
Le toman muestras de sangre. Estoy sentada, ansiosa. Aún no despierta.
Minutos después, por fin abre los ojos. Respiro aliviada y salgo en busca del doctor.
Cuando entramos juntos, él tiene unos papeles en la mano y una expresión seria en el rostro.
—Ya sabemos por qué se desmayó, señorita Parisi. Está embarazada.
…
¿Perdón?
¿Embarazada?
Alguien que venga y me destape los oídos porque creo que no escuché bien. Lara… ¿embarazada?
Soy su mejor amiga, su asistente… y jamás la he visto con alguien. Vive en la oficina. No tiene tiempo ni para dormir, mucho menos para citas.
Estoy muda. No sé qué decir. Y si ella no dice nada, yo menos.
—Espero que esto quede entre nosotras —me dice con voz baja.
—Sabes que de mi boca no saldrá nada —le respondo, leal.
Mientras vamos en silencio, mi mente no para de dar vueltas. ¿Y si fue por el chico nuevo? ¿Y si lo conoce? ¿Y si por eso se desmayó al verlo?
Sí, tiene sentido.
Demasiado sentido.