El Hombre Que Más Odio

-calma Ximena tampoco soy un violador, ni que estuvieras tan buena, no lo vales chiquilla, pero más te vale que no me entere que te ves con otro hombre porque ya no tendrás tanta suerte- se  levantó de la cama y se fue al baño y se escuchó de nuevo la regadera, yo me levanté de la cama busqué en el armario una cobija y me acosté en el sillón era de dos plazas no cabía en él pero no me importo, ahí dormiría lejos de ese hombre.

Después de media hora salió y no dijo nada solo se acostó en la cama, yo me hice la dormida, tarde mucho en dormirme no sabía cómo lo vería a la cara al día siguiente después de haber tocado lo que toque, solo agradece que él no me obligara a nada más que en verdad no fuera tan cobarde, la pregunta era ¿cuándo tiempo voy a durar de esa manera? Debemos pasar 2 noches más aquí en esta habitación tendré la misma suerte el día de mañana, no supe a qué hora me dormí solo deseaba que esta noche no pasara mas cosas.

Al siguiente día cuando me levanté, él me estaba observando sentado en la cama –Buenos días- me indico y no le conteste que no quería hablar con él.

-Ximena contéstame, te estoy esperando para salir con el abuelo y como te dije ayer ni que estuvieras tan buena no vales la pena, así que no tienes nada que temer las siguientes dos noches estarás a salvo no podría tocar a alguien como tú, mi única condición será que duermas a mi lado no toleraría si el abuelo se llega a enterar que estás durmiendo ahí- dijo con cara adusta.

-veo que no eres tan cobarde como lo creía, pero no te preocupes no te acusare por tu comportamiento tan grosero con el abuelo sé que no puede hacer corajes, pero el sillón está muy cómodo no te preocupes estaré bien, además un hombre como tú no tiene palabra-

-¿qué intentas decir Ximena?-

-no intento decir nada, lo estoy diciendo un hombre tan canalla que recurre a la intimidación y a las amenazas no puede tener palabra y no es más que un pobre cobarde que no puede ganarse a una mujer a la buena y recurre a tácticas tan bajas eso no es un hombre-

-no me interesa lo que pienses de mi pero sabes tienes razón, las mujeres me sobran como para acostarme con alguien sin chiste como tú, así que te voy a demostrar que no tengo palabra y no lo hago por ti si no por el abuelo el me enseño que hay que respetar a las mujeres aunque sean unas libidinosas como tú-

-pues veo que no eres ni la sombra del abuelo –

-mira quien lo dice pero ya lo veras te lo puedo apostar de lo contrario te pagaré 5 millones de dólares, pero solo será válido estando en una habitación solos cuando estemos con el abuelo tú me tendrás que tratar de lo más cariñosa y dócil posible, para no tener una atmósfera fría con el abuelo y tendrás que besarme y abrazarme a cambio estando solos te dejare en paz que dices trato-

-no creo mucho en tu palabra- le dije con ira sin levantar la voz

-pues la tendrás que confiar en mí, después de todo no te queda de otra pero si tú no cumples tú promesa de ser cariñosa conmigo en el día con el abuelo yo no cumpliré la mía-

-y créeme solo lo hago por el abuelo porque tu no vales nada. Pero debo de tratarte como la mujer pura y casta que te cree el abuelo, así que agradece que intente ser amable contigo-

-bien pues ahórrate tu falsa amabilidad, mejor conservarla para el abuelo- lo miré con frialdad y me dirigí al baño necesitaba despejarme un poco para afrontar con la mejor amabilidad al abuelo y probar a este hombre.

Al salir del baño ya cambiada ahí estaba él esperándome, al verme me regalo una sonrisa que no sabía cómo interpretar  luego mencionó –lista y recuerda lo que dije-

Yo solo asentí con la cabeza y me dirigí a la puerta el me alcanzo y me tomó de la mano al salir yo puse los ojos en blanco y no dije nada debería intentar la tregua que me estaba ofreciendo después de todo.

El abuelo ya nos estaba esperando para desayunar, la plática en el desayuno fluyó entre negocios y asuntos familiares triviales él nos indicó que tal vez regresaría con nosotros, pero que estaba a la espera del que el médico le indicará cuando se disponía a levantarse mencionó.

- a por cierto por la noche invite a unos amigos, es una cena formal por favor Ximena sé que no te gusta vestir glamurosa pero espero que me complazcas y te vistas como debe de ser hijo cómprale algo lindo a tu esposa por favor, es más voy a ir con ustedes no puedo caminar mucho pero puedo ir en silla de ruedas será divertido, alístense salimos en una hora- Tomas se apresuró a indicar al abuelo.

-discúlpame abuelo pero tengo un asunto algo urgente que tengo que lidiar con él, porque no salen ustedes- el abuelo solo asintió con la cabeza y se retiró a su cuarto y él se acercó a mí y me indico.

-vaya no solo yo creo que te vistes como vagabunda veo que el abuelo también le molesta, pero como dicen aunque la mona se vista de seda mona se queda y no creo que seas la excepción- dijo mirándome de arriba abajo y yo me levanté sin decir nada.

En el centro comercial el abuelo me llevo a una boutique de mucho renombre me enseñaron dos o tres vestidos extremadamente pesados los cuales rechacé sin querer medírmelos, me mostraron uno que no pude simplemente ignorar era hermosa nada que ver con mi personalidad, pero pensé porque no medírmelo era una vestido negro ceñido al cuerpo con una falda larga de encaje semitransparente, con escote de corazón con tirantes y espalda descubierta,  entre al probador con él al verlo ni yo misma me lo creía me veía realmente bien me gustaba como me resaltaba atenuaba mis senos y los hacia ver más voluminosos y en la parte de abajo mis piernas me las acentuaba muy bien sin parecer vulgar y sonreí maliciosa bien Tomas dices que soy una mujer sin chiste espera y veras pero más te vale que cumplas tu palabra.