La Protagonista Prefiere Escapar De La Trama.

El carruaje se dirige hacía el pueblo, dentro este y sentado frente a ella estaba el rubio con cara de pocos amigos. Todo indica que no le hace feliz el que haya sido obligado a acompañarla al pueblo, y no es como si a Aisha le diera tanto gusto ir con esa clase de compañía.

—¿por qué no espero a que me vaya para ir al pueblo?— reclama.

—¡uy! Disculpa por hacer que te veas obligado a ir un pueblo de plebeyos, señor príncipe.— se burla.

—el problema no son los plebeyos, el problema es que corro el riesgo de ser atacado por cierta pervertida.— se burla.

—entonces deberías tener las pelotas para decirle a tu abuela que no quieres acompañarme, ¿no?, ya estas grandecito para decidir por ti mismo.— le saca la lengua.

—pero que vocabulario más vulgar, ¿de verdad eres hija de un conde?, suenas más a delincuente.— le responde.

—larga historia, si te dijera todo, no me creerías, en fin, deberías quitar esa cara de amargado, con suerte de encuentras una linda elfa que te quite lo enojon.— sonríe con burla.

Helios solo la mira con ganas de quemarle el cabello.

Esta vez si Aisha si logro llegar al pueblo, así que bajo del carruaje feliz, dando unos saltitos de emoción al ver el mercado al final de la calle, sin pensarlo, se colgó del brazo del rubio para arrastrarlo hasta los puestos, siendo seguidos por todos los guardias que han ido con ellos.

Aisha se detiene en un puesto de joyería, aunque no son joyas reales y son solo piedras, ella compra algunos adornos para el cabello.

—¿para que tanto adorno de cabello, si casi no tiene cabello?— pregunta con una sonrisa burlona.

—son para usted muñeca, le haré trencitas y le pondré un vestido rosa.— responde haciendo un guiño.

Los guardias apenas y pueden aguantarse el no reír por la respuesta de la joven. Helios observa a Aisha, no era común ver a una mujer con el cabello tan corto, al punto de que, hasta su nuca era visible.

—siendo así, me vería más lindo que usted.— se encoge de hombros.

—que ego se carga.— gira los ojos.

ya que le han empacado los adornos para cabello, le da la caja a uno de los guardias, su siguiente parada es un puesto de dulces, también compra una variedad de ellos, siendo otra carga para los guardias, al pasar los minutos, cada chico de la guardia, llevaba un par de bolsas o cajas.

—si que sabe gastar dinero, pero no veo que lo produzca.— le reclama Helios.

—¿y qué?, no me mantienes, cuando lo hagas, quéjate todo lo que quieras, andando Legolas, vamos a la boutique.— le ordena.

—le he dicho que me llamo Helios.— reclama.

Aisha llega a una de las boutique, al entrar pide que le dejen ver los vestidos más sencillos que tengan, pues quiere algo cómodo, elegante y que le sea fácil moverse, además como vivirá un tiempo en ese lugar, no es necesario verse tan elegante y lujosa todos los días. Aisha paso a ver los modelos que tienen en los catálogos, ordenando los que a ella le parecieron los más adecuados.

—¿no es eso demasiado simple para una noble?— pregunta el rubio.

—no lo sé, yo solo busco comodidad, además son lindos.— responde Aisha.

Helios solo se queda en silencio, al principio, cuando Olive hablo de sus nietas que vivían en la capital, imagino a dos chicas engreídas, pero, por lo visto, al menos una no lo es, en cuanto a la otra, quizás si lo sea, incluso suena a que es ambiciosa y envidiosa, ya que se metió con el prometido de su hermana menor, al menos, eso es lo que Olive contó.

—para haber sido dejada por su prometido, no se ve muy afectada.— comenta el rubio.

Aisha detiene sus pasos, no creyó que incluso el elfo supiera del chisme, al parecer ya se propago por todos lados.

—no estaba enamorada, fue un compromiso hecho por muestras familias.— responde con calma.

—aunque sea así, cualquier otra joven estaría destrozada y humillada por romper el compromiso.— observa la reacción de la castaña.

—mmm...no me siento de ese modo, además la que esta siendo destrozada por la sociedad es mi hermana.— se encoge de hombros.— pero se lo merece por arrastrada.— ríe.

—parece que eso le divierte.— el chico muestra una expresión despreocupada.

—si, como ya dije, se lo merece.— que sufra por traicionera.

—no la culpo, no hay nada peor que tu propia familia te traicione, no merecen compasión.— responde.

—vaya, por primera vez estamos de acuerdo en algo.— comenta con cierto tono de burla.

Ambos salen de la boutique después de que Aisha hizo su encargo, ya el pedido será enviado a la mansión de su abuela cuando todo este listo. Ya que han estado caminando durante unas horas, Aisha invita a todos a comer en un puesto del centro, esto sorprende a los guardias, ya que los nobles no suelen hacer eso, pero la chica insiste.

—¿pedirá algo o no le gusta la comida de plebeyos?— pregunta con una sonrisa.

—sobre lo que escucho, ya le dije, fue para desanimarla y que no sea insistente.— reclama.

—si, como digas.— se burla. Aunque ella sabe, que el elfo hizo bien, pues tiene razón, hay chicas que cuando se les rechaza con amabilidad, siguen siendo insistentes.

Mientras esperan ser servidos, las jóvenes que pasan por el lugar o están comiendo en el mismo local, se dedican a admirar a Helios y también a los caballeros, ya que uno que otro, son de buen aspecto. Algunas chicas se acercan a los caballeros para hablar con ellos, al ser jovenes plabeyas, a ellas no les importa si son juzgadas o no, por hablar con un hombre.

En cuando a Helios, atrae miradas, pero al estar en la misma mesa que Aisha, nadie se acerca. ¿Quien lo haría?, podría ser un hombre casado o comprometido.

"La belleza de los elfos es única"

"Que mujer tan afortunada, yo también quisiera una pareja así."

"Es tan bello, y su cabello, como quisiera tocarlo."

—mmm...chico popular, ¿eh?, si ellas supieran lo amargado que es, se les arruina su fantasía.— murmura Aisha.

—¿amargado?, solo usted y mi abuela piensan así.— sonríe.— si yo quisiera, me llevaría a cualquiera de esas chicas a la cama.— presume.

—adelante, vaya, nadie se lo impide, vaya a divertirse.— responde Aisha.

Aisha sabe que Helios solo lo dice para molestar, pues en la historia, el chico fue descrito como alguien que solo puede entablar una relación si hay sentimientos, no va de mujer en mujer, eso no quiere decir que no haya tenido pareja, la tuvo, pero esa mujer solo quiso casarse con él por estatus y cuando tuvo la oportunidad, intento meterse con el príncipe heredero, quien la rechazo y encima le hizo saber a Helios sobre las intenciones de esa mujer. Eso si son hermanos, no como la que le toco.

—no me interesa ninguna.—

La comida es servida, así que Aisha procede a degustar de su deliciosa sopa, pero, repentinamente se escuchan gritos cerca, y una multitud corre hacía donde ellos estas, los caballeros de inmediato se ponen en guardia, al igual que Helios y Aisha, quienes van en dirección contraria a las personas.

—no vaya, es peligroso.— la sujeta una mujer.

—¿que cosa?, ¿que esta pasando?—

—es un demonio...un monstruo...se devoro a un hombre.— grita la mujer.

Esta sigue corriendo, mientras que Aisha voltea hacía Helios, quien también parece confundido por lo que escucharon.

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