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SOLO TE AMARÉ A TI.

SOLO TE AMARÉ A TI.

Status: Terminada
Genre:Reencuentro / Dejar escapar al amor / Matrimonio arreglado / Venderse para pagar una deuda / Completas
Popularitas:231k
Nilai: 4.6
nombre de autor: Regina Cruz C.

Me preguntó si hay en el mundo una mujer que no me de dolores de cabeza. Una mujer que nunca desarrolle sentimientos por mi, una mujer que entienda la diferencia entre sexo y amor. Si la hay me encantaría conocerla. Hacerla mi amante y disfrutar la compañía sin compromisos.

¿Dónde encuentro una mujer así?

NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

En las buenas y malas

Dylan.

No quería que ella supiera, se lo mucho que me ama y lo mucho que le va a doler verme morir. Elegí mentirle para que me odiara, así tal vez podría amar a alguien más. Me lastimaba en el alma cada maldito día que ella iba a verme para exigir respuestas.

No tuve el valor de abrirle ninguna de esas veces. Hasta ese día en que amenazó.

Flashback.

— Dylan no me iré si no abres la puerta. — Cada toque me lastimaba. Quería abrir y decirle que estoy enfermo, decirle que la amo y que jamás la he engañado. Pero en lugar de eso.

— Te dije que no me molestes. Vete. — Pedia al cielo que me hiciera caso. No puedo ser tan egoísta, no puedo pedirle que se quede a mi lado y me vea morir. Sería traumático para ella. Quizás nunca podría amar, por miedo a perder nuevamente a ese hombre. Yo ya no tengo esperanza, debí venir antes al hospital, me confíe, me sentía fuerte como un roble, jamás pasó por mi cabeza que una maldita enfermedad estaba dentro de mi cuerpo. Matando mis defensas y haciéndome trizas.

— No. No me importa lo que digas no me iré. Te amo. — Las lágrimas brotaban de mis ojos cómo manantiales.

— Yo a ti no. — Me lastimo más decirlo que a ella escucharlo. He amado a esa mujer desde el primer día que la vi, ella piensa que fue cuándo la rescate del balón que iba a su cabeza, pero no, yo la había visto desde dias anteriores. La seguía cómo un cachorro a su dueña, y ese día fue el momento perfecto para acercarme. Para buscar la oportunidad de tener algo. La amo. La amo más que a mi propia vida. Por su bien es mejor que me odié.

— Mentiroso. Tú me amas. Dime la verdadera razón para terminar conmigo. ¿Estás enfermo? ¿Es eso? — Carajo, ella me conoce más que mi propia familia, ella sabe que no me alejaría sin una buena razón. — Amor si estás enfermo no me importa. Estoy dispuesta a cuidarte hasta que te recuperes. — Mas lágrimas bajaron por mis mejillas. Soy tan afortunado de tenerla. Y ella tan desafortunada de tenerme. — Estaremos juntos siempre. ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas nuestra boda? Nos juramos amor eterno, nos juramos estar juntos en buenas y malas, nos juramos fidelidad, lealtad, nos juramos nunca mentir al otro. Dylan nunca nos hemos mentido. ¿Por qué empiezas ahora? Yo sé que me amas. Ese amor no se pudo terminar en unos días. — Mi amor por ella terminará el día que muera, y por esta maldita enfermedad, ese día está muy cerca. — Abre o te juro que soy capaz de tirar la puerta.

— ¿Quién eres tú? — Escuché la voz de mi doctora, la había llamado desde que escuché a Esther llegar. Tenía que buscar la manera de alejarla, y ésto fue lo único que se me ocurrió. — ¿Eres su ex? — Se rio. — Por favor deja en paz a mi novio. Entiende que ya no te quiere. — Era el momento de actuar, limpie mis ojos lo mejor que pude y salí, me destrozo verla así de triste, pero luego pensé que esa tristeza no se iba a comparar con lo que sufriría después de mi muerte, me obligue a ser fuerte y darle una mirada fría. Bese a la mujer al lado mío, no sentí nada, absolutamente nada, me obligue a soportarlo, es por el bien de mi amada.

— Ella es mi novia. ¿Ya te quedó claro por qué te deje? — Me dió una bofetada. Me la merezco por hacerle daño. Ódiame Esther. Sólo así no sufrirás por mi.

— No quiero volver a verte. Nunca. ¿Entendiste? Nunca, si un día te arrepientes de lo que me hiciste no te atrevas a buscarme. Ya no estaré disponible para ti. — Ojalá tuviera esa posibilidad. Dios me la quitará en unos meses. O quizás en menos de eso.

Mi situación empeoró cada día. Sólo recuerdo desmayarme y despertar en el hospital. La semana siguiente me quitaron el cabello y empezaron mi tratamiento, mis padres se enteraron y vinieron a apoyarme. Preferiría tenerlos lejos. Ellos nunca aceptaron a Esther, me quitaron todo apoyo económico cuándo empecé mi relación con ella. Me costaba pagar la renta, pagar mis alimentos, ella me ayudó en varias ocasiones, ha estado conmigo en buenas y malas. Quería ser un arquitecto famoso, quería volver a tener el estilo de vida al que renuncié para estar a su lado, quería casarme con ella, tener hijos con ella, darle una vida de reina, ahora ni siquiera puedo ofrecerle amor. No puedo ofrecerle nada.

Cada día era un infierno, la oscuridad parecía cada mañana, mis ganas de vivir ya no existían. Hasta que apreció ella. Justo a mí lado, pensé que la estaba soñando, no era la primera vez que la soñaba, eso sueños mantenían un poco mi alegría. Iba a morir pensando en ella, pensando en los momentos maravillosos que compartimos, nuestro primer beso, la primera vez que la tuve en mis brazos, nuestra boda falsa, el viaje en crucero. Eran tantos buenos momentos que podría hacer una película de 1000 horas. Casi podría decir que nuestra relación era perfecta, de no ser por una que otra pelea. Qué en su mayoría eran culpa mía.

No puedo hacerle esté daño. No puedo.

— Vete de aquí.

— Ya te dije que no. Sácame si quieres.

— Pediré que te saquen.

— Puedes pedir que me saquen de la habitación, pero nadie me sacará de tu vida, y mucho menos de tu corazón. — Eso es verdad, moriré amándola. Y dudo renacer y amar a alguien más. — Así cómo nadie podrá sacarte del mío.

— Vete de aquí. — Le di la espalda. No puedo verla, sería débil. Ella me abrazó y me hizo ser todavía más débil.

— No me voy. Y hazle como quieras. Si me sacan volveré a entrar. No me importa si tengo que escalar el edificio, voy a venir. — La conozco perfecto, es capaz de hacer esa locura.

— ¿Por qué eres así? — No quería llorar delante de ella, pero sus acciones me tenían demasiado conmovido. — Aléjate. No soy una buena compañía. — Ella pego su cabeza a mi pecho, mi corazón late tan fuerte cómo la primera vez que la vi.

— En las buenas y malas. En la salud y la enfermedad. ¿Lo olvidaste? — ¿Qué hice en mi vida pasada para merecer una mujer así? ¿Qué carajos hice? No me lo explico.

— No fue una boda de verdad. — Aunque significó mucho para mí.

— Para mí lo fue. — Tomó mi mano. — Estaré contigo hasta que la muerte nos separe.

— Esther vete. — No tengo la fuerza suficiente para alejarla. Es ella la que debe ceder.

— No me voy. — Se aferró a mi pecho. — Tú no quieres que me vaya. Lo sé. Lo veo en tus ojos. Me quieres aquí. Quieres que yo esté contigo. Quieres pasar estos momentos conmigo. Yo sé. — Maldita sea, tenía razón. Pero con esta apariencia no quería que me viera ni mi peor enemigo.

— Esther.

— Cállate. — Puso su dedo índice sobre mis labios. — Nunca te dejaré.. Nunca dejare de amarte. Incluso si mueres no seré capaz de amar a otro hombre. Tu eres dueño de todo mi ser. Eres dueño de mi alma, de mi cuerpo, de mis latidos. Sólo te quiero a ti, sólo te amo a ti. No te atrevas a morir antes de mi. Se fuerte para mí. Por favor.

Eso era lo que más quería. ¿Pero cómo lograrlo? Mi enfermedad no tiene cura.

1
Sandra Ramirez
que tipo tan irrespetuoso, parece todo menos médico, cero tacto y a parte maleducado, como contesta parece cualquier cosa, que tipo pedante
Sandra Ramirez
este capítulo me parece vergonzoso. si mal no leí, el médico le pidió sangre de un familiar. acaso no tiene padre y madre?
con que necesidad meter al primo loco, patético este capítulo, nada que ver
Yailyn Alba Lezcano
q me perdone la escritora pero esto parece un círculo vicioso
margui
que necedad de acordarse del muerto!
Yailyn Alba Lezcano
aaá pero es q el solo Caba su propia tumba
margui
que arrastrada! le están diciendo que se largué y sigue de ofrecida!
Lurdes Ruiz
gracias por escribir, muy bonita
Rosa Elena Rodríguez López
más triste, es que ese amor se muera en un instante, ella tiene la oportunidad de ir despidiéndose poco a poco...
Hilda Cabrera
es verdad Regina Cruz, además dale un respiro a Esther incluso haz permitido que la maltrate física y emocionalmente, luego en el último capítulo x obra y gracia de tu ingenio y tus lápices. Pum!;; enamoradisima del desgraciado...
Hilda Cabrera
autora cuando le vas a dar un respiro a Esther?
Rosa De la Hoya
Ni así cambia ese tipo
caro
cualquiera 🙄 y la prima muy campante por ahí
Lotatrive Lopez
leucemia?
Nina🌹💜✨
Está enfermo 😷 debería decirle!
Hilda Cabrera
ves ahora a tu santo Diego, Nancy RoMo, y que me disculpen las otras Nancy, pero me acordaba del apellido de esta LOCA..
Hilda Cabrera
y así dice Nancy que Diego es mejor, más BRUTA NO PUEDE SER, Si es contigo Nancy.
Gómez Gumuz Pamelita
ya eres excelente escritora pero ya no más que ya es bueno que se descubra la verdad y que la protagonista abandone ese papel de eterna sufrida las mujeres superamos y avanzamos
Hilda Cabrera
carajo Nancy tu si que eres inteligente, no te das cuenta de las intenciones de ese desgraciado, él empezó todo con complicidad de la tal Cecilia prima de Esther, le pago al médico para la inseminación y le pagó para que cometiera perjurio, y tu te atreves a decir que el es mejor? que bolas las tuyas, parece , no estoy que naciste sin cerebro ni capacidad para pensar.. .que lástima.
Hilda Cabrera
el que merecía ser su pareja y padre de sus hijos eran Dylan, y desgraciadamente, y no se si por capricho la autora lo mató...
Hilda Cabrera
pues yo prefiero que se quede con Nathan y no con Diego, que todo lo hizo a propósito y por lujurioso,el y la flamante prima presos deben ir...
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