¿Eres víctima del destino? Quizás si, quizás no. Te convertiste en alguien que no reconoces y ahora solo buscas placer en lugares equivocados, tratando de cubrir tu dolor emocional con placer temporal, convirtiéndote en una mujer insaciable.
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Capítulo 11
-Quiero que consigas fotos, grabaciones del club donde ella baila, quiero que consigas todo sobre ella y sus clientes-
Arrancó la moto y salió del lugar. Se propuso destruir su reputación, acabaría con todo lo que tenía hasta dejarla miserable y suplicando por su ayuda
A la mañana siguiente Anne se duchó, preparo su vestuario, bastante casual casi deportivo y se sentó a desayunar en la terraza. Tenía la mirada perdida mientras bebía su chocolate caliente
-Desde ayer no quieres hablar, qué pasó con Luciano?-
-Ya sabes, tuvimos sexo...-
-Anne prometiste a Charles que canalizarias mejor tus impulsos-
-Jacson no eres mi padre ni Charles tampoco, estoy cansada! No porque me digan qué hacer significa que lo haré o que será fácil hacerlo...- Dejó la taza en la mesa y se puso de pie. Jackson tiró de su brazo y la sentó en sus piernas
(Si tan sólo te gustarán las mujeres...)
Él tiernamente acaricio su cabello y ella sintió desplomarse en sus brazos. Las lágrimas salían de sus ojos como un manantial fluido -No puedo Jacson... No quiero-
-Amor entonces quieres vivir así? Hundida en la autoflagelación?-
-No es autoflagelación...-
-Tienes sexo con cualquiera que te lo ofrezca, te dejas maltratar en el acto, golpear, una vez casi mueres ahorcada en el club si no es porqué llego... de verdad no es autoflagelación?-
-Ya... Para- Jacson no siguió metiendo el dedo en la herida, solamente abrazo fuerte a su amiga mientras la consolaba. Él también sentía su corazón estrujado cuándo ella sufría, era su mejor amiga, como una hermana para él.
-Qué quieres hacer hoy..? No tienes que hacer nada si no quieres, puedo encargarme de ir a la tienda, verificar que todo vaya como siempre y traerte comida deliciosa-
-Eso estaría bien... Quizás vaya al Club-
-Al Club no, Anne por favor, cerraré Saturno si es necesario, no te quiero ver allá hasta que estés bien-
Jacson la veía con ojos de amor, era como su hermano mayor pero ante ese sentimiento ella a veces se sentía abrumada al recordar a su hermano muerto
-Esta buen... -dudosa - te dejaré a cargo de todo- Se tumbó en el sofá y empezó a cambiar canales en la televisión. Jacson se dió media vuelta, tomó sus cosas y salió despidiéndose alegremente de Anne, seguro de que por fin había conseguido que ella se relajara
Al cabo de unos minutos Anne corrió a su habitación, busco entre sus cosas algunas prendas de ropa y las metió en un bolso de mano, tomó las llaves de su automóvil y salió. Se iría unos días lejos de ese lugar, la ansiedad acabaría con ella y seguro haría alguna estupidez si se cruzaba con algún hombre.
A las afueras del edificio, Alonso esperaba paciente los movimientos de Anne. Siguió su auto cauteloso apenas este inicio la marcha. Él la acechaba.
Estaba cayendo el atardecer, Anne ya había llegado a la costa de Alicante, tenía 5 horas manejando, durante el camino se detuvo por algunos bocadillos, alcohol y artículos personales que ocuparía mientras estuviese en la costa. Apagó su teléfono y lo dejó en el auto. Aparcó en una posada a orillas de la playa
-Por favor, tiene alguna habitación con vista al mar?- Un hombre mayor de aproximadamente 60 años atendía el lugar, con una presencia muy amable respondió a su solicitud
-Por supuesto, hay una bonita habitación con vista al mar. Cuántos días se quedará?-
-Maximo 3 días... Quizás 2, no estoy segura aún- Anne se encogió de hombros y paso al hombre su tarjeta bancaria para que cobrase su hospedaje. En los minutos siguientes después del registro, esté la guío a su habitación y ella se encerró.
Dejo caer las bolsas en la cama, se acercó con emoción al balcón de la habitación, corrió la puerta de vidrio y respiró profundamente
-Que hermosa vista...- Pensó en lo mucho que a Jacson le hubiese gustado el lugar. Durante el camino le dejo un mensaje explicando que necesitaba tiempo a solas y que iría a algún lugar para relajarse.
Abajo en la recepción, un Alonso obsesionado se registraba en la misma posada, pidió una habitación continúa a la de Anne justificandose en que también quería vista al mar. Subió a ponerse cómodo y dejo la habitación en silencio atento a los ruidos que escuchaba de la habitación de Anne.
-Este atardecer en la playa es perfecto para beber hasta desmayarse- Decía la pelirroja mientras bebía directo de la botella de Vodka. Sacó algunos bocadillos y se tumbó en una de las sillas reclinables.
Ya había caído la noche, Anne tenía al menos 2 horas tomando, ebria y tambaleante, se puso traje de baños y bajó con la botella en la mano caminando directo hacia el mar, reía mientras lágrimas caían por su rostro, recordaba a su familia, a Alonso y su fracasada relación y cómo a lo largo de estos años había dañado su vida, lo único que tenía era la boutique a costa de los esfuerzos de sus padres en vida.
El cielo estaba estrellado y la luna en su esplendor,
Alonso miraba a Anne mientras jugaba a la orilla del mar, salpicaba con sus pies cayendo en sus nalgas, esperaba unos minutos y repetía el juego.
Sentía rabia ver cómo reía y disfrutaba sin él, ante sus ojos, ella era una mujer desalmada que solo buscaba hombres para su placer jugando con los sentimientos de sus víctimas.
-Maldita seas Anne... Te haré pagar haberme dejado-
Dispuesto a enfrentarla, bajo en busca de ella.
Al llegar a su lado, la abrazo por la espalda -Sorpresa-
El cuerpo de Anne se paralizó al reconocer la voz de Alonso
-Qu... qué haces aquí Alonso? Cómo me encontraste?-
-El destino mi amor, no sabía tampoco que estarías aquí, te reconocí de espaldas y por eso me acerque... Vine a distraerme, no soporto no tenerte y Dios me premio mandándote a mi-
-Tss que Dios ni que nada Alonso, esto es una mala casualidad- Lo empujó zafandose de su agarre
-Amor hasta cuándo me trataras así?- Anne no pensaba muy bien en lo que hacía y escuchaba de Alonso, el alcohol hacia estragos en ella
-Shhh Alonso cállate, no quiero verte ni escucharte...-
-Claro que si mi reina yo te amo y tú a mí tambien-
-Que no! Yo no te amo, además ya no somos nada quitate- Seguía empujando a Alonso en cada cercanía
Alonso la sujeto de los brazos y la beso a la fuerza, empujando su lengua entre los labios de ella quien en respuesta abrió su boca y mordió su lengua haciéndole sangrar
-Que NO!- Volvió a empujarlo
-Maldita... Sea- Pensó por unos segundos- Anne por qué me rechazas así?- Estaba perdiendo la paciencia pero no se dejaría llevar por su rabia, tenía un objetivo en mente
-Vamos a intentarlo de nuevo por favor amor...-
Escritora la insto a darle Anne un nuevo libro y una con la hermana de Luciano.