Ariadne Una Reencarnada Diferente

Al día siguiente los duques de Mortimer, se habían ido, por lo que Ariadne aprovechó de salir de la mansión…

Ariadne: Padre, puedo vender mi ropa, y comprarme ropa nueva… todo nuevo

Lord Fitzroy: hija ¿Por qué quieres venderla? Puedes comprarte todo lo que quieras… sabes que siempre te lo he ofrecido todo, pero nunca quisiste gastar en cosas para ti...

Ariadne: lo sé…

Lord Fitzroy: llevaras a las otras señoritas a comprarles cosas también.

Ariadne: ¡NO!

Lord Fitzroy: esta bien… es que a veces, solo les comprabas a ellas…

Ariadne: padre, ¿estaría mal si dejo de ser amiga de Gianna y Zoey?

Lord Fitzroy: por supuesto que no, es tu decisión… pero, ¿Por qué? ¿paso algo?

Ariadne: no, nada… solo preguntaba…

Lord Fitzroy: mañana viene el joven Astor, a su visita semanal, por el compromiso…

Ariadne: entendido…

Lord Fitzroy: ¿tocaras el piano?

Ariadne: ¿Qué?

Lord Fitzroy: las otras veces, mientras él viene, te sientas a tocar el piano para él…

Ariadne: jajaja no lo creo… pero, ¿seguro no hay problema si gasto mucho dinero?

Lord Fitzroy: por supuesto que no, hija mía, usa todo lo que necesites…

[wow, empezamos muy bien… muhahaha… la niña del espejo… o sea, la Ariadne original, necesita un fashion emergency…]

Ariadne fue llevada en un elegante carruaje al pueblo… allí recorrió varias tiendas y eligió varios vestidos e incluso hablo con la modista sobre el diseño de algunos…

Ariadne: ¿me puedo llevar este vestido puesto?

Vendedora: por supuesto… ¿quiere ver algunas joyas?

Ariadne: está bien…

Ariadne había reemplazado su ropa de niña de colores naranjos y vuelos, por un hermoso vestido beige, con un pronunciado escote, el cual disimulo con un hermoso collar con una piedra tan azul como sus ojos y lo complemento con un sombrero de flores… se veía realmente hermosa…

- ¿Por qué no nos dijiste que vendrías de compras? ¿Qué te crees?

- ¿Por qué te vistes asi? Te ves ridícula…

Ariadne: Gianna y Zoey… están aquí…

Gianna: carga nuestras bolsas, nos compraras cosas…

Ariadne: No, no lo haré

Zoey: ¿Qué dijiste?

Ariadne: no les comprare nada.

Gianna: le diré a mi hermano que eres una egoísta

Ariadne: has lo que quieras.

Zoey: ¿Qué te pasa? ¿Por qué respondes?

Gianna: se supone que somos amigas, debes comprarme cosas…

Ariadne: señora vendedora, ¿Cuándo fue la ultima vez que mis amigas me compraron algo?

Vendedora: eh…

Ariadne: lo ven… si ustedes no me compran nada, ¿Por qué debería hacerlo yo? no se supone que la amistad es algo mutuo…

- Es cierto lo que dice Lady Ariadne…

Gianna: hermano…

Zoey: Joven Cedric…

Cedric: además Gianna, tu puedes usar tu propio dinero…

Gianna: es que…

Ariadne al ver a Cedric, quedo hipnotizada, realmente era un hombre bello, alto, hombros anchos, cabello castaño claro, ojos verdes, una hermosa mirada, y se le formaban unos hermosos hoyuelos en las mejillas… asi, que tosió un poco, para salir de su ensoñación…

Ariadne: cof, cof… señora vendedora, no me respondió… ¿Cuándo fue la última vez que mis amigas me compraron algo?... nunca cierto… y que yo les compre algo…

[jajaja el rostro de las víboras, jajaj ¡dios debería tener una cámara]

Vendedora: cada semana…

Ariadne las miro sonriente, como ellas bajaban su mirada avergonzadas.

Cedric: lamento mucho, todo eso lady…

Ariadne: bueno, me retiro, permiso señoritas, joven Astor… señora vendedora por favor, envíe todo a la mansión Fitzroy.

Vendedora: por supuesto mi lady.

Todos se sorprendieron al escuchar a Ariadne, llamarlo joven Astor, ya que era conocido por todos, que ella generalmente, solamente lo llamaba por su nombre…

Cuando Ariadne llego a su casa, sacó toda su antigua ropa y se la entrego a su nana, para que la regalara…

[¡uy! Cuanto disfrute de sus caras sonrojadas por lo de la ropa, jajaja, pero, eso es solo el inicio… un 1% de todo lo que pasaran las víboras esas… sé que intentaran vengarse… pero, muhahaha están locas, si creen que podrán conmigo… ahora niña del espejo, mira que linda te ves… eres hermosa… es una pena, que no hayas podido ver todo esto…]