CAPÍTULO 3

Mis padres.

Antes de que mi padre dejara nuestro hogar, yo iba al jardín de infantes a unas cuatro cuadras de casa, me sentía feliz como cualquier niño/a ya que ambos me llevaban, al poco tiempo ya no eran sólo ellos dos, eran tres quienes me acompañaban al jardín, yo iba de la mano de mis padres y en uno de mis hombros iba Polye una catita verde que mi tío paterno de nombre Franco me había regalado para mí cumpleaños, pero Polye no era un lorito cualquiera éste hablaba, no se volaba por qué tenía las alas cortadas, y en el camino el se dedicaba a morderme uno aritos abridores que usaba a esa edad, eran dorados con una piedrita rosada.  Al llegar los niños que eran mis compañeritos se enloquecían con Polye todos lo querían tener y mi pobre lorito se ponía nervioso cuando todos se les avalanzaba y les tiraba el picotazo sin lastimar a ninguno sólo yo podía agarrarlo y tenerlo….amaba a ese loro, generalmente se peleaba con Pedro el loro del vecino que también hablaba Polye repetía lo mismo que Pedro y éste se enojaba…nos hacían el día.

Mis padres se separaron cuando yo tenía cuatro años de edad, mi madre trabajaba haciendo changas de  costura, trabajaba en un taller textil a unos 45 minutos camino desde casa, al principio iba con ella porque no había quien me cuide, hasta que un día mi hermano Dylan quien tenia dieciocho años pero no llegó sólo, llegó a casa con Samantha Ríos su mujer quien es veinte años mayor que él.  Dylan era alto, delgado, cabello largo ondulado color castaño, y ojos verdes. Samantha era alta, pero solo porque usaba tacos, cabello castaño con rulos y ojos color avellanas, siempre vestía elegante como para salir y siempre estaba  maquillada.  Ellos hablaron con mi madre no se de que y al poco tiempo mi hermano y Samantha estaban viviendo en casa, mi madre se iba al taller y ella se quedaba conmigo y mi hermano volvía recién a la noche luego del trabajo. Para cuando mi madre llegaba a la tarde yo estaba aceada,  peinada, y perfumada todos los días, con el tiempo le pregunté a Samantha si podía llamarla “mamá” porque ella siempre estaba conmigo, me cuidaba, era muy agradable estar con ella, a medida que pasaba tiempo con Dylan él era todo para mí, mi hermano y mi amigo,  cuando él estaba conmigo jugábamos juntos con una pelota de básquet que me había regalado, me tomaba de un brazo y una pierna y me mareaba. Al tiempo mi hermana Marcelina llegó a casa, ahí fue cuando la conocí, tenía 16 años, era de estatura baja, rellenita, cabello corto color pelirrojo  y hermosos ojos azules..

Dijo que hacía tiempo estaba buscando a mi madre, esto es mucho antes que conozca a Rodrigo. Mi hermana vivía con Sara Durán su abuela paterna, y un día se escapó de donde vivía y fue en busca de mi madre, desde entonces ella comenzó a vivir con  nosotros también.

Pero a medida que iba creciendo iba sabiendo cosas de mi madre.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play