capítulo 5

-si ve abuelo, él es un odioso, siempre me anda diciendo tonta, no quiero volver a verlo en mi casa, le hago muecas.

-Jajajaja, si yo vengo a esta casa es porque mi abuelo me obliga o Arion me llama para que venga a jugar, no por que venga a ver a una niñita, llorona y fea como tú.

-Al escuchar las palabras del tonto ese, sabía que era el momento exacto de vengarme y hacer que lo regañaran, entonces me puse a llorar.

-Si ves abuelo, como me trata Maximiliano, él siempre es así conmigo y me dice que soy fea, tonta y que estoy gorda wau, wau, (ahora si me las vas a pagar mocoso, me decía a mí misma sin dejar de llorar)

-Ya Maximiliano, no le digas esas cosas a Alessia, mira que la hiciste llorar, estarás castigado una semana sin poder jugar video juegos.

- ¿Y por qué abuelo?, no ves que ella lo hace solo para que me castigues.

Ya dije basta Maximiliano no me hagas quitar la correa, porque no será en vano.

-Y así, logre mi cometido Jajajaja. Haciendo que el abuelo Naun lo reprendiera.

Como este hubo muchos más incidentes, siempre me salía con la mía, quien lo mandaba hacer tan odioso conmigo a diferencia de su hermano y su primo que siempre me trataban bien.

A veces, se me era difícil diferenciarlos, por ser gemelos eran idénticos, solo que Maximiliano cargaba consigo un anillo, que era algo que solo heredaba el siguiente sucesor de los secretos que cada familia tenía al momento de la producción del vino.

Nuestra niñez se pasó entre risas y juegos nadie sabía sobre el dichoso matrimonio que nuestros abuelos han pactado y por un lado era bueno, no se sentía la presión de escoger a ninguno.

El tiempo pasaba volando y con ello los años e íbamos creciendo, yo ya era casi una señorita al igual que los mis hermanos, así era como me refería a los cuatro caballeros que siempre estaban conmigo.

Eran vacaciones de verano y acabo de cumplir mis 15 años y ya mi cuerpo era el de toda una señorita y los regalos y cartas de amor me empezaban a llegar, aunque mi colegio fuera de solo señoritas, al lado estaba el de los hombres y al salir y entrar a la escuela veía uno que otro chico guapo y uno que otro me invitaba a salir al parque o a comer un helado, algo que en rara ocasión podía hacer, pues mi abuelo siempre estaba a tiempo para recogerme.

Una que otra escapada eran las oportunidades que tenia de conocer amistades y mis tres mejor amiga, Carla, Samanta y Cleo, siempre era quien me ayudaba a escaparme del control de mi abuelo, menos mal esos cuatro estudiaban bien lejos o de lo contrario sería imposible salir.

En vacaciones habíamos planeado ir juntas algún lugar, cosa que sería imposible, mi familia ya tenía organizada una salida con esos cuatro y también mi abuelo, mi madre y la señora Mariam, pero, iba a incluir a mis tres cómplices quienes les pasaron la información a 4 amigos suyos entre ellos a Alexis Moraitis, quien era el hijo del dueño de una empresa de construcción en la ciudad de Tesalia y este era su único heredero, además de ser hermano de Cleo.

A él lo había conocido una vez que me dejaron ir a la casa de Cleo hacer unos trabajos del colegio cosa que a mi abuelo no le gustaba mucho, pues Alexis era mayor que yo solo dos años, era alto, de cabello lacio y negro, ojos color marrón y tez blanca todo un ejemplar de su espécimen y lo mejor yo le gustaba y el a mí.

Cleo me había pasado varios mensajes suyos, mis padres no me permitían ni tener celular aun, cosa que me daba coraje, pero ya pronto saldría de su control y me iría lejos a seguir mis estudios.