En el palacio

El pánico se había apoderado de Yuki, su madre quien fue la primera en bajar no entendía el comportamiento de su hija, pues quien no tendría miedo si en la entrada estaba la emperatriz con una cara que espantaría a cualquiera y a su lado estaba el emperador con una completa seriedad que cortaría en dos a quien lo miré.

Pero aunque ella nos los haya visto, la presión de estar apunto de entrar al palacio real la estaban intimidando .

Su madre al notar a la emperatriz asomó su cabeza hacia dentro de la carroza, con preocupación— Yuki, debes bajar ahora mismo, la emperatriz a salido a recibirte, no se la debe hacer esperar, ni a ella ni a su hijo —.

Ella seguía arrinconada en el fondo, su madre al afirmarle que estaba la tan temida emperatriz Fuing afuera esperándola apretó los dientes, de ella se rumoreaba que una vez casada, con astusia e inteligencia hizó azotar y expulsar a las concubinas de su esposo el emperador Gu por supuestamente ser insolentes con ella. No se podía cuestionar si fue cierto o no lo que ella afirmó ante su marido, pero tal hecho esparcio su fama como la única emperatriz que sacó a todas sus rivales del palacio .

La emperatriz estaba empezando a perder la paciencia, miraba con enfado a la carroza que contenía a su nueva nuera — ¿Que le sucede por qué no baja ?— estaba empezando a sentir insolencia de su parte al hacerla esperar— ¿Acaso no ve que estoy aquí ? —.

Hyeon quien estaba totalmente molesto a su lado ya no veía la hora de poder largarse de allí —Madre, bajará en cualquier momento,— la miró hacía su costado con una mirada fria — tengo cosas más importantes que hacer como para estar aquí perdiendo mi tiempo— Señaló.

La emperatriz le respondió sin quitar sus ojos de la carroza — Necesitaba ver qué tipo de mujer ha sido de tu agrado y para eso te traje a mi lado, para cuando esté delante de ella... — volteó sus ojos hacia Hyeon— pueda remarcarte algunas cosas.

Hyeon se puso un poco incómodo ante la mirada de su madre pero aún no quitaba su seño fruncido, no había encontrado en Yuki algo para hacerla su mujer, tan solo la acogió entre sus alas por lástima.

Mientras tanto ...

La madre de Yuki seguía insistiendo que bajará pero Yuki necesitaba tiempo, sabía cómo todo el pueblo que el emperador jamás elijo a ninguna de sus mujeres, temía no agradarle a su madre pues no le llegaba ni a los talones a las otras concubinas que si habían pasado por su aprobación, busco una excusa para cobrar valor — M-Madre, ¿y mis hermanos ? — Preguntó aferrándose a sus vestiduras.

Su madre miró a la carroza que estaba detrás, la que vino con ellos todo el tiempo, y vió que los sirvientes no dejaban que los niños bajasen hasta que la invitada de la carroza principal se dignara a bajar.

Hyeon notó que ya era mucha la espera y pensó para si mismo " ¿Que le sucede a esa mujer ? ", " ¿ Acaso estará atorada ?" . Miró a sus escoltas que lo acompañaban y los llamó con voz grave — ¡Soldados ! —.

Los hombres de uniforme y armadura fueron hasta él, agacharon su cabeza doblando una rodilla a tierra, esperando su orden.

— Vayan a ver qué sucede —dijo y los hombres de armadura se levantaron, y se fueron hasta la carroza. Esto notó la madre de Yuki y sintió escalofríos de aquellos hombres armados a filo de espada.

Volvió a asomar su cabeza hacía dentro de la carroza pensando que tal vez el emperador se había cansado y mando a traerlas .

— Hija, tus hermanos serán bajados después, vamos sal de ahí — una gota de sudor corría por su cara mientras sonreía con nerviosismo — que seré decapitada aquí mismo si sigues ahí dentro —.

Yuki miró detrás de su madre y vio a esos soldados venir por ellas, " oh, no, mando a sus escoltas " y agarró valor para salir temiendo que se haya enojado , los soldados al verla regresaron con su señor.

La niña de ojos avellana y de estatura pequeña ya estando abajo hizo una reverencia a lo lejos a sus majestades, Tomó el brazo de su madre y ambas caminaron hasta ellos. La emperatriz no perdía de vista a Yuki nisiquiera parpadeaba mientras agitaba su abanico, no decía lo que pensaba por qué la estaba analizando de arriba a abajo .Hyeon por su parte solo seguía en su misma postura conservando su seriedad para él verla de nuevo no significaba nada.

Cuando al fin ella y su madre llegaron a estar frente a frente con el emperador y la reina madre, ambas hicierón reverencia y no levantaron sus cabezas .

La emperatriz se acercó y levantó la cara de la pequeña tomándola desde el mentón, buscaba algo que haya llamado la atención de su hijo — hmmm— susurro, moviendo su mejilla de un lado a otro, — sin cicatrices, de buen aspecto — le hecho una mirada a su hijo, quien nisiquiera se digno a mirarlas, solo ponía su vista hacia adelante, y la emperatriz prosiguió — No es muy diferente a las que yo te envié hijo, solo que está es más joven, podría decir que las prefieres niñas (?)— levantó una ceja hacía él.

Y el enseguida mostró un leve sonrojo en su mirada sería apretó un poco sus dientes por la vergüenza que su madre le estaba haciendo padecer " Yo solo sentí lastima por ella " alegó en su cabeza.

La emperatriz luego de ver que logró su objetivo al ponerlo en vergüenza sonrió con malicia, se dió cuenta que el mentía en algo .

Miró a la pequeña y tocó sus caderas — Eres muy delgada y petiza, ¿ Cuantos años tienes ?—.

Yuki se sentía incomoda por sus toqueteos,— 14, s-su majestad p-ronto cumpliré 15 — respondió tratando de frenar su corazón que estaba alterado, se sentía como las vacas que ella y su madre examinaban antes de comprarlas cuando era niña .

Después de tocarla la emperatriz se alejó de ella — Espero que con esas caderas pueda dar a luz, es una muchacha muy débil — Mencionó con una mirada de desaprobación.

Hyeon miró a su madre fijamente — Bien, ¿estás feliz ?— Giró para retirarse, el no deseaba recibirla en persona — Ya conseguiste lo que querías—. mencionó mientras se retiraba.

Yuki subió un poco su cabeza mirando como el se retiraba, no entendió por qué le dijo eso a la emperatriz. Ella mientras tanto le daba órdenes a los sirvientes para que llevarán sus cosas y a su familia al lugar donde ellos se quedarían temporalmente hasta ser trasladados al palacio donde se quedaban los familiares de las concubinas .

Ya siendo libre de la emperatriz los sirvientes llevaron a Yuki al harén, donde normalmente se quedaban todas las concubinas de su majestad. Ninguna de ellas tenía palacios aparte, él no las consideraba en lo más mínimo, se quedaban todas juntas en el palacio principal como si fuesen consortes comunes.

Yuki entró a ese hermoso lugar donde la dejaron las sirvientas, plagado de almuadones y Almuadas por todos lados, mientras entraba podía escuchar el sonido de una de ellas tocando un arpa, vió en el centro un gran salón donde se escuchaba ese sonido y se encontró con una concubina practicando, ella se llamaba Maylin era de aspecto maduro y muy bella, su rostro mostraba benevolencia. Ella fue la única quien no se quejó con la emperatriz por no pasar una noche con su hijo .

Al otro costado estaba otra, tirada a lo largo en un gran almuadon, leyendo un pequeño libro, está se llamaba Akame está concubina estaba totalmente adornada de la cabeza a los pies, su aspecto mostraba seriedad. Mientras caminaba divisó después a una más mirando el jardín; está se llamaba Kumiko, ella no tenía más que cara de preocupación, , ¿y quién no la tendría ?, si el emperador no respetará las buenas intenciones de su madre las habría hechado hace tiempo, como lo haría cualquier otro.

Todas estaban en sus asuntos pero cuando vieron a la que tenía aspecto de sirvienta quieta como mármol en medio de la sala, se le quedaron viendo .

Akame fue la primera quién cayó en la idea de quién era, dejó su libro a un costado y sonrió maliciosamente. — Pero miren, quien ha llegado — se levantó y junto a Kumiko que la acompaño se pusieron frente a ella . Maylin solo se quedo observando de lejos.

Yuki veía sus majestuosos vestidos y sus peinados bien elaborados con pinzas de oro y adornos por doquier. Sintió asombro " Así que así son las concubinas reales " . Bajo la cabeza mostrando respeto — Hola, yo soy Yuki, espero que podamos llevarnos bien — dijo ingenuamente.

Akame y Kumiko, miraban sus prendas ordinarias y rotosas, soltaban risitas burlándose de la " elegida de el emperador ".

Kumiko la rodeó y Yuki sintió escalofríos por todas partes, ella la miraba con asco, sacó su abanico que estaba debajo de su maga y mientras miraba su cabello tocó con éste las flores rurales que adornaban su cabellera, no se atrevía a hacerlo con sus manos. Akame soltó una risa — esta es la que el emperador encontró mejor que nosotras — mencionó con sarcasmo al notar que adornaba su cabello con flores, en vez de hacerlo con pinzas y adornos de oro.

Kumiko se acercó a akame después de analizar su cuerpo — Casi no tiene busto, tiene tan poca carne, que no logrará motivarlo —.río con fuerza en el hombro de Akame, y a Akame también le causo gracia así que rieron juntas .

Yuki no se atrevía a mirarlas, pues había sido pisoteada, jamás en su vida tuvo enfrentamientos con nadie, no sabía defenderse. Al ver la incómodidad de la niña la concubina mayor sin decir nada se la llevó del brazo hacia el jardín que estaba afuera. Ella no mostró resistencia pues quería salir de allí y pedía a gritos que la tierra se la tragase.

Una vez en el jardín ...

La concubina Maylin resopló molesta por la actitud de las demás, sacó su abanicó y lo empezó a agitar, mientras que Yuki quedó maravillada por el bello jardín que tenía el palacio, observó las bellas flores todas de distintas formas y tonalidades, también notó el enorme árbol que había en medio del jardín el cual era el único, más lo lejos se notaba una gran laguna que tenía un puente hacia un bosque oculto,— Esto es hermoso ...— Dijo con asombro, ella amo ese lugar al instante.

— Me alegro que te guste, — Mencionó la mujer mayor —yo vengo aquí, cada vez que escapó de aquellas dos — resopló girando los ojos — No hagas caso de lo que ellas te digan, es un hecho que enterarse de que tendrían una nueva rival que pelearía por la atención de nuestro señor las dejo de más mal humor que de costumbre —.suspiro— El hace tiempo no escoge a ninguna, desde que pasamos la primera noche aquí — le remarcó.

Yuki hizo una mueca sin terminar de creer lo que oía, " Eso no debe ser verdad ,¿ Por qué no pasaría la noche con ellas ?, después de todo es un hombre cualquiera en su lugar lo haría " dijo dentro suyo.

La concubina Maylin notó que la niña no creía en sus palabras, y mostró una sonrisa pacífica — Créeme, no tengo por qué mentirte, después de todo yo no busco ser tu rival como ellas — cerró su abanicó, y prosiguió sin perder su sonrisa — yo estoy aquí por mi familia, asumo que tú también .

Yuki entristeció al recordar a su madre, padre y hermanos que dependían de ella. Maylin pudo ver qué al mencionarlos, sus ojos se llenarón de tristeza. — ¿Debió haber sido muy difícil para ti verdad ? —.

La angustia que reprimía Yuki ya no se podía contener, sus ojos avellana empezarón a sacar todo el lloro que se había estado aguantando . Maylin la sentó en los pastos verdes y la consoló como si fuese su madre .

— Tranquila, debes conbrar fuerzas, si muestras debilidad serás devorada en estas paredes—

Yuki río entrelagrimas — Estoy bien, solo me preocupaba eso de pasar las noches con su majestad— Se limpió las lágrimas— Pero por lo que veo no tengo por qué preocuparme —.

Maylin la miró extrañada — Yo no dije que no pasarías esta noche con él— dijo dejando como piedra a la niña — Yo dije que después de la primera noche no nos volvió a llamar, tu primera noche aquí tiene que ser con él, para así consumar el voto .— río por su ingenuidad.

Yuki sintió su corazón acelerarse al ver en su mente de nuevo a su señor, su rostro perfecto y sonrisa encantadora la pusieron roja como un tómate.

"¿ Mi primera noche con él, será hoy ? ". Sabía que al ser una concubina real implicaba complacer carnalmente a su señor pero no tenía tan presente que sería tan pronto en cuanto pisara él palacio .

Mientras ambas se quedaban en silencio en el jardín, entre los helechos de la laguna dos ojos amarillos destellantes escuchaban atentamente sus palabras.

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