Capítulo 2: *La historia Monterrey...*

...• TRES AÑOS DESPUÉS •...

CASSIE

Así pasaron los años y yo me volví más fuerte de lo que pensaba hacerlo, tras abrir varias empresa a nombre de Érika Benett y poder perfeccionar mí rostro, también aprendí a pelear y disparar a modo francotirador...

*Leo unos papeles y los firmo*– Esto ya está, María

– Bien, señora. ¿Necesita algo más? –*me pregunta*

– No, puedes retirar. Cualquier cosa te llamaré –*le sonrío*

– Claro, señora. Avíseme –*se va*

*Entra después de ella*– ¿Cómo está todo, prima?

*Me levanto*– Bienvenido, primo... ¿Cómo te fue en tu viaje de negocios?

– Bien, logré cerrar varios tratos. Todo gracias a tus consejos, Cassie

– De nada, además tu me enseñaste –*le digo abrazándolo*

*Sonríe*– No, yo solo te impulse, prima, tu seguiste caminando por ti sola

– Pero me guiaste y no me dejaste caer. Gracia por eso

– ¿Sabías que quien inicio el clan Monterrey fue una mujer? –*me mira*

*Lo miro sorprendida*– ¿De verdad?

– Así es. Te contaré la historia –*nos sentamos en el sofa*– Hace muchos años una familia de Italia venía a Estados Unidos, eran una familia grande, la pareja de esposos y siete hijos, seis varones y una preciosa niña... aunque aquí no les k

iba bien ya que estaban sumidos en la pobreza

– ¿Que paso después...? –*le pregunto curiosa*

– Un día, cuando ya era adolescente inteligente, valiente y sin miedo a nada, la única hija decidió salir a buscar trabajo, pero no encontró nada, para su pobre pena tuvo que terminar en la delincuencia robo y la capturaron. La condenaron a muerte, pero ella se escapó...

*Apoyo mí mentón en mis manos*– ¿Entonces...?

– Estaba triste no pudo despedirse de su familia, pero llegó a una gran ciudad después de días y días de vaganbundiar. Entonces le cayó una oportunidad del cielo, vio como unos hombres hablaban sobre cuentas y números, de lo que cual sabía mucho, captó un error y ayudo al jefe, él al quedar tan sorprendido por su inteligente la contrato...

– Vaya... no esperaba eso

*Sonríe*– Asi es, todos la subestimaban por ser mujer pero ella demostró ser más que útil ganándose la gran confianza del jefe. Pasaron los años y él jefe ya envejecido, estaba en su lecho de muerte, no tenía hijos ya que jamás logro embarazar a alguna de sus esposas, entonces entre tantos hombres para elegir dar su herencia, se la dejo a ella, así murió. Bajo el cargo de ella la empresa creció y se volvió más poderosa de lo que jamás había sido...

– ¡Increíble! –*digo sorprendida*– ¿Cómo se llamaba ella?

*Sonríe*– Victoria Monterrey, de ahí sacaron tu nombre. Ahora veo que las mujeres Monterrey son las más fuertes de la familia y teniendote a ti me demuestra eso

– ¿Cuando empezó la pelea con los Barone?

*Suspira*– Uf... desde hace un buen tiempo, no desde que ella creo ese imperio pero desde hace como siete décadas

– ¡Vaya!... Pero no te preocupes, seré quien de por terminada esta guerra

– Que bueno... –*se levanta*– Hay algunas cosas que debo resolver, ¿me acompañas?

– Vamos... –*me levanto y voy con él*

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THOMAS

Estamos en el cumpleaños de Sheila, mí hija ya tiene tres añitos, es una belleza de piel dorada y mis ojos azules, bella como su madre...

*Aplaude*– ¡Feliz cumpleaños, mí amor! –*mí padre la levanta en el aire*– Cada día más grande, por poco me pasas

– Tu eres muy alto, abuelo –*dice ella*

– Bueno, mí vida. Ve a jugar –*ella se va*– ¿Querías hablar conmigo papá?

– Si, hijo... –*empezamos a caminar*– Tuvimos la suerte de encontrar una nueva empresa asociada, le enviaré que aceptamos ahora

*Sonrío*– Que bueno, papá. ¿Cuando vamos a conocerlos?

– El lunes, tenemos que ir directo a su empresa, hasta donde se es muy importante tiene varias corporaciones no solo por el país sino por el mundo

*Lo miro*– Esperemos que no pase nada más...

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JAIRO

Cinco años, cinco años sin mí hermana, cada día la extraño mas y mas, los Barone se han encargado de destruirlo todo, ahora entiendo porque Lorenzo los odiaba tanto.

Mí padre está destruido desde su muerte, lo que me pone aún peor, finge ser fuerte solo por mí pero noto en su mirada la nostalgia y el dolor...

– ¿Que me dices del contrato, papá? –*le pregunto sentado frente a él*

*Baja el contrato suspirando*– Me gusta, la verdad es buena idea esto –*firma con ganas*– Esperemos que el lunes nos de buena impresión

– Eso mismo pero yo. ¿Cómo estás, papá? –*le pregunto*

– Intento seguir adelante como puedo, hijo –*toma mí mano*– gracias por estar conmigo

– Claro que sí, eres mí padre. ¿Esperabas que te dejará?

*Sonríe*– Claro que no, esperaba que te alejaras de mí, y eso me destruía

– No me alejaré para nada de ti, papá. Me tendrás siempre a tu lado, lucharemos juntos

*Sonríe*– ¿Y tu cuando piensas casarte? ¿eh?

– Ay... papá, por favor. No empieces con eso –*le digo sonriendo*

– ¿¡QUEE....!? –*dice el*– Tengo derecho a pregunta, ¿o no?. Estoy viejo y no tengo nietos aún

– Pues prometo no hacerte esperar mucho, pero antes de hijos necesito una mujer

*Se apoya en su sillón*– Espero que la encuentres pronto, que te ame y que la ames

– Espero exactamente lo mismo, papá. Y tu... ¿Que onda con Samantha Ferrer? ¿Eh?

– Ah por dios... Es amiga de tu hermana, además tiene edad para ser mí hija –*dice poniéndose rojo como tomate*

*Río con ganas*– ¿Eso que tiene que ver? ¡Es una chica muy hermosa!. Adelante tigre, aún aguanta un round más

– ¡JAIRO! –*me grita aún más avergonzado*

Desde que mí hermana murió, su amiga del trabajo Samantha vino muy seguido con nosotros y noto una GRAN atracción entre ambos. Espero que se animen a algo y no se queden con las ganas, muero por ver a mí padre feliz.

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CASSIE (Érika)

Miro mí lápida donde supuestamente estoy enterrada, mí nombre grabado: "Cassandra Spencer Monterrey". La observo con ganas de romperla en mil pedazos...

*La miro fijamente*– Te mataron, te destruyeron... Aunque aquí no hay nada, siento que una parte de mí está ahí... –*me agachó y tocó la tierra*– Fuiste tonta en confiar en un hombre, aquí está mí otra parte ya muerta y enterrada. Pero yo te vengare... no te preocupes, enfrentarán al monstruo que crearon –*me levanto y dejo un ramo de flores blancas*

Me alejo de mí tumba y camino hacia la camioneta negra que me esperan en la entrada, subo al asiento de atrás donde está Logan...

*Subo y me siento*– Vámonos –*le digo al chófer*

– Si, señora –*dice este y empieza a conducir*

– ¿Y? ¿Cómo ha estado eso?.

*Lo miro*– Estoy lista...

*Me sonríe cómplice*– Cómo digas prima.

– Muy bien –*miro por la ventana*– Que comience el juego...

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