CAPÍTULO 1

Prólogo

Todos tenemos una historia, un pasado que nos persigue porque al final es parte de nosotros, de nuestra vida.

Algunos arrastramos fantasmas que nos atormentan, otros tenemos sombras a nuestro alrededor. El temor o amor a estos solo lo sabe cada individuo, así como el porqué de estos fantasmas y sombras.

En algún momento de nuestra vida maduramos, nos enfrentamos a la vida, a la pérdida de alguien querido o a la cruda realidad, los prejuicios, las mentiras, la avaricia, la realidad del mundo adulto, así como también a otros tipos de dolores...como un corazón roto. Todo ello puede ser normal, pero eso no es verdad en su totalidad, ya que depende de las circunstancias a las que te enfrentas es el tamaño de la herida, de el daño que se ocasiona y la cicatriz que perdurará o sanará.

El problema más grande es cuando enfrentas esa cruda realidad sin haber madurado o por lo menos alcanzado una edad suficiente para enfrentar ello, y aún peor es cuando te enfrentas a esa cruda realidad de la peor manera posible a esa corta edad...siendo un infante...creando un trauma que se convierte en tu propio verdugo si no logras escapar de él.

El exterior de una persona no refleja lo interior, el dolor que perdura en estos personajes son un ejemplo del enemigo propio e inseparable que tenemos todos...nosotros mismos.

Es difícil enfrentar tus temores, tus culpas, aceptarte a ti mismo en su totalidad, salvarte y perdonarte de algún tormento...incluso buscar y pelear por tu felicidad sin importar a los demás.

Vincent, Filiph, Whiliam y Sara tendrán que enfrentarse a sus fantasmas y sombras que regresan de nuevo para el tormento.

Coraje, valentía y determinación deberán tener para pelear y salir de ese dolor que no los deja avanzar.

Una lucha interna y externa se desatará para definir todo.

VINCENT

Me desperte por la alarma de mi celular, giro en mi cama y miró el techo, siento que se me comienzan a cerrar los ojos...y vuelve a sonar la alarma... hoy por fin termina un año más de clases.

Tomo mi celular de la mesa de noche y apagó la bendita alarma, como cada día.

Miro por un momento al techo, para después comenzar a levantarme de la cama ya resignado de no poder dormir más.

Me dirijo a bañarme para salir y alistarme para ir a la universidad...como siempre.

Hola, este soy yo, mi nombre es Vincent y soy un chico de 18 años, soy bastante apuesto, no es por presumir, ya que en realidad no soy de esa manera, también con una estatura a mi parecer bien, solo mido 1,85 de altura. Bueno, en fin.

Terminé de arreglarme y baje las escaleras a esperar a mi hermano y ya que era un poco tarde no pude desayunar.

Hay silencio en la planta baja, realmente la casa es muy grande para solo dos personas, mis padres casi no están, la única compañía que tengo casi siempre es mi hermano menor de 16 años, FILIPH.

Él es muy lindo, somos hermanos pero nos vemos muy diferentes en realidad, tanto en el físico como en el carácter, solo compartimos unas cuantas características como el color del cabello y...la verdad no se me ocurren más parecidos.

Mis padres casi no están porqué mi padre es un importante empresario y mi madre lo acompaña en la mayoría de veces a los eventos y lo ayuda en la oficina con algunas cosas, también en ocasiones que lo ameritan lo acompaña a los viajes de negocios.

A pesar de que mi padre Royer siempre este ocupado,  siempre trata tambien de tener algún tiempo, para poder hablar por teléfono con mi hermano y conmigo para saber cómo estamos. Mi madre Sasha comparte momentos con nosotros cada vez que puede.

Aunque mis padres tienen vidas muy ocupadas, somos realmente felices en los momentos que podemos compartir juntos.

Filiph y yo terminamos siendo mucho más unidos, ya que pasamos todo el tiempo juntos, siempre lo he protegido y cuidado por la ausencia de nuestros padres y por qué lo quiero.

Realmente quiero mucho a ese tonto, es mi lindo y adorable hermanito pequeño, pero en ocasiones un poco molesto.

- Filiph, apúrate o llegaremos tarde al instituto, recuerda que es el último día.

Pues que tanto hará que se tarda demasiado.

Noto que Filiph desde lo alto de la escalera me mira haciendo pucheros.

-Ya lo sé, ya voy, ya voy. Por cierto, ¿no estás emocionado?

Le respondo mientras lo observo bajar las escaleras.

-¿por que lo estaría?

-Porque papá y mamá llegaran hoy.

-Sí, pero papá siempre llega en estas fechas... en el último viaje tuvo que acompañarlo mamá pero , solo no la hemos visto por dos semanas.

- Si, pero la extraño mucho, me acostumbré a que llegara en la noche y combibiera cin nosotros.

-Si, lo se, yo tambien la extraño, pero no te pongas triste, recuerda que tienes a tu querido hermano mayos, no lo olvides.

Lo veo sonreir como de costumbre.

-Tienes toda la razón, es verdad, eres el mejor hermano del mundo, me alegra que seas mi hermano.

Ya deberíamos ir al instituto, no quiero llamar la atencion por llegar tarde.

Llegamos como cada mañana al instituto, el chofer nos dejo en frente de este misymos.

Justo antes de bajar del vehículo claramente note un coche negro que ya había visto desde hace unos dias atras . No le he dicho nada de ello a Filiph para no preocuparlo en vano, tal vez al final no sea a nosotros a quienes vigilan, aunque esto, ya no era coincidenmcia en definitiva.

Bajamos del auto y caminamos juntos como siempre, hasta el punto donde nos separamos, Filiph se despidió de mi agitando la mano y comenzó a alejarse en dirección a su edificio, yo también seguí en mi propio camino a mi respectivo edificio.

El instituto era un campus enorme, este estaba conformado por preparatoria y universidad a la vez.

Filiph  esta por terminar el primer año de preparatoria y yo... a pesar de tener 18 años a penas, ya había terminado la preparatoria a los 17 años, ya que había podido adelantar materias y asi adelantarme un año,  y  ahora estaba por terminar mi primer año de la carrera de administración de empresas.

Los profesores me habían dado la oportunidad de realizar un examen en el que si salia con una buena calificación, la facultad me haría certificar el segundo año y empezar las clases en quinto cuatrimestre de la carrera, osea, saltando al tercer año de la carrera.

 Los resultados salieron bien, como era de esperarse. Adelante un año mas, pero no le había comentado nada a mi hermano menor ni a mis padres aun, aunque tal vez mi padre ya lo sepa.

Al terminar la ceremonia de despedida para comenzar las vacaciones de fin de curso, varios de mis compañeros me felicitaban por lo de mi logro en la carrera, pero sabía que solo eran hipócritas conmigo.

Uno de mis compañeros de clase se acerca a mi con una sonrisa con una pisca de burla.

-Te felicito Vincent de todo corazón. Vas a pasar al tercer año de carrera sin tener que aguantar el segundo año. ¡Si te brincas otro año, terminaras la carrera en dos años sin problemas!

- Eso es verdad, siempre te muestras perfecto en los trabajos, te vamos a extrañar.

Ja, como si no supera que estos dos hablan pestes de mi a mis espaldas.

- Gracias por las felicitaciones, pero después de todo, es el fruto de mi trabajo... Aunque en cuanto a lo último, dudo que lleguen a extrañar mi presencia, no entiendo por qué lo dicen, si rara vez me hablaban.

Los observo con frialdad he incredulidad.

-¿Cómo dicen que se llaman? (Sonrisa burlona). Bueno, perdon que no pueda charlar mas con ustedes pero tengo que irme, tengo cosas más importantes que hacer (frío).

Dando media vuelta, los dos chicos comenzaron a hablar entre ellos de mi.

-Que engreído es.

(con cara de desagrado) -Si, lo se, ¿que demonios se cree?

Decidí fingir  no escucharlos  y segui caminando a la salida sin detenerme, con un paso firme, ni siquiera me detuve a devolver el saludo de las chicas que me llegaban a saludar y a felicitar con gran interes de acercarse a mi más que como unas simples compañeras.

A mi esto se me hacia de lo mas normal, pero también de lo más desgastante y desagradable.

Ahora no me vengan con ridiculeces, siempre ocultan sus verdaderas intenciones y cada vez que se acercaban, solo era por conveniencia. Ninguno de estos idiotas eran sinceros conmigo, hombres y mujeres, solo buscan el beneficio propio.

Salí de mi facultad y me dirigí a el área de preparatoria del campus a buscar a mi pequeño hermano, por suerte quedaba relativamente cerca de la facultad, pero antes de llegar... en el camino observo la hora para ver si Fhilip ya termino su última clase, pero termino chocando con una persona.

- oh, lo siento

El tipo me sonríe, parece estar bien.

- No te preocupes, estoy bien, y tu ¿estas bien?

-Si estoy bien. 

Observo por unos segundos a el chico con el que acababa de chocar, se me hacia un tanto familiar, pero no lograba recordar de donde.

Tal vez solo se parece a alguien, no debe tener importancia.

- ¿Pasa algo?

-No, para nada. Bueno, tengo que irme, perdon.

- Esta bien, adios.

Comence a alejarme del sujeto, pero escucho que lleha a decir algo.

- Ho hasta pronto, Vincent!

Al escuchar eso, volteo rapido hacia el, pero lo perdi en ese momento entre los estudiantes que trancitaban en esta zona.

Seguí mi camino un poco desconcertado, ya que estaba completamente seguro de que no le había dicho mi nombre.

Tal vez realmente lo conozco, o por lo menos lo he visto en alguna parte, pero no recuerdo quien es...seguro que no es de importancia, si no lo recordaba ¿o si?

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Autora: Es la primera novela que escribo así que perdón si tengo errores de ortografía y redacción, espero y les guste (aunque la voy escribiendo sobre la marcha).

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