Capitulo 4

*A la mañana siguiente no tenía ni ganas de levantarse, después

de lo ocurrido la noche anterior y por lo que había pasado en la escuela. No quería

más que desaparecer. Pero su tía entro por la puerta, reclamándole que como había

sido posible que la noche anterior haya corrido a su novio del departamento,

que ella no tenía ningún derecho a hacerlo, que no quería que se volviera a

comportar de esa manera. Melania ardía de coraje por dentro, no podía creer lo

que estaba escuchando de su tía, como le reclamaba eso, cuando ni siquiera era

lo que había ocurrido esa noche. Se levantó de la cama molesta y se encerró en

el baño, se volvió a bañar y cambio de ropa.

Salió lo más rápido que pudo de ahí, aún era muy temprano para

ir a la escuela, así que decidió entrar a un caber café, tomar algo y buscar en

interne algún medicamento para que no quedara embarazada después de lo que había

ocurrido, si ya sentía un asco enorme de tan solo pensar lo que esa basura le había

hecho, mas asco le daría si se llega a enterar que quedo embarazada.

Salió y fue directo a la farmacia a comprarse la píldora del

día siguiente. Salió y se la tomo de inmediato, después de eso camino hasta la

escuela.

El grupo de las chicas odiosas. Ya la estaban esperando. Ya habían

preparado su bienvenida en el salón. Ella entro y de inmediato un tipo le

arrojo una cubeta de agua, seguida por una que contenía varias tripas de pollo.

Melania no podía creer por que le hacían esto, si ella no les había hecho nada.

Salió corriendo con todas sus fuerzas hacia las escaleras, subió por ellas hasta

el sexto piso, llego a la azotea de este, y rompió en llanto, no podía creer porque

todo esto le ocurría a ella, porque si nunca le había hecho nada malo a nadie,

porque tenía que sufrir todo eso, que hubiera sido mejor si no hubiera nacido. Y

pensó, si a nadie le importo, porque seguir aquí, camino hasta la orilla se subió

a la barda de protección, cuando estaba a punto de arrojarse escucho una voz.

-Que te habrá pasado para que creas que ya no hay salida, deberías

de saber que la muerte no es una buena opción.

*Melanie se sentó en la barda y busco de donde provenía esa

voz, de pronto vio a un chico, como de uno ochenta de altura, pelo corto,

castaño, piel morena y ojos color miel.

-¿Y tú quién eres? Porque me dices eso, si ni me conoces, además

a ti no te perjudica el que yo me arroje por aquí.

-Tiene razón, a mí no me importa. Pero antes un chico ya

salto por ahí, y créeme que esa no es una buena opción, no es como que si hicieras

eso del otro lado te valla a esperar algo mejor que aquí. Anda ven te ayudo a bajar.

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