Brazaletes

El tiempo pasaba y Ursula seguia creciendo, no solo en conocimiento sino tambien en fama.. sus primeros brazaletes magicos fueron un exito rotundo, todos en la zona norte hablaban de la joven que podia detectar venenos con un simple destello de luz. nobles, mercaderes y hasta aventureros comenzaron a buscarla, queriendo uno de sus inventos.. pero con la atencion llegaron tambien las criticas. muchos decian que no era femenina, que una dama de familia noble no debia ensuciarse las manos con pociones ni andar vestida con chalecos de cuero ni faldas.. otros murmuraban que una Rackman no debia hablar tan fuerte ni mirar de frente como un soldado.

Ursula solo se reia.

[si ser femenina significa quedarme quieta y callada, prefiero ser un desastre ]

Sus hermanos la defendian a su manera, pero ella no lo necesitaba tanto.. era fuerte, segura, y cada vez que se ponia a trabajar en su laboratorio, con el cabello recogido y las mangas arremangadas, sentia que estaba exactamente donde debia estar.. en su interior, la antigua alma que habia despertado en ese cuerpo sabia que estaba cumpliendo algo importante. y aunque el mar rugiera afuera, recordándole su pasado, Ursula habia decidido no mirar atras.

una tarde mientras revisaba unos frascos de pociones en el mercado, un hombre se acerco a ella con una sonrisa burlona. era uno de esos comerciantes que creian tener derecho a opinar sobre todo.

—una señorita tan bonita como usted se veria mejor con un vestido, no entre frascos y brasas —dijo con tono engreido, mirando sus manos manchadas de polvo brillante.

Ursula lo observo en silencio unos segundos, luego sonrio de lado.

Ursula: ¿ah sí? pues me importa una mierda lo que pienses, porque tú no me das de comer.

el hombre abrio los ojos sorprendido, incapaz de creer que una dama le hablara asi.

—¿cómo te atreves a…?— comenzó a decir, pero no alcanzo a terminar.

Ursula se levanto despacio, con los brazos cruzados y una sonrisa desafiante. no era tan alta como él, pero su mirada tenia una firmeza que hacia retroceder hasta al más atrevido.

Ursula: termina la frase.. vamos, quiero oirlo.

el comerciante tragó saliva y dio un paso atrás. los presentes fingieron no mirar, pero varios ocultaban sonrisas.

Ursula: hombres que creen que la magia está en un vestido, cuando ni siquiera entienden el valor de una idea.

y asi siguio, con la cabeza en alto, tan temible como brillante, tan distinta como libre.

Ursula tambien continuo usando sus venenos, pero no como antes. habia aprendido a dominar las dosis, a convertir el veneno en un arma precisa, controlada, casi elegante. en sus manos una gota podia significar la diferencia entre la vida y la muerte, y ella preferia siempre elegir la primera.. cuando tenia suerte y sus hermanos la dejaban acompañarlos en alguna patrulla o pequeña mision contra algunos criminales Ursula se sentia viva. no usaba espada ni armadura pesada, solo sus brazaletes, unas cuantas pociones y un puñado de frascos de cristal que guardaba como si fueran tesoros.. en combate, se movia rápido, analizando todo. una nube ligera de humo adormecedor, una gota de toxina paralizante en la hoja de una daga, o un polvo que hacia perder el equilibrio por unos segundos. dosis calculadas, nunca letales.

[aunque sean criminales, no tengo derecho a decidir si deben morir]

 se repetia en silencio cada vez que su mano temblaba al preparar una mezcla.. ese era su limite, una línea que no pensaba cruzar.

Ulises decia que tenia el corazón demasiado blando para la guerra.

Uriel, en cambio, decia que por eso mismo era más fuerte que ellos dos juntos.

Ursula solo sonreia, sin responder. porque sabia que su poder no estaba en destruir… sino en dominar lo imposible sin perderse a sí misma.

Ursula siguio trabajando sin descanso, cada dia se levantaba antes que el sol y se quedaba despierta hasta que las velas se consumian por completo. queria que sus brazaletes no solo detectaran el peligro, o sirvieran para atacar sino que tambien protegieran y sanaran.

comenzo a experimentar con hierbas raras traidas del continente, mezclando gotas de su propia magia de luz con esencias curativas. a veces el laboratorio se llenaba de un resplandor dorado tan intenso que los sirvientes juraban ver a traves de las paredes.

[si logro que un brazalete reaccione ante el veneno, ¿por qué no podria reaccionar ante una herida?]

hubo dias en que los frascos estallaban, noches en que terminaba cubierta de humo o polvo brillante, pero ella no se rendia. cada fracaso era solo una pista nueva.

sus hermanos ya habian dejado de intentar detenerla.

Ulises: no entiendo lo que haces, pero si alguien puede lograrlo, eres tú.

y Ursula sonreia, con los ojos brillando de emocion. por primera vez desde que desperto en ese mundo, sentia que estaba cumpliendo un proposito. no queria ser solo la “hermana pequeña de los Rackman”, sino una creadora capaz de salvar vidas con su magia.

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