Esa tarde cuando lo acompañe a su casa algo cambio. Sus ojos me miraron por mas tiempo del que acostumbraba y de repente solto aquellas palabras.
—Quiere pasar alteza?
Sus palabras me impactaron, me dejaron en completo shock. ¿el... me estaba invitando a pasar a su hogar?
—Tu... quieres que pase?
El volteo los ojos y me miro burlon.
—De cualquier manera se quedara... ¿o cree que no me doy cuenta de su presencia?... yo tambien poseo magia alteza, puedo sentir la suya cerca de mi.
Ok... me habia descubierto. Podia negarlo. Excusarme. O fingir que nada sucedio... y si, la ultima opcion resultaba mas tentadora.
—Eh... bueno, me encantaria pasar.
Leiah asintio, se dio la vuelta y abrio la puerta de su casa. Todo estaba tan ordenado como siempre y senti verguenza de que el supiera que habia estado aqui antes, que habia estado acosándolo como un loco psicopata.
—desea tomar algo alteza?
Leiah se detuvo en el salon mirandome.
Negue—No, Gracias... Leiah.
El asintio, se sento en el pequeño mueble delante de mi y hice lo mismo. Nos sentamos frente a frente en un silencio extraño. Lo mire sintiendome estupido. ¿De cuando aca el dios del Inframundo sentia vergüenza? Nunca nadie habia logrado intimidarme en el pasado. Ni siquiera persefone.
—Y donde esta... La bebe?
El me miro con el rostro serio como acostumbraba a estar. Con las piernas cruzadas y sus manos reposando en sus piernas en un postura elegante.
—Se llama Dana... Pero eso ya lo sabia, no?—sus labios se curvaron en una sonrisa sarcástica—mi madre la lleva con ella. Dijo que a su majestad no le molestaba tenerla cerca. Que yo debía integrarme mas a la manada y concentrarme en mi entrenamiento.
La mirada de fastidio en su rostro era evidente. Cada palabra que salia de sus labios parecia ser veneno para el
—Asumo que eso no es lo que deseas.
Su mirada se clavo en la ventana y asintio.
—No me malinterprete Alteza. No tengo nada encontra de su manada. Simplemente... Preferiría ser yo quien cuidara de Dana. Es mi hermanita pequeña, deberia ser yo quien la cuidara.
—Creo que eso es exactamente lo que tu madre quiere que entiendas.
Su mirada volteo a mi con intriga—A que se refiere con eso, Alteza?
Las palabras salieron de mis labios sin ni siquiera detenerme a pensarlas.
—Que ella es tu hermana pequeña. No es tu hija—
Mis ojos se abrieron en sorpresa cuando me di cuenta de lo que habia dicho. Era algo personal. Y no deberia estar opinando. Lo mire con miedo de su reaccion pero el solo volvio a mirar a la ventana y solto un suspiro cansado.
—Lo se... Se que ella desea que yo viva como cualquier otro adolescente, sin preocupaciones. Sin actuar como el escudo de ellas—sus ojos volvieron a mi—pero digame Alteza, ¿alguna vez ha amado algo con todo su corazon y ha sido incapaz de cuidarlo?
Sus palabras instalaron un sabor amargo en mi interior. Los recuerdos pasaron por mi mente como un rollo de pelicula. La mirada de mi esposa. Las carcajadas de mi pequeña hija.
—Lo he hecho.
El asintio. Sin preguntar de mas. Sin indagar. Solo aceptando lo que tenia para dar.
—Aquel dia cuando escapamos de nuestro hogar me jure a mi mismo que jamas dejaría que volvieran a lastimar a quienes amo. Por mas que mi madre lo desee, no puedo seguir mi vida como si nada de lo que paso en el pasado hubiera sucedido. Talvez Dana no sea mi hija, talvez ella no sea mi responsabilidad. Pero esa pequeña bebe es lo que mas amo en la vida. Y aquello que se ama con el corazon, se cuida con la vida misma si es necesario.
Sus palabras instalaron el silencio en el lugar. Al mirarlo, no estaba viendo a un adolescente de 12 años, estaba viendo a un adulto prematuro.
—He aceptado lo que mi madre me ha pedido. Porque no deseo traer problemas a su vida. Acepte dedicarme a mi entrenamiento y hacer amigos en la manada. Asi que ahora puede considerarme un amigo, claro si todavia lo desea alteza.
Asenti sin dudarlo.
—Lo deseo.
El me miro y asintio.
—Entonces somos amigos alteza, ya puede dejar de espiarme. Puede venir a mi casa cuando lo desee.
El rubor subio por mi cuello hasta mis mejillas calentando mi rostro y fui incapaz de mantenerle la mirada.
—Yo... Lo siento por eso.
—Esta bien, puedo entenderlo, no confia en mi. Yo tampoco confío en usted.
Mi mirada fue a el rápidamente.
—Que?... No!... No fue esa la razón por la que te espiaba.
Cuando las palabras salieron de mis labios, quise morir en ese momento. Su mirada burlona se clavo en mi.
—Ah no?... ¿Entonces por que me espiaba alteza?... ¿Acaso es algun loco pervertido?
!¿Que mierda?!
El nego serio—No lo creo. Esta usted muy joven para saber de esas cosas.
¿Joven yo? La verdadera pregunta era ¿Como sabia el sobre esas cosas?
—De que carajos estás hablando!?
El me miro en silencio.
—Ya no importa. Solo no vuelva hacerlo. Y no diga palabrotas, esta muy pequeño para eso.... Ya no es necesario que me espie. Puede venir a casa siempre que lo desee. No me molesta su presencia. Y es evidente que no le molesta mi manera de ser, si no, no estaria siempre conmigo. Asi que podemos pasar el tiempo juntos. Usted no desea que yo cambié, no le molesta quien soy. Asi que podemos ser amigos.
Estudie sus palabras por un segundo. Traian calma y tormenta a mi corazon.
—No me molesta como eres Leiah. Me gusta estar contigo y jamas me molestaría quien eres y como eres. Y a todo aquel que le moleste no merece tener ni un segundo de tu atencion.
El asintio. Nos quedamos en silencio solo disfrutando de la compañia del otro hasta que el hablo.
—Sabe usted la razon por la que vinimos aqui, alteza?
—Mi madre me dijo que tu padre... Era abusivo.
El asintio. Sus ojos miraron a la nada oscurecidos. Su ceño se frunció, sus manos se volvieron puños en sus piernas.
—Lo era... No vinimos aqui huyendo de un padre abusivo. Vinimos aqui huyendo de la ley de los brujos. Mi padre era el mago principal del aquelarre donde creci. Todos lo idolatraban. Incluso sabiendo que era un imbecil y un abusador. Aprendi por las malas que a veces defender tus propias creencias lograra que te condenen... Habia aguantando en silencio cada grito. Cada golpe. Cada burla... Pero esa noche cuando mi padre proclamó delante de todos que el dia de mañana dejaría que todo el que quisiera tomara a mi madre como castigo. Ya no pude soportarlo. Y esa misma noche mientras mi padre dormia. Entre en su habitacion y yo... Lo asesine—despues de haber soltado aquellas crudas palabras, sus ojos me miraron y sonrio con simpleza—Yo asesine a mi padre. Mi madre nos trajo aqui para huir del castigo que las brujas del aquelarre me impondrían... Se preguntara porque le digo todo esto. No me gustan las mentiras. Si seremos amigos quiero que este consiente de quien soy y de lo que soy capaz. Quiero que este consiente de a quien le ofrece su amistad. Yo... Soy un asesino.
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Comments
Antonia Ramirez
Escritora te quiero dar las gracias por las historias que escribiste me an encantada y espero poder leer más historia tuyas felicidades /Kiss//Rose//Rose//Rose//Rose//Rose//Rose/
2025-08-26
3
Sobeida Pinto
esto es lo q se llama un historia bien contada , si dejar nada a media me fasina
2025-09-03
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Iliana Curiel
oh por dios lo dejo sin habla,
pobrecito todo lo que sufrió /Heart/
2025-08-25
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